Son una de las sagas artísticas más queridas y reconocidas de nuestro país. Los Flores llevan el talento en la sangre y este se transmite de padres a hijos, pero cuando se apagan los focos son una familia como cualquier otra. En la intimidad no son las figuras que vemos sobre los escenarios o frente a las cámaras, sino una piña en la que todo se comparte: desde los triunfos hasta los momentos difíciles. Esa complicidad indestructible, al igual que su arte, también ha pasado de generación en generación, como ha explicado Elena Furiase con unos detalles muy reveladores.
© Getty ImagesLos cinco nietos de Lola Flores y El Pescaílla han heredado de sus conocidísimos abuelos el talento, pero también el amor por la familia. Elena Furiase, Guillermo Furiase, Alba Flores, Lola Orellana y Pedro Antonio Lazaga son mucho más que primos. Han crecido juntos, formando el mejor de los equipos y ayudándose en cada paso. Esa estrecha relación queda reflejada en un curioso dato: el nombre de su grupo de WhatsApp, en el que se mantienen al día de todo lo que les ocurre. "Tenemos un grupo que somos hermanos primos, no primos hermanos, porque nos hemos criado como hermanos", ha contado en Culturas 2 la hija mayor de Lolita, que cuenta los días para el estreno de la serie Los protegidos: Un nuevo poder.
© Getty ImagesLa actriz adora a todos sus primos, pero el hecho de ser solo dos años menor que Alba Flores ha permitido que entre ambas haya una conexión especial porque han estado presentes la una para la otra en todas las etapas. De hecho, Elena recuerda que no fue plenamente consciente de la trágica muerte de Antonio Flores, pero sí le preocupaba la situación de su prima: "Somos hermanas prácticamente. De pequeñas vivimos muchas cosas y no éramos tan conscientes. Yo no fui tan consciente de la muerte de mi tío Antonio porque tenía 6 años, pero decía, 'mi prima no tiene papá'. Esa era mi pequeña angustia".
© GTRESEl paso del tiempo ha permitido que Elena y el resto de la nueva generación de los Flores sean conscientes de la huella que dejó Antonio Flores, cuya voz se apagó para siempre el 30 de mayo de 1995, quince días después de la muerte de Lola Flores. "Según vas creciendo te vas dando cuenta de lo pronto que se fue, tan repentino, y del gran artista y la gran persona que era. Le he ido conociendo con los años realmente", ha relatado la protagonista de títulos como El internado, Amar es para siempre, Centro médico y Mía es la venganza, que es madre de dos hijos junto a Gonzalo Sierra.
© GTRESLa huella que dejó Antonio Flores es imborrable, como queda plasmado en Flores para Antonio, documental creado por Alba en el que ha participado toda la familia. Este montaje de 98 minutos permite a los espectadores volver a tener cerca a un artista irrepetible, verle de nuevo lleno de vida y disfrutar de esa sensibilidad única que él tenía para la música. Una noria de sentimientos que, según ha confesado Elena Furiase, "ha sido una constelación familiar, Alba nos ha regalado un viaje y ha abierto una herida que a la vez ha sanado".
