Entre el estudio y el set de rodaje, Rosalía atraviesa uno de los momentos más intensos de su carrera. La cantante catalana vive días de vértigo. Mientras da los últimos retoques a Lux, su nuevo disco, que sale a la venta el próximo 7 de noviembre y del que ya hemos podido escuchar Berghain, también se prepara para que veamos su debut como actriz en la esperada tercera temporada de Euphoria tras una intensa grabación. Un reto doble que la ha llevado al límite, pero que asume con la misma pasión con la que afronta todo lo que hace, desde el flamenco experimental hasta la pantalla de HBO.
La cantante de Despechá ha encontrado su nuevo salto profesional. Es una artista camaleónica capaz de sorprender sobre un escenario, donde no hay nada que se le resista, un efecto que quiere repetir delante de las cámaras. Rosalía es el fichaje estrella de la nueva entrega de la serie creada por Sam Levinson. La ficción protagonizada por Zendaya se ha convertido en la favorita de la generación Z y la intérprete de Con altura reconoce que ella no ha escapado tampoco a su influjo: “Todo lo que hago es porque soy fan”, explicaba en el pódcast Popcast de The New York Times, señalando que no solo este, sino que todos los papeles que acepta como actriz los elige movida por la admiración.
Aunque considera que muchos verán su participación como un simple "fenómeno pop o algo así", para ella va mucho más allá. Rosalía entiende esta oportunidad como una forma de explorar un nuevo lenguaje escénico: “Esto es un entorno nuevo. ¿Cómo puedo hacerlo y seguir siendo una buena intérprete?”, reflexionaba, añadiendo que “ser intérprete en el escenario es muy distinto a serlo actuando en algo así, poniéndome al servicio de la visión de Sam”, subrayando las diferencias entre actuar en una serie y hacerlo en un concierto.
Este nuevo reto profesional también ha sido un desafío al que no estaba acostumbrada y que casi acaba pasándole factura. Grabar su nuevo disco a la vez que la serie la llevaron al límite, dada la exigencia de compatibilizar ambos proyectos. “Estuve a punto de tener un colapso nervioso”, contaba. Pero lejos de tirar la toalla, se repetía a sí misma: "Si alguien puede hacerlo, eres tú. Sigue adelante, sigue adelante, sigue adelante’. Y entonces lo conseguí y no olvidé las líneas tan a menudo, gracias a Dios”.
Precisamente, no recordar los diálogos de su personaje ha sido el mayor miedo de la artista, según confesaba en mayo a su paso por la Gala Vogue Met en Nueva York, donde también afirmaba que, a pesar de la dificultad, resultaba “muy inspirador estar rodeada de actores y actrices tan increíbles”. También desvelaba cómo estaba afrontando la experiencia, asegurando que “es mi primera vez, estoy aprendiendo, intentando pasármelo bien, jugar, improvisar”.
Parece que la cantante de La fama va a dar mucho juego en los nuevos episodios. Rosalía aprecia el caos polémico y controlado que Sam Levinson imprime a la ficción. Por ello, el director le ha dado prácticamente rienda suelta para dar forma a su personaje: “Me encanta liberarla en una escena”, contaba a ELLE. “La dejo jugar con las palabras, las emociones, en inglés y español. Nunca quiero decirle qué hacer primero, porque sus instintos naturales son tan fascinantes, carismáticos y divertidos. En cada escena que rodamos, estoy detrás de la cámara sonriendo”, añadía.
La tercera temporada de Euphoria terminaba su rodaje hace unas semanas y promete un tono más maduro y emocional. Aunque no han trascendido detalles sobre el papel de Rosalía, su presencia promete añadir una capa distinta al universo de la serie, conocido por su estética rompedora y su retrato crudo de la adolescencia. En el set, según han contado algunos miembros del equipo, la artista mantuvo la misma entrega que en sus giras: disciplinada, curiosa y con una energía que contagia.
La devoción profesional entre director y artista es mutua. Sin ir más lejos, Levinson fue una de las primeras personas a las que Rosalía quiso ponerle su nuevo disco. “Reaccionó de la manera más bonita… se emocionó hasta las lágrimas y eso significó muchísimo porque admiro mucho su visión”, explicaba en el Popcast deThe New York Times. No fue el único; también tuvo el privilegio de escucharlo antes que nadie Alexa Demie, que interpreta a Maddy en Euphoria y “tuvo la misma reacción”.
Rosalía estaba grabando sus escenas para la ficción de HBO mientras traducía, reescribía y componía las letras de su ambicioso nuevo disco Lux —su cuarto trabajo de estudio, donde canta en 13 idiomas diferentes y está dividido en cuatro movimientos; las versiones físicas del LP incluirán 18 canciones, mientras que las digitales incluirán 15—. La artista ha definido este proceso como todo un "desafío". Pero ver la reacción del creador y de su compañera le hizo sentir que todo esfuerzo merecía la pena: “Y pensé: 'Vale, esto puede significar que voy por buen camino'”, recuerda, añadiendo que "quizá estamos haciendo lo que debemos hacer".
La artista afronta esta nueva etapa como actriz con la misma pasión que la ha hecho brillar en la música. Mientras los fans esperan su aparición en Euphoria, también cuentan los días para sumergirse en Lux, un disco que refleja su visión más íntima y ambiciosa hasta la fecha y una obra que define como íntima, compleja y muy distinta a Motomami. La cantante demuestra que ser camaleónica no es solo cambiar de estilo, sino abrazar desafíos distintos con autenticidad y entrega. Sea sobre un escenario o delante de la cámara, Rosalía sigue marcando tendencia y dejando claro que lo suyo es un viaje creativo sin límites.













