La tranquilidad que Ana Duato había recuperado tras su absolución en el caso Nummaria se ha visto interrumpida por un nuevo giro judicial. La Abogacía del Estado (AE) ha presentado un recurso ante la Audiencia Nacional (AN) solicitando la anulación de la sentencia que exoneró a la actriz valenciana y a su marido, el productor Miguel Ángel Bernardeau, de siete delitos contra la Hacienda Pública. El organismo, que representa a la Agencia Tributaria, considera que el tribunal fue “condescendiente” e “irracional” al valorar las pruebas. De hecho, denuncia el “tratamiento casi paternalista” que, en su opinión, se dio a Duato, al presentarla como una mera actriz, desprovista de comprensión o autonomía decisoria en materia económica, proyectando una imagen de “ingenuidad” incompatible con los hechos probados.
La noticia ha caído como un jarro de agua fría para Duato, que en julio respiraba aliviada tras años de proceso judicial. En aquel momento, la Audiencia Nacional concluyó que no había pruebas suficientes para demostrar que la protagonista de Cuéntame cómo pasó conociera la trama societaria ideada por su asesor fiscal, Fernando Peña, condenado a 80 años de prisión como cabecilla del entramado para evadir impuestos.
La reacción de Duato no se hizo esperar. En aquel momento, la actriz valenciana hacía unas declaraciones a las que tenía acceso ¡HOLA!, en las que reconocía: "Tras diez años, tengo sentimientos encontrados. Por un lado, estoy satisfecha, porque la justicia reconoce la verdad. Por otro, siento que no es justo que alguien tenga que sufrir durante tantos años la presunción de culpabilidad”, aseveró.
El fallo judicial, de 275 páginas, argumentaba que Duato no tenía perfil empresarial ni conocimiento suficiente para entender la estructura fiscal diseñada por Peña. La Audiencia la describía como una “simple actriz”, ajena a las decisiones financieras que se le atribuían.
Sin embargo, el recurso presentado por la Abogacía del Estado, fechado el pasado 14 de octubre, sostiene que esa interpretación fue “benevolente” y que la valoración de la prueba incurrió en “errores manifiestos”. Solicita que se revoque la absolución de Duato, Bernardeau y Peña como cooperador necesario, y que se dicte una nueva resolución que tenga en cuenta su implicación en el fraude fiscal. De hecho, la Abogacía hace hincapié en que la propia sentencia reconoce que la actriz figuraba como socia y administradora en las entidades pagadoras de sus rendimientos, que "estuvo informada y participó en la constitución" de una de ellas, y que "suscribió, en su propio nombre y personalmente", un contrato de cesión de derechos de imagen, entre otros aspectos.
Además, sostiene que la resolución “omite toda referencia al papel de Bernardeau”, al que “convierte en una figura ausente, pese a ser mencionado reiteradamente por la propia acusada como interlocutor y canal directo de información con Peña".
El caso Nummaria ha sido uno de los procesos más mediáticos de los últimos años. Ana Duato se enfrentaba a siete delitos contra la Hacienda Pública y a una posible condena de hasta 16 años de prisión. Su negativa a pactar con la Fiscalía, a diferencia de otros implicados, la mantuvo en el foco durante todo el juicio. Entre los condenados figura su compañero de reparto en Cuéntame, Imanol Arias, quien sí alcanzó un acuerdo con la Fiscalía y fue condenado a dos años y dos meses de prisión.
La AE solicita ahora a la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional que revoque la absolución de Duato, Bernardeau y Peña, y que se dicte una nueva resolución que tenga en cuenta su responsabilidad como cooperadores necesarios en el fraude fiscal. El recurso insiste en que la actriz no puede ser considerada ajena a las decisiones empresariales que afectaban directamente a su patrimonio, y que su perfil público no debe servir como escudo ante la ley. De hecho, en su escrito, la AE defiende en su recurso que "la ley no distingue entre artistas, empresarios, o simples trabajadores por cuenta ajena", ya que "todos ellos" tienen el "deber de contribuir".
Este nuevo capítulo judicial vuelve a poner en pausa la tranquilidad que Ana Duato había recuperado. Tras años de incertidumbre, la sentencia de julio parecía cerrar una etapa marcada por la presión mediática y el desgaste emocional. La actriz, que siempre ha mantenido un perfil bajo en lo personal, se mostró serena a la salida del juicio, confiando en que la justicia había hecho su trabajo. Ahora, con el recurso sobre la mesa, su futuro vuelve a estar en manos de los tribunales. La calma que parecía haber llegado a su vida se tambalea, y el desenlace vuelve a ser incierto.