Han pasado casi tres años desde que José Luis Gil, el recordado Juan Cuesta de 'Aquí no hay quien viva' y Enrique Pastor en 'La que se avecina', sufriera un ictus isquémico agudo en el hemisferio izquierdo que cambió por completo su vida y la de su familia. Desde entonces, el actor se ha mantenido alejado de los focos, centrado en un largo proceso de recuperación.
Desde ese momento, su hija, Irene Gil, se ha mantenido siempre activa en redes para informar sobre el estado de salud de su padre, por respeto y cariño a los seguidores del actor, pero, en esta ocasión, ha aparecido en 'Ahora Sonsoles' para hablar de las secuelas que todavía arrastra. Era noviembre de 2021, una fecha traumática para toda la familia. "Recuerdo despertarme con la llamada de mi madre. Todo tu mundo cambia. A partir de ahí, ya nada es igual. Los médicos fueron durísimos, demoledores", ha confesado emocionada.
José Luis tenía 63 años cuando el ictus le golpeó. "Mi madre aún está en shock. Toda la vida juntos y ahora encaja esto", ha dicho su hija Irene sobre Carolina Montijano, la esposa del actor, que también es actriz de doblaje. La familia, con tres hijos, está muy unida y ha pedido siempre respeto y discreción para atravesar este momento tan complicado.
Un proceso lleno de incertidumbre
José Luis ingresó en el hospital al poco de la pandemia, lo que complicaba la situación: "Esto pasa en un momento muy post pandemia, estábamos todos con las mascarillas y en el hospital estás solo, solo podía estar una persona a la vez, y sin saber nada". La mujer y los hijos del actor pasaron por todas las fases posibles desde la mala noticia. "El día de la operación, del quirófano, fue demoledor. Nos dijeron que la cosa está muy mal y que las secuelas probablemente iban a ser horribles". "De eso pasamos a 'madre mía, qué cambio, es sorprendente y le vamos a subir a planta'. Este cambio fue en menos de 24 horas. De prepararnos para lo peor a le vamos a subir a planta".
Cuando José Luis Gil sufrió el ictus la noticia no trascendió, aunque la familia acabó tomando la decisión de hacerlo público: "Veníamos como de un parón de comunicación y de todo. No chocaba tanto porque en pandemia unos personajes públicos son más activos y otros menos en redes. Pero llegó un punto en el que dijimos que teníamos que hablar porque le contactaban compañeros y le llegaban proyectos". Primero se lo contaron a los creadores y compañeros de La que se avecina. Después decidieron hacer un comunicado. "La gente le quiere y hay que informar".
Irene Gil ha sido muy honesta también para contar si su padre es consciente de su enfermedad. "Él sabe lo que pasa. Saber que quieres hacer cosas y no puedes, que quieres decir algo y no puedes expresarlo... A él le quedó como secuela afasia, por lo que le cuesta comunicarse y eso es un problema para cualquiera". "De repente ver que quieres decir la cosa más sencilla y no puedes... Entonces son cosas que hay que llevarlas y aprender a llevarlas". Y ha explicado que el actor pasa por fases, como cualquier paciente: "Él está enfadado con el mundo y, como todo el mundo, aprende".
Apartado de la televisión desde hace cuatro años
Sobre si su padre volverá a la actuación, Irene confiesa que no lo puede asegurar: "En esta enfermedad todo es incertidumbre, nadie te dice nada".
Mientras tanto, los seguidores del actor continúan enviando mensajes de cariño y apoyo, con la esperanza de volver a verle algún día en los escenarios o frente a las cámaras. A pesar de la gravedad del ictus, Irene ha querido transmitir un mensaje de fuerza y esperanza, destacando la lucha constante de José Luis Gil por mejorar día a día. "Estamos volcados en él y en que tenga la mejor calidad de vida posible", añadió.
En un acto de generosidad, Irene ha lanzado un mensaje de esperanza a los pacientes y las familias que pasan por lo mismo: "Paciencia, fuerza, energía y entender que todos tendemos a ser muy protagonistas de las cosas, pero a quien le pasa es a quien le pasa. Tenemos que aprender e intentar ayudarle porque quien lo está sufriendo, no nos olvidemos, es el que lo padece en primera persona. Y hay que intentar, pase lo que pase, ponerlo fácil".
La hija de José Luis Gil también ha aprovechado para lamentarse de otros aspectos de la enfermedad: "Ponerse enfermo en este país es muy caro. Cuando llega esto qué poquito nos protege 'papá Estado' y qué engañados estamos. Y qué complicado lo ponen todo".