Jesús Vázquez cambia de década. Este martes, 9 de septiembre, el presentador estrella de Telecinco cumple 60 años en uno de los mejores momentos de su vida. No sabemos qué deseo pedirá al soplar las velas, porque lo cierto es que ya tiene todo lo que un día soñó.
© GTRESProfesionalmente ha superado cualquier expectativa y, en el terreno personal, también, sobre todo, desde aquel caluroso 29 de junio de 2001, cuando conoció a su marido, Roberto Cortés, en las celebraciones del Orgullo en Madrid. "Bailaba al revés de todos", recordó el presentador de Bailando con las estrellas en Mi casa es la tuya, el programa de Bertín Osborne. "Una arritmia total, y eso también me pone un poco, no me gustan los tíos que bailan muy bien", añadió entre risas.
© jvazquezoficialCuatro años después, tras la aprobación del matrimonio igualitario en España, la pareja se dio el "sí, quiero" en una ceremonia oficiada por Trinidad Jiménez, entonces concejala y miembro de la Ejecutiva Federal Socialista, en las dependencias de la Junta Municipal de Centro de Madrid, situadas en la Plaza Mayor de la capital. Como testigos, solo dos amigos íntimos y el recordado Pedro Zerolo.
© jvazquezoficialPara seguir tan enamorados como el primer día 24 años después, no hay otro secreto que "currárselo" constantemente. "Al amor hay que darle de comer todos los días. Hay que huir de la rutina, dar sorpresas…Y pase lo que pase, aunque se haya tenido una bronca enorme, no irse a la cama sin, por lo menos, sentar las bases de la solución. No dormirse enfadados", aseguró el comunicador, que también es embajador de ACNUR.
© GTRESPor desgracia, antes de llegar a esta plenitud, Jesús tuvo que enfrentarse a una situación extremadamente dolorosa. "Yo soy viudo, en realidad. A mí se me murió una pareja, y se me rompió tanto el corazón que dije: 'No me volveré a enamorar nunca más porque no puedo pasar otra vez por este sufrimiento de perder al amor de tu vida'", confesó. Afortunadamente, el destino le dio una segunda oportunidad y él se dejó llevar. "Después de estar mucho tiempo escondido detrás de una coraza, le entregué mi corazón a una persona y es lo mejor que he hecho en mi vida".
© jvazquezoficialEl peor golpe de su vida, sin duda, llegó en 1995, cuando su nombre apareció en la lista de imputados del Caso Arny. Años más tarde, en el documental de HBO Max Arny, historia de una infamia, Jesús revivió aquella persecución injusta con un testimonio desgarrador: "He hecho un ejercicio por olvidar lo que pasó porque convirtió mi mundo en una pesadilla. Me duele mucho todavía recordarlo", reconoció entre lágrimas. "Estaba en mi mejor momento y fue entonces cuando llegó el mazazo... De repente suena el teléfono y me llama mi madre, angustiada, llorando, y me dice: 'Acaba de llamar un señor que dice que es de los juzgados de Sevilla, que si no te presentas mañana por la mañana van a dictar una orden de busca y captura contra ti'", relató roto de dolor.
© Europa PressPara el comunicador, lo más desgarrador de esta caza de brujas fue que coincidió con la enfermedad y posterior fallecimiento de su madre, Chus. "Murió muy joven, antes de tiempo. Lo llevo bien pero... siempre me ha quedado esa cosa de que mi madre no me viera como estoy ahora. Eso me rompe el corazón. Me da rabia porque se fue en un momento malo y no se fue bien. Qué pena que no me vea ahora feliz, enamorado y bien", expresó.
© Europa PressAunque su vida no ha sido un jardín de rosas, el presentador de programas como Gran Hermano, Supervivientes o Allá tú dijo en ¡HOLA! que "las cosas malas te ayudan a madurar y a ser mejor persona". "Por eso no borraría los momentos durísimos por los que he tenido que pasar, ni cuando me quedé s in trabajo , ni cuando pasé por aquel juicio de pesadilla que se llevó mucho de mi vida, incluso a mi madre", recordó.
© jvazquezoficialHoy, con la perspectiva que dan los años, Jesús tiene claro dónde reside la verdadera felicidad. "Pues…, ni en la fama, ni en la vanidad, ni en el orgullo. Está en la humildad, en no creerte nada, en no sobrevalorarte, en no creerte el ombligo del mundo", afirmó con rotundidad.
