La batalla judicial que enfrenta a María del Monte con su sobrino Antonio Tejado ha dado un giro decisivo. La cantante y su pareja, la periodista Inmaculada Casal, han solicitado una condena de 28 años y medio de prisión para el excolaborador televisivo, al que acusan de ser el autor intelectual del asalto que sufrieron en su vivienda de Gines (Sevilla) en la madrugada del 25 de agosto de 2023.
El escrito de acusación, presentado por la abogada de la cantante, Emilia del Río, ante el Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla en julio de 2024 y al que ha tenido acceso El diario de Sevilla, sostiene que el robo fue posible gracias a la información privilegiada que Antonio Tejado habría facilitado a la banda de asaltantes. “Recabó y transmitió puntualmente todos los datos necesarios para que el asalto pudiera culminar con éxito”, señala el documento.
La acusación particular, que representa a las cinco víctimas, imputa a Tejado y a otros diez procesados, entre ellos el ruso Arseny Garibyan, amigo íntimo de este y uno de los cabecillas de la banda. En el escrito presentado por Del Río en el juzgado se detallan los delitos que se les atribuyen: robo en casa habitada en concurso medial con detención ilegal, además de cuatro delitos individuales de detención ilegal. Por el delito de robo con violencia, que también se imputa a Garibyan, la acusación particular solicita una pena de ocho años y medio de prisión, además de la prohibición de acercarse o comunicarse con las víctimas durante cinco años.
Por los delitos individuales de detención ilegal, correspondientes al secuestro de los ocupantes de la vivienda durante el asalto, se reclama, por cada uno de ellos, cinco años de cárcel (esto eleva la petición total a 20 años), junto con otros cinco años de alejamiento y restricción de contacto con las personas afectadas. En total, la condena que recaería sobre Antonio Tejado sería de 28 años y medio en prisión. Por otra parte, para los acusados de recepción de las joyas y relojes sustraídos, la acusación exige penas de dos años y medio.
Uno de los elementos más graves del caso es el abuso de confianza, agravante que se aplica exclusivamente a Tejado por su vínculo familiar con la cantante María del Monte. La acusación también señala el uso de disfraz por parte de los asaltantes, quienes irrumpieron en la vivienda encapuchados y con información detallada sobre los sistemas de seguridad, accesos y ubicación de la caja fuerte. Hay que recordar que durante el asalto, los delincuentes ataron, golpearon y amenazaron a los ocupantes de la casa, entre ellos Inmaculada Casal, su hija, el marido de esta y la empleada del hogar. La cantante de 63 años fue la única que no sufrió agresiones físicas, ya que, según la investigación, Tejado habría pedido expresamente que no se le hiciera daño.
El valor del botín y las indemnizaciones
El valor del botín sigue siendo objeto de debate. Mientras la aseguradora lo cifra en 267.000 euros, la acusación particular sostiene que asciende a cerca de un millón de euros, incluyendo joyas, relojes de alta gama, dinero en efectivo y objetos de gran valor sentimental. La abogada de la artista reclama indemnizaciones millonarias: 242.361 euros para María del Monte por bienes no cubiertos por el seguro y 11.600 euros por secuelas físicas y psicológicas; y 500.000 euros para Inmaculada Casal, además de 21.977 euros por lesiones. Las otras tres víctimas también recibirían compensaciones que oscilan entre los 6.000 y los 20.000 euros.
El escrito de la letrada subraya que las joyas robadas no eran simples adornos, sino que iban a proporcionar "estabilidad y seguridad económica a las víctimas para el momento de su jubilación ", según recoge el medio sevillano, lo que agrava el daño moral causado. También se destaca que Tejado retomó la relación con su tía semanas antes del robo, con el único objetivo de obtener más información sobre la vivienda. Pero, más allá de lo material, se encuentra profundo impacto psicológico que dejó el asalto. Las cinco personas que se encontraban en la vivienda aquella noche han necesitado tratamiento psicológico continuado, como consecuencia directa de la violencia sufrida y les ha dejado secuelas, que todavía siguen presentes en su día a día.
La artista, que ha mantenido una actitud firme y serena durante todo el proceso, está decidida a llegar hasta el final. Fuentes cercanas a su entorno aseguran que María del Monte se encuentra tranquila y decidida a defender su intimidad y la de su familia ante lo que considera una traición imperdonable. El juicio, que podría celebrarse en 2027, promete ser uno de los más mediáticos de los últimos años. Mientras tanto, la cantante continúa con su vida profesional, arropada por el cariño del público y el apoyo incondicional de su pareja.
***Noticia en elaboración