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Comunicado de última hora: Álvaro Morata y Alice Campello ponen fin a su pesadilla en Turquía y cuentan la verdad de su adiós

El capitán de la Selección Española pone fin a una etapa con un mensaje sincero y directo a los aficionados, mientras su futuro y el de su familia sigue en el aire


12 de agosto de 2025 - 15:42 CEST

Álvaro Morata y Alice Campello ponen fin a su etapa en Turquía con un mensaje que no ha dejado a nadie indiferente. Tras seis meses cargados de ilusión, en los que aterrizaron en Estambul con la mayor de las esperanzas y acompañados por sus cuatro hijos, el país se convirtió en el refugio perfecto para sellar su reconciliación. Hoy, aquella página que comenzó con sonrisas y abrazos se cierra de la forma más abrupta, en una despedida que combina gratitud hacia quienes les acogieron, una profunda decepción profesional y la sensación de, por fin, poder volver a respirar con libertad.

La llegada a Turquía fue emotiva: entre cánticos y ovaciones, la familia posó orgullosa con la camiseta naranja y roja. Alice, siempre al frente de la organización del hogar, celebró el cambio: “¡Ya me he hecho una experta! Puedo organizar mudanzas, buscar casas, agencias inmobiliarias… ¡puedo con cualquier cosa!”. Y describía con cariño la nueva rutina de la familia: “Estamos en familia, damos muchos paseos… Ahí la gente no te para muchísimo por la calle y podemos hacer una vida muchísimo más normal y eso ahora nos viene bien”. Pero enseguida llegaron las complicaciones. 

Morata y Alice© @alvaromorata

Hoy, aquella calma aparente se rompe con un mensaje contundente. Álvaro ha decidido hablar alto y claro, dirigiéndose directamente a la afición y a la ciudad que tanto le arropó desde el primer día. En un comunicado que ha despertado enorme expectación, el delantero abre su corazón con palabras de sincero agradecimiento, pero también con la tristeza y franqueza de quien se despide antes de lo que imaginaba.

Media Image© alvaromorata

“Queridos aficionados del Galatasaray y pueblo de Turquía, quiero agradecer sinceramente el cariño, la calidez y el apoyo que me habéis mostrado. Me hicisteis sentir bienvenido desde el primer día, y vuestro apoyo ha sido de los más extraordinarios que he vivido en mi carrera”. Esa voz agradecida convive con la dureza de quien se siente traicionado por acuerdos no respetados. Morata no esconde su desencanto: “Lamentablemente, no puedo decir lo mismo sobre mi experiencia con el club. Hubo momentos en los que la palabra dada y el respeto por los valores fundamentales no se respetaron”.

Media Image© alvaromorata

El jugador explica con claridad lo que muchos intuían pero nadie había contado hasta ahora: los compromisos pactados no se cumplieron. Y la consecuencia, contundente, toca lo personal y lo profesional: “Hasta el final, los compromisos adquiridos no se cumplieron, hasta el punto de que no tuve más opción que renunciar a parte de mi salario y a otros derechos contractuales que ya había ganado con mi trabajo (la cifra publicada no es exacta). Para mí, en la vida y en el trabajo, hay principios que no se deben quebrantar, como el respeto a los derechos de cada persona. No reconocer ni compensar lo que se ha ganado me parece inaceptable y contrario a los valores de equidad y profesionalidad en los que creo”.

Media Image© alvaromorata

Es un mensaje duro, dicho con mesura, que explica por qué la familia —que ya había conocido mudanzas en ciudades como Milán, Turín o Londres— se plantea ahora cambiar de nuevo su hoja de ruta. Morata reconoce que estos asuntos no suelen ventilarse en público, pero reivindica transparencia hacia quienes le ofrecieron cariño desde el principio: “Sé que estos asuntos no suelen hablarse abiertamente, pero creo que es correcto dar a los aficionados la verdadera explicación de lo ocurrido. Vosotros y la ciudad de Estambul siempre permaneceréis en mi corazón, y os deseo lo mejor, hoy y siempre”.

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Y aunque el mensaje no olvida el agradecimiento a personas concretas dentro del club: “Un agradecimiento especial también para el entrenador y su fantástico cuerpo técnico —estoy seguro de que continuaréis escribiendo la historia del Galatasaray—. Mi más sincero agradecimiento a todos mis compañeros por los momentos compartidos, y a todas las personas que trabajan en las instalaciones de entrenamiento”.

Media Image© alvaromorata

Un verano complicado

Que Álvaro haya puesto por escrito este relato público supone, para la familia, una liberación. En privado, Alice y él ya habían vivido una montaña rusa emocional durante el último año. Recordemos que la reconciliación de la pareja comenzó en Italia: Milán fue el escenario donde se reencontraron y decidieron apostar otra vez por su familia. Ella lo dijo con naturalidad y afecto en aquellos días: “Hablo con Álvaro todos los días. No se ha ido con otra, nada de eso ha pasado. Álvaro me está respetando. No estábamos bien por nuestras cosas”. Y añadió, rotunda, su compromiso: “Es mi familia y siempre lo será. Si puedo ayudarle, lo haré”.

Media Image© alicecampello

El propio Álvaro llegó a resumir la nueva etapa con una frase sencilla y con carga: “para toda la vida”. Palabras que entonces sonaban a promesa y que hoy, tras el desgaste padecido en Turquía, muestran la fortaleza del vínculo más que la garantía de un camino sin mas sobresaltos.

Media Image© alicecampello

La historia de Alice y Álvaro no ha estado exenta de momentos difíciles: cuando anunciaron su separación el año pasado, fue el propio jugador quien pidió comprensión: “Es una decisión dolorosa, por lo que pedimos respeto y empatía”. Alice, con la misma sinceridad, también dejó claro que el cariño seguía intacto: “Álvaro es la mejor persona que existe. No nos hemos podido querer más”. Aquellas palabras, honestas y contenidas, prepararon el terreno para un reencuentro que ambos trabajaron y cuidaron.

Media Image© alicecampello

Y en el centro de todo, la familia: Alice y Álvaro son padres de cuatro hijos que han vivido con intensidad cada mudanza y cada reconciliación. Alessandro y Leonardo —los gemelos—, Edoardo y la pequeña Bella han visto a sus padres en lo más íntimo: celebraciones, paseos por calles menos invadidas por el foco mediático, y, también, decisiones difíciles. 

Media Image© alicecampello

La pareja ha demostrado que, por muy cuesta arriba que vaya la vida pública, su apuesta es la de apoyarse. Los hitos del último año —la separación, las palabras de respeto y la posterior reconciliación en Milán— son testimonio de una relación que se reconstruye y se refuerza. Ahora, con la herida profesional plasmada en un comunicado y la posibilidad de abrir una nueva etapa fuera de Turquía, lo que persiste es la idea de caminar juntos. No está escrito todavía si podrán cumplir el deseo de regresar a Italia y rehacer allí su rutina, pero lo que sí es seguro es que afrontarán lo que venga en familia y codo con codo. 

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