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Entre aplausos y una cálida bienvenida, Andoni Ferreño ha hecho su entrada al plató de Y ahora Sonsoles para ser entrevistado por Pepa Romero, quien sustituye a Sonsoles Ónega durante el verano. El que fuera una de las grandes estrellas de la televisión en los años 90 ha acudido al programa para presentar su nueva obra de teatro: "El Teatro Bellas Artes era de los pocos que me quedaban por pisar en Madrid, y ahí vamos a estar con 'Se alquila', que me hace muchísima ilusión".
© AtresmediaUna vez acomodado en el sofá central del plató, la presentadora del espacio de Atresmedia dio paso a un emotivo vídeo que repasaba la trayectoria profesional de Andoni Ferreño, quien presentó Todo por amor en 2003 con tan solo 26 años. Su naturalidad, elegancia y educación lo catapultaron al estrellato, y pronto todas las cadenas querían contar con él entre sus filas. Compartió pantalla con grandes nombres de la comunicación como Pedro Piqueras, Mar Saura, entre otros, y llegó a conducir más de trece programas entre 2003 y 2009. A pesar del éxito televisivo, nunca abandonó su verdadera pasión: el teatro, al que continúa dedicado en la actualidad. "Enhorabuena a quien ha hecho este reportaje, este vídeo, porque hay imágenes que no recordaba en absoluto, y siempre es un placer volver a verlas", comentó visiblemente emocionado.
La televisión en los 90
A continuación, el que fuera una gran estrella de la pequeña pantalla también ha hablado de cómo fue trabajar en esa época y los cánones de belleza que había en ese momento: "Yo hubo una época que engordé y me comí a mí mismo. Había que cuidarse, estar bien. Existía esa tiranía. Me dieron un toque y me dijeron que me cortaban, que si no iban a tener que cambiar todo el vestuario", ha explicado entre risas. También ha confesado cómo fue trabajar con Norma Duval: "Era una bestia, era muy buena".
Su primer trabajo
El actor español también ha revelado cuál fue su primera oferta de trabajo y cómo lo vivió: "Mi primera oferta fue para un anuncio. Tenía que presentar un yogur en Canarias, y en aquel entonces, viajar en avión ya era para mí como sentirme Antonio Banderas. Luego empezaron a salirme pequeños papeles en películas y series de televisión, y fue ahí cuando alguien se fijó en mí. Me ofrecieron presentar, y al principio dije que no, porque sentía que no era lo mío. Pero con el tiempo me convencieron, y acabé pasando varios años en la televisión. Eran audiencias enormes, fue la época dorada de las cadenas privadas".
© AtresmediaPor qué se decantó por la televisión
Andoni también explicó por qué decidió trabajar en la televisión: "Yo había hecho series y, cuando llegaron las propuestas para televisión, al principio no quería. Pero me decidí por el dinero que me ofrecieron por un año de trabajo. Llamé a mi madre, le conté lo que me iban a pagar, y estuvimos llorando durante dos horas. Lo más bonito fue poder darles la satisfacción de ver que mi trabajo daba sus frutos. Mi padre siempre me dijo que me iba a ayudar a ser actor y a dedicarme a ello en serio. Si no, que me iría a trabajar de albañil con él. Mis padres me apoyaron en todo momento".
© AtresmediaSu matrimonio
"¿Qué papel ha desempeñado la familia en tu vida?", le preguntaba la presentadora. Una cuestión que Andoni Ferreño ha respondido de manera sincera y con el corazón en la mano: "Todo, todo. Por desgracia, con el tiempo pasa factura y algunos ya no están. Mi mujer es muy inteligente. Es una mujer que renunció a una gran carrera por mí. Ella tenía otro trabajo, igual, muy bien encaminada. Pero nos casamos. Y llegaron los peques y tal. Y ahora ha retomado su carrera profesional. Estamos bien. Es que ella vivió todo el nacimiento. O sea, ella no me conoció famoso. Ella me conoció siendo un estudiante de arte dramático".
© Atresmedia
© gonferreEl intérprete también ha hablado sobre sus hijos: "El primer viaje, cuando me fui, no sabía cuándo iba a volver. Ya había comprado un billete para mi mujer, para que viniera a verme. Yo podía estar tres, cuatro, cinco, seis meses, entonces sabía… te pedías un plan de producción de grabación y si te quedaban cuatro días libres, yo cogía un vuelo y me venía a España a mil decas que así me matan. Porque venía para estar horas en España. Para poder ver a mis hijos. Me he hecho Bogotá–Miami, Miami–Madrid, que son como 15, 17 horas, para estar un día en España… y volverme a rodar otra vez. Ahora estoy desenado que me hagan abuelo".
