Ni mitos de la sincronizada como Gemma Mengual u Ona Carbonell consiguieron en su día lo que ha logrado ella ahora. Solo con eso, basta para hacerse una idea de la hazaña de la que Lilou Lluís Valette puede presumir para el resto de su vida deportiva (que promete ser muy larga y exitosa). Tiene en su poder una medalla de oro obtenida nada menos que en unos Mundiales, la primera de su carrera, la que confirma que estamos ante un talento de primer nivel que seguro dará muchas alegrías a España.
Con un presente más que brillante y un futuro que promete ser aún mejor, tiene solo 18 años y el próximo lunes cumple los 19, por lo que no se nos ocurre mejor regalo que este para celebrarlo. La joven sirena se proclamaba este jueves flamante campeona en la categoría de dúo libre, junto a la gran estrella de nuestro país y sensación de esta cita de Singapur 2025, la catalana Iris Tió. Dentro de la piscina, forman una pareja increíble y perfectamente compenetrada que deja boquiabierto a cualquiera.
Tras firmar un ejercicio impecable y una impresión artística absolutamente espectacular, obtuvieron la puntuación más alta por delante de las italianas y las rusas (estas últimas las principales favoritas), dejando además a las chinas fuera del podio. Ver para creer respecto a lo que estábamos acostumbrados tradicionalmente en este tipo de acontecimientos, pero nuestras guerreras lo dieron todo bajo el agua y se llevaron un más que justo y merecido triunfo. La canción elegida para su impresionante puesta en escena fue la sugerente e hipnótica Escalate, de la artista belga Tsar B.
El público que ocupaba las gradas del World Aquatics Championships Arena era un clamor de vítores y aplausos hacia ellas, mientras Lilou -de madre francesa y padre español- rompía a llorar de emoción y felicidad en cuanto se supo el resultado definitivo. Abrazada a su compañera y a sus entrenadoras mientras se desataba la euforia, su mérito es muy remarcable puesto que viene de una historia personal que nos habla de superación y de no rendirse nunca aunque tengas que salvar diferentes obstáculos.
Nacida en Francia, concretamente en Perpiñán un 28 de julio de 2006, comenzó a formarse en natación desde que era solo una cría de cinco años. Con el tiempo se vio que apuntaba alto y que llegaría bastante lejos, si bien no pensaban lo mismo en su país. Al parecer, responsables del equipo nacional galo la descartaron y le dijeron que jamás podría estar en su selección. Por ello, decidió buscarse la vida fuera de casa y se mudo hasta aquí, hablando ya un perfecto castellano (aunque su acento la delata) por el tiempo que lleva.
Así lo contaban las comentaristas de TVE en su vibrante retransmisión de la gran final, subrayando este detalle tan llamativo que no es precisamente menor. Tras la gesta de Lluís Valette, desde luego que los que un día le dijeron que no valía para esto se deben estar tirando de los pelos. "Ella decidió aprovechar la nacionalidad de su padre para venirse aquí sola y apostar por la 'sincro', que era su sueño", remarcaban. Además, se daba otro dato muy interesante del pasado reciente de Lilou: "Con 17 años empezó a competir con España y ganó una medalla olímpica de bronce en París 2024, en el mismo país que la había rechazado".