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La emoción no deja de sucederse en Renacer. Si en los últimos episodios vivíamos una situación límite con Bahar y Timur en cuarentena tras contagiarse por un peligroso virus que ponía en juego sus vidas, ahora que apenas nos hemos recuperado de ese susto, Gülçiçek sufre un infarto y es ella quien permanece en estado crítico. La crisis sanitaria sigue muy presente, pero no es el único frente abierto. Esta semana la tensión se multiplica cuando un nuevo escándalo sacude los pasillos de la Fundación Peran: un asesinato tiene lugar en plena emergencia médica. La principal sospechosa forma parte del círculo cercano de los Yavuzoğlu y su aparición generará un auténtico caos, trastocando la poca tranquilidad que aún quedaba en el centro.
© Show TVEl personaje en cuestión es Leyla, la tía de Timur, que es detenida y trasladada en calidad de acusada, lo que deja al personal médico desconcertado. La mujer se niega a declarar, lo que dificulta el trabajo de la policía para esclarecer el caso. Aunque pueda parecer lo contrario, su silencio no responde a una negativa a colaborar, sino a un problema de memoria que le impide recordar lo sucedido en el supuesto crimen.
© Show TVTimur, convencido de su inocencia, se involucra por completo en el caso. Bahar, movida por el cariño que siente hacia Leyla, también se suma a la investigación. Ambos se embarcan en una carrera contrarreloj en busca de pruebas que demuestren que no es culpable, incluso si eso supone poner en riesgo su imagen o prestigio profesional o enfrentarse a decisiones difíciles dentro del hospital. Por suerte, no están solos. Doruk, tras seguir varias pistas, logra descubrir la verdad y al verdadero asesino del paciente, que acaba confesando los hechos, liberándola de toca culpa.
© Show TVAunque el culpable por fin sale a la luz, Leyla sigue sin recordar nada. Para ayudarla a recuperar la memoria, Timur y Bahar se verán obligados a fingir que su matrimonio no ha terminado. Una decisión que los obliga a convivir de nuevo y mantener las apariencias en un momento especialmente delicado para ambos, que además los pondrá en una complicada situación con Rengin y Evren, sus respectivas parejas.
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© MediasetEl rostro de Leyla resultará familiar a los seguidores de las telenovelas turcas. La actriz que la interpreta es Sumru Yavrucuk, una de las grandes damas de la actuación en Turquía. En España la descubrimos gracias a su papel de Meryem Aksoy en ¿Qué culpa tiene Fatmagül?, la primera telenovela otomana que llegó a nuestro país. Y desde entonces ha seguido conquistando al público patrio con personajes como Songül, la madre de Demet Özdemir, en Habitación 309 y más recientemente interpretando a Aysel, la matriarca de los Gümüşçü, en Una vida perfecta.
© Show TVSumru nació en Estambul en 1961 y es una de las actrices más respetadas de su país, con más de 40 años de carrera a sus espaldas. Dicen que a la tercera va la vencida y así sucedió con su vocación. “A los 13 quería ser psicóloga; a los 14, peluquera de perros… Ser actriz fue mi tercera opción, con 15”, contaba con humor en una entrevista con Semana. No fue un camino fácil: suspendió los exámenes del Conservatorio de Ankara, pero no se dio por vencida. Siguió formándose hasta lograr completar sus estudios en Ópera y Teatro como estudiante especial en la Academia Municipal de Bellas Artes de Estambul.
© @sumruyavrucukSu carrera profesional comenzó en 1982 en el Teatro Estatal de Estambul y desde entonces no ha parado. A lo largo de más de cuatro décadas ha trabajado en cine, televisión y teatro, su gran pasión. Ha protagonizado montajes tan aplaudidos como Shirley Valentine, Yaşar Ne Yaşar Ne Yaşamaz o Kimsenin Ölmediği Bir Günün Ertesiydi, y también ha ejercido como directora escénica, demostrando su versatilidad artística.
© @sumruyavrucukEn su currículum figuran también películas como Seni Seviyorum Rosa, Bizi Hatırla o Annem, y series que han sido todo un fenómeno en Turquía como Yabancı Damat, Sevgili Dünürüm o Baraj, entre otras. Su primer premio no lo recibió en Turquía, sino en Barcelona. En 1984 viajó a España para representar a su país en un festival de pantomima con un grupo de personas con discapacidad auditiva, dirigiendo un drama. Aquella experiencia, además de cumplir su sueño de conocer nuestro país, le valió un galardón que, a día de hoy, sigue considerando el más valioso de una carrera en la que ha sido reconocida en más de 40 ocasiones. Pese a todo ello, la actriz asegura que la suya no es una trayectoria de éxito sino "de lucha constante y búsqueda de la felicidad".
© @sumruyavrucukSu pasión y entrega por la actuación le han llevado a vivir momentos que podrían parecer sacados de un guion, como cuando en diciembre de 2018 se envenenó en plena función en Marmaris al beber un líquido tóxico pensando que era agua. Esto le obligó a ser hospitalizada de urgencia, pero por suerte todo quedó en un susto. Al día siguiente le daban el alta y lo celebraba de la mejor manera que sabe: sobre un escenario.
© @sumruyavrucukEn lo que respecta a su vida sentimental, en 2002 se casó con el cantante Erdinç Ünlü, del que se separó tres después. Desde entonces ejerce de madre soltera con Yagmur, su hijo adoptado que ahora tiene 18 años. En su tiempo libre a Sumru le gusta practicar deporte, adora la pintura, el diseño de ropa, la técnica del marmoleado y plantar árboles medicinales. Una artista polifacética que, sin duda, dará mucho juego con su incorporación a Renacer.
