Si hay algo de lo que Johnny Depp se siente verdaderamente orgulloso en su vida, es de la hermosa familia que ha formado junto a sus dos hijos: Jack, de 23 años, y, Lily-Rose, de 26. Aunque suele ser muy reservado con respecto a su vida privada, el intérprete de Piratas del Caribe no pierde oportunidad de presumir de ellos cuando se le presenta la ocasión. Se muestra feliz y satisfecho con el camino que ambos han elegido. Siguiendo los pasos de su famoso padre, aunque de forma muy distinta, los dos han encontrado su propio lugar en el mundo del arte. Lily-Rose ha conquistado el cine y la moda, destacando como actriz —con su papel en Nosferatu— y también como modelo reconocida. Jack, por su parte, ha optado por una vía más discreta pero igualmente creativa, muy cercana a los inicios de su padre, quien antes de ser actor se dedicó a un oficio completamente diferente.
Al igual que su padre a su edad, el joven de 23 años está explorando distintas opciones profesionales en busca de aquella que realmente lo haga feliz y le permita sentirse plenamente realizado. Por este motivo, alejado del foco mediático, pasó un tiempo trabajando como camarero en un restaurante libanés en L'Area de París, ubicado en el barrio de Bastille. El propietario del local, Chueke, contó al Daily Mail cómo era el hijo del actor en su faceta laboral: "Era un buen empleado", reveló. También comentó que tanto la madre de Jack, Vanessa Paradis, como su hermana, Lily-Rose Depp, eran clientas habituales del restaurante. Además, desde el primer día, Jack dejó claro que no deseaba un trato especial y, en la medida de lo posible, procuró mantenerse al margen de la atención pública.
Otro de los caminos que ha explorado es el de la música, al igual que hicieron los protagonistas de Esperando a los bárbaros o Asesinato en el Orient Express, quienes incursionaron en esta industria convirtiéndose en miembros de la banda Tunnel. En 1986, fue guitarrista de la agrupación de rock estadounidense Rock City Angels. El baterista Ringo Jukes relató que dos integrantes ya conocían a la estrella cuando se presentó a la audición. Aunque al principio fue escéptico, confesó: "Después de dos ensayos, me impresionó mucho. Tocaba la guitarra de forma increíble". Sin embargo, su paso por el grupo fue breve: solo permaneció seis meses, ya que decidió enfocarse en la actuación. "En realidad, era un músico que terminó dedicándose a interpretar papeles. De algún modo, me entristece, porque no creo que pudiera retomar la música y ser reconocido como un artista auténtico. Recuerdo que estaba frustrado con todo lo relacionado con la interpretación. Pero necesitaba el dinero, porque todos estábamos sin un centavo", añadió su excompañero.
De hecho, Johnny Depp tiene claro que su vástago, va a seguir sus pasos como artista: "Mi hijo Jack... dibuja de maravilla. También toca muy bien la música. Tiene un don para eso", declaró a The Philippine Daily Inquirer en 2014. Cuatro años después, en una entrevista con Rolling Stone, contó que el joven de 23 años, había debutado en un grupo con un nombre muy divertido y original: "El chico dice: 'Payaso Boner'. No necesitamos una prueba de paternidad. Ese es mi hijo", bromeó. Cabe recordar que tanto su hijo como Lily-Rose son fruto de la relación del actor americano con Vanessa Paradis en los años 90. Sin duda, una de las relaciones más célebres del mundo del espectáculo y que más titulares acapararon. De su amor, que duro 14 años y que nunca pasó por el altar, nacieron sus dos hijos en común.
Durante una reciente entrevista para The Sunday Times, Johnny sacó su lado más sentimental y confesó que echaba de menos su rol como progenitor. "Yo era papi. No puedo explicar cuánto me encantaba que me llamasen así. Después, de repente, papa se fue por la borda y ya me llamaban dad", se lamentaba, haciendo referencia a un cambio de palabra que, en nuestro idioma, sería como pasar de papi a papá. Depp es padre de dos hijos, ambos fruto de su relación con la modelo y actriz Vanessa Paradis: está Lily-Rose, de 26 años. Los años se alejan de nosotros, ¿no? [...] Tengo el síndrome del nido vacío", confesó a la cabecera.