Alejandro Sanz continúa en el ojo del huracán. Como supimos el pasado martes, el reconocido cantante se ha visto envuelto en una intensa polémica tras las declaraciones viralizadas en redes sociales por la ex fan Ivet Playà, quien asegura que su relación con el artista comenzó cuando ella tenía 18 años y él 49, alcanzando un vínculo “íntimo y sexual” que, según su testimonio, acabó convirtiéndose en “una pesadilla”. Pero ¡HOLA! ha podido hablar con el círculo más cercano e íntimo de Alejandro Sanz, y esta es la historia, según nos la cuentan.
Para entender los matices, hay que poner en contexto la historia. Como cualquier estrella internacional, Alejandro Sanz cuenta con un gran comunidad fiel de fans y, algunos de ellos, lo dejan prácticamente todo por seguirle en sus giras, ocupándose de realizar las pancartas, imprimir camisetas, dar difusión en redes sociales, entre otras iniciativas. Esta labor es valorada por el artista, que les devuelve ese cariño y respeto con gran estima y consideración llegando, incluso, a darles en ocasiones un trato preferente, como entrar a las pruebas de sonido o tener un trato más cercano. En definitiva, son parte de esa gran familia que acompaña al cantante, pero no son miembros de su staff.
En el caso de Ivet Playà, según ha revelado a ¡HOLA! el entorno de Alejandro su historia comienza así: le seguía en cada uno de sus conciertos y, con el tiempo, se hizo cada vez más cercana al personal de confianza del artista, demostrando su entrega y profesionalidad, hasta el punto de que llegaron a contratarla para hacer algunos trabajos dentro del equipo, aunque no tenía contacto directo con Alejandro Sanz. La fan estaba cada vez más cerca de su sueño...
Cuando el cantante madrileño y Rachel Valdés rompen su relación, Ivet y Alejandro se conocen personalmente, en un momento de extrema vulnerabilidad, como confesó él mismo en sus redes sociales. En esa época se habló mucho de una posible depresión y de un momento muy bajo anímicamente para el cantante y, en ese momento, es cuando se produce ese vínculo que el círculo íntimo de Sanz define como esporádico. Algunos encuentros que no llegaron a más por circunstancias de la vida: los sentimientos no siempre son correspondidos como a uno le gustaría, lo que hace que ella se sienta desilusionada con la relación, que además tenía una idealización absoluta del artista, que salta por los aires cuando conoce al hombre.
La historia sigue
El entorno de Sanz continúa su relato revelando que, un tiempo después, Ivet se vuelve a poner en contacto con Alejandro, le traslada unas necesidades económicas personales y le hace una petición. Al parecer, Alejandro ayuda a mucha gente, pero lo hace de forma desinteresada, no a cambio de otra cosa, motivo por el que rechaza la petición. A partir de ese momento, ella ya habría anunciado presuntamente a compañeros de su equipo la intención de de hacer pública una historia que para Alejandro poco o nada tiene que ver con la que ella ha contado.
Testimonio explosivo en TikTok y la réplica del cantante
En un vídeo de unos 10 minutos, Ivet Playà, ex-fan y empleada, vuelve a escena con un relato íntimo que apunta a abuso emocional y manipulación, y cuenta cómo, tras conocerlo en redes sociales en 2015, acabó trabajando para él y viajando por España para asistir a sus conciertos. “Me siento engañada, utilizada, humillada e incluso sucia… me dio miedo”, confiesa. Un día después, Sanz respondió desde sus redes: “Ivet, yo tenía un recuerdo muy bonito de nosotros dos, personas adultas compartiendo su cariño, siendo libres. Qué pena que este sentimiento se haya roto ahora”. Además, afirmó que Ivet le había propuesto una inversión en mayo, que él declinó, negando cualquier comportamiento cuestionable. Según las propias palabras del artista, admite que se ha podido equivocar manteniendo una relación con esta chica, pero segura que nunca ha sido deshonesto.
Un choque de versiones
Por un lado, Ivet anuncia que dispone de “pruebas demoledoras” –mensajes, fotos y pantallazos– que respaldarían sus acusaciones. Mientras tanto, el entorno de Sanz sugiere que la joven pudo estar motivada por razones económicas.
La disputa ha generado un fuerte debate en redes, mezclado entre posibles pruebas gráficas por parte de Ivet y la versión del entorno de Sanz, que apunta a “fines económicos”.
Este inesperado choque de versiones pone en jaque la imagen pública del artista, en un momento clave de su carrera. Con la joven prometiendo presentar evidencias y él respondiendo con firmeza, todo indica que el tema dará más que hablar en los próximos días.