Ir al contenido principalIr al cierre de página
La familia de la tele© familiadelatele

Adiós definitivo

3 expertos analizan la caída de 'La familia de la tele': 'No tenía sentido una versión domesticada de 'Sálvame''

Profesionales del sector explican a ¡HOLA! las razones del escaso impacto del programa de TVE, que termina este miércoles


Actualizado 17 de junio de 2025 - 20:55 CEST

Mes y medio después de su esperado desembarco en Televisión Española, La familia de la tele está a punto de correr el telón. María Patiño y Belén Esteban, junto a Inés Hernand y Aitor Albizua, han tenido la difícil tarea de conquistar al mayor número posible de espectadores de las tardes. Sin embargo, no han logrado el éxito esperado y este miércoles, 18 de junio, se despiden de la parrilla televisiva, emitiendo su último programa tras los malos datos de audiencia de los últimos días. 

La familia de la tele© RTVE

A medida que el programa iba perdiendo fuerza, sus presentadores y colaboradores intentaban mantener una actitud positiva y defender el trabajo realizado. "No está siendo nada fácil. Yo me acostumbré a estar en programas de más éxito y la vida real probablemente sea esto", comentó María Patiño. Por su parte, Belén Esteban añadió: "¿Qué nos va bien? Bien. ¿Qué nos va mal? Mal. Pero, ¿sabéis qué? Vamos con mucha ilusión y que sea lo que tenga que ser".

La familia de la tele© RTVE

Tras conocerse el futuro definitivo de La familia de la tele, tres expertos nos ayudan a entender cómo un especio que parecía tener todos los ingredientes para triunfar se encuentra al borde del abismo.

"La causa fundamental de su fracaso ha sido el intento de TVE de importar y domesticar un formato 'salvaje' como era 'Sálvame'"

¿Qué ha fallado?

Desde Barlovento Comunicación, consultora audiovisual y digital, consideran que la competencia ha jugado un papel fundamental en el resultado del programa. "La fortaleza de la convocatoria de Sueños de libertad en Antena 3 es el principal causante de que La familia de la tele no haya despegado en ningún momento en La 1", explican. "Por otro lado, existe un panorama competitivo muy fuerte con TardeAR en Telecinco y El diario de Jorge, que ya recuerda a la emisión original de Sálvame. Con la disputa tan fuerte en la tarde entre Antena 3 y Telecinco, se hace difícil encontrar hueco para otro formato”, añaden.

Desde su punto de vista, la estructura original del programa, con dos bloques separados por la emisión de La promesa y Valle salvaje, no ha jugado en su contra, sino todo lo contrario. "Ha jugado con el factor expectación y, además, ha ayudado a maquillar sus discretos resultados de audiencia. Pensar que tal vez otra estructura hubiera funcionado mejor, por ejemplo, primero las telenovelas y luego todo el programa, es ahora ciencia ficción", aseguran. Sin embargo, tienen claro que la última decisión de la cúpula, la de reducir la duración del programa y ubicarlo a última hora de la tarde, "suena a principio del fin". "RTVE ya ha publicado que, una vez emitidos los episodios comprometidos, no renovará", señalan.

La familia de la tele© familiadelatele

Por su parte, Laura Martínez Jiménez, docente e investigadora en estudios feministas de la comunicación y la cultura, considera que el fracaso del programa se debe única y exclusivamente a su propia naturaleza y no a la competencia. "La causa fundamental de su fracaso, en mi opinión, ha sido el intento de TVE de importar y domesticar un formato ‘salvaje’ como era Sálvame, que funcionó precisamente porque no tenía reglas (o muy pocas), lo que permitió a su equipo ser y hacer un espectáculo fascinante que es, como dijo Jorge Javier Vázquez, parte de la cultura popular de nuestro país. Sálvame no hubiera tenido sentido ni cabida en la televisión pública; pero tampoco lo tiene su versión homeopática y disciplinada, que es La familia de la tele".

Martínez Jiménez sostiene que el planteamiento original del programa tampoco ayudó a conectar con el público. "Hicieron creer que La familia de la tele era una de las prioridades de Televisión Española, pero esa estructura interrumpida y arrítmica dejaba en el público una sensación de encaje forzado de un formato en una programación que no parecía tener cabida ni sentido".

Para Antonia Nogales, doctora en Periodismo, La familia de la tele "era una apuesta arriesgada". "Se trataba de un formato inédito en las tardes de la televisión pública, que desde hace muchos años se componían con una estructura invariable de producción ajena y franja corta. Este formato contenedor en directo y de producción propia cambiaba mucho ese perfil. Nunca se pueden establecer teorías exactas a este respecto pero, probablemente, haya supuesto un cambio demasiado grande que no ha encontrado respaldo en la audiencia de TVE, ni tampoco ha logrado atraer a públicos nuevos lo suficientemente representativos en número", analiza.

"Existen muchos presentadores que han protagonizado sonoros fracasos y luego se han vuelto a reencontrar con el público en otros formatos"

¿Han pesado las expectativas sobre los presentadores?

Desde Barlovento también analizan si las altas expectativas sobre el programa han influido en los presentadores. "Entendemos que más que la presión y la expectativa por las audiencias, el corsé de una cadena como La 1 y su misión de servicio público ha sido clave. El formato ya abandonó Telecinco sin tener unos datos excesivamente malos, pero en La 1, con los resultados tan discretos, se hace aún más complicado", destacan.

Martínez Jiménez, por su parte, añade: "Ellos mismos reconocieron que no se sentían del todo libres en pantalla. Mi impresión es que el equipo original de Sálvame estaba muy ilusionado con este fichaje. Pero esta ilusión ha venido acompañada de una enorme responsabilidad por trabajar en la televisión pública, además de una notable falta de libertad, comodidad, fluidez, ritmo y química, que se explica por el intento de domesticar una fórmula 'salvaje' como la de Sálvame”.

La familia de la tele© familiadelatele

A pesar del terrible desenlace del programa, el equipo de Barlovento y Martínez Jiménez coinciden en que la imagen pública de los presentadores y colaboradores no debería verse afectada. “Las personas que trabajan en los medios de comunicación con una gran exposición pública son supervivientes, acostumbradas a naufragar con muchos proyectos y a resurgir con algún que otro éxito. Lo normal es que los programas no cuajen o acaben cayendo; la excepción es el éxito, y sostener ese éxito en el tiempo es casi un milagro hoy”, defiende Martínez Jiménez.

"La memoria actual del espectador suele ser bastante frágil"

"Este tipo de fracasos no tiene por qué afectar a sus profesionales. Existen muchos presentadores que han protagonizado sonoros fracasos y luego se han vuelto a reencontrar con el público en otros formatos. Por ejemplo, Jesús Vázquez tuvo una tibia acogida con Operación Triunfo en Telecinco en 2005, pero en 2008, con el mismo presentador al frente, alcanzó altos datos de audiencia y recuperó parte del impacto mediático de las primeras temporadas”, sostienen desde Barlovento.

La familia de la tele© familiadelatele

Nogales también coincide con ellos. "La memoria actual del espectador suele ser bastante frágil. Son muchos los proyectos que comienzan y se frustran, por lo que con frecuencia se olvidan antes de que generen consecuencias o puedan 'lastrar' carreras", dice. 

¿Ha influido la crítica en redes en la imagen del programa?  

Tanto el equipo de Barlovento como Martínez Jiménez están de acuerdo en que las campañas en redes sociales contra La familia de la tele no han sido determinantes en su tropiezo. "La audiencia de las redes sociales es solo un reflejo de lo que ocurre en este medio. Existen formatos que han sufrido una crítica voraz en redes sociales, como por ejemplo La Revuelta antes de su estreno, y al arranque han funcionado de manera adecuada o incluso sobresaliente", apuntan en Barlovento.

"Es muy difícil que formatos que ya se han emitido en el pasado vuelvan a triunfar; la sociedad cambia y los gustos también"

"Reducir la opinión pública española a 'lo que pasa en las redes' puede distorsionar cualquier análisis. Igualmente, no creo que una 'campaña’ en redes sociales deba condicionar las decisiones de profesionales del más alto nivel que dirigen entes públicos. Aun siendo una fórmula televisiva comprensiblemente (e incluso legítimamente) cuestionada en el marco del servicio público que debe brindar RTVE, el formato parecía condenado al fracaso incluso antes de su estreno", asegura Martínez Jiménez. "Y no porque el contenido 'rosa' o 'del corazón' no funcione televisivamente, sino porque la forma de hacerlo, una versión homeopática y disciplinada de Sálvame, sencillamente no tiene sentido".

La familia de la tele© RTVE

Nogales, en cambio, tiene otra opinión. Según ella, es "probable" que el impacto de las críticas en redes sociales haya afectado al porvenir de La familia de la tele. "Es un formato que nació ya con cierta polémica, lo cual no es exclusivo de este programa. Son varias las iniciativas de la etapa reciente de Televisión Española que han generado críticas o un especial cuestionamiento. Ocurre siempre con la televisión pública, dado que la ciudadanía siempre se siente con más derecho a opinar en el caso de un medio público. No obstante, en la actual etapa de Televisión Española esto se ha radicalizado bastante (suele ocurrir cuando gobiernan partidos progresistas), dado que se critica la cuantía de la realización de un programa o los presentadores que se contratan con mucha mayor vehemencia, y se relacionan estas decisiones con una motivación ideológica o partidista.

"Es un formato inédito en las tardes de TVE, que desde hace muchos años se componían con una estructura invariable de producción ajena y franja corta"

¿Y ahora qué?  

Tras lo sucedido con La familia de la tele, nos preguntamos qué ingredientes debería tener un programa de este tipo para funcionar en la actualidad. Desde Barlovento lo tienen claro: "Una ubicación sin una competencia tan frontal y una cadena sin encorsetamientos en su línea editorial".  

“¡Es una pregunta muy difícil!”, exclama Martínez Jiménez. Como investigadora y telespectadora, destaca que la "naturalidad" es esencial en estos contenidos, sin tratar de disfrazar el programa o evitar las contradicciones inherentes. Advierte que no se debe "cebar" constantemente información vacía, ya que "acaba cansando al público". Los profesionales deben ser "carismáticos", pero también aportar "información verificada" y "contexto" sobre los personajes y sus historias. 

La familia de la tele© RTVE

De cara al futuro, Nogales apela a la prudencia: aprovechar la pausa estival para reorganizar la franja y volver en septiembre con una apuesta más ajustada a las tendencias actuales como "los concursos basados en juegos de mesa tradicionales, la inclusión de personalidades del mundo de las redes sociales en formatos más clásicos, los formatos que participan en algún sentido de la realidad virtual y del componente tecnológico, o los que cuentan con representación de personas con diversidad funcional". "También siguen en auge las actualizaciones de formatos vintage, pero esto en mi opinión debe hacerse teniendo en cuenta los cambios de roles, de códigos y de pautas de consumo de las nuevas audiencias", matiza.  

"El equipo de La familia de la tele debería poder despedirse del público en su propio programa"

¿Cómo debe anunciarse su posible cancelación?

"La decisión más acertada siempre suele ser la que la audiencia vaya a identificar de un modo más natural y menos impostada con el producto en sí", explica Nogales. "Es decir, si se trata de un formato desenfadado, con una apariencia de frescura e improvisación, lo más idóneo sería una despedida en esos mismos términos. También sería recomendable un programa de transición, dando la bienvenida y entrevistando quizás a quienes se van a hacer cargo de la franja a través del nuevo programa que vaya a arrancar en sustitución del anterior", aconseja. 

Posado de los colaboradores de 'La familia de la tele' en el estreno del programa© GTRES

Martínez Jiménez cree que el equipo de La familia de la tele debería poder "despedirse del público en su propio programa". A nivel corporativo, RTVE "podría emitir un comunicado si esa es la norma que aplica habitualmente a la cancelación de cualquier otro programa".  

"Hay público para todo, pero no para cualquier cosa"

¿Qué enseñanzas nos ha dejado La familia de la tele?

Según Barlovento, “es muy difícil que formatos que ya se han emitido en el pasado vuelvan a triunfar; la sociedad cambia y los gustos también". “Éxitos como El Grand Prix del Verano o Cifras y Letras son la excepción y no la norma. Además, ‘la desubicación’ de los protagonistas, en un formato que trataba de encajar ‘la irreverencia’ con la línea de servicio público de RTVE, algo a priori – y como se ha visto, a posteriori también– complicado”. 

Martínez Jiménez, por su parte, cree que "hay público para todo, pero no para cualquier cosa". "La clave para atraer y fidelizar a este público interesado en un contenido ‘rosa’ está en cómo se hace ese contenido. Que sea un contenido ligero no tiene que significar que se descuiden sus formas. Y con ‘descuidar sus formas’ también me refiero, en el caso de La familia de la tele, a no entender que la fórmula Sálvame funcionó en unas condiciones concretas que difícilmente pueden replicarse en la televisión pública”. 

La familia de la tele, según Nogales, nos ha enseñado que "los formatos contenedor ya no tienen cabida en la televisión actual". "Hace décadas eran muy recurrentes, sobre todo destinados al público infantil, o de contenido familiar en las franjas de noche de los fines de semana. Hace mucho que este modelo cambió, especialmente por sucesivas mutaciones en las formas de consumo audiovisual y en la multiplicación de la oferta. Estamos acostumbrados a emisiones de principio a fin sin interrupciones más allá de cortes publicitarios", manifiesta.  

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.