Han pasado 11 años desde que Eugenia Osborne viviera el episodio más duro de su vida. Fue el 23 de noviembre de 2013 cuando ingresaba durante seis días en el Hospital General de Jerez de la Frontera con riesgo de parto para dar la bienvenida a Sandra y Leticia, las dos mellizas que nacieron fruto de su historia de amor con su exmarido, Juan Melgarejo. Lo que debería haber sido uno de las épocas más felices, se convirtió en un infierno. Ocho días después de dar a luz, Leticia no pudo sobrevivir y falleció. Un tema del que la hija de Bertín Osborne ha hablado en contadas ocasiones, como ahora, que se ha abierto en canal y con el corazón en un puño ha confesado: "Todavía la siento dentro de mí".
Eugenia Osborne ha concedido una sincera entrevista en el programa de 'Madres: desde el corazón', programa de Mitele presentado por Cruz Sánchez de Lara. La influencer, que es madre de tres hijos, Juan, Sandra y Tristán, pero también de Leticia, ha abierto su corazón y ha hablado sobre la pequeña, quien falleció a los ocho días de nacer. Tal y como ella misma ha explicado en el citado espacio, su segundo embarazo no fue buscado y se enteró de la noticia cuando su primer niño tan solo tenía un año de vida: "Vino por sorpresa. Me enteré de que eran mellizas y lloré de miedo. Iba a estar sola". Unas palabras a las que hace referencia a que su entonces pareja vivía en Italia por trabajo y ella en Madrid.
Muy emocionada y sin poder contener las lágrimas, Eugenia Osborne ha explicado que al ser un parto doble, tenía que guardar reposo, pero que a las 27 semanas de gestación, decidió irse a Jerez a pasar un fin de semana con sus seres queridos: "Me fui a Jerez para pasar el fin de semana con mi familia y aprovechar para recoger ropa que me dejaba mi hermana de bebés para las niñas. Cuando me volvía en tren con Juan -su hijo mayor- ahí empecé a sangrar y me llevaron al hospital. Tenía que aguantar todo lo que pudiera para no dar a luz porque estaba en la semana 27ª de gestación".
Con la voz entrecortada ha explicado que "Leticia no aguantó y a los ocho días de lar a luz perdió la vida. Tuve que decirla adiós. Sandra llegó con parto natural porque ya estaba casi fuera, y Leticia fue por cesárea de urgencia porque querían manipularla lo menos posible para evitar daños. Recuerdo el momento en el que sentí que la bolsa de Sandra se rompía, y yo veía mucho movimiento de los médicos. No estaba mi ginecólogo porque al ser cesárea en quirófano tenía que hacerlo otro. Juan no podía entrar, y yo me acuerdo de que estuve sola, despidiéndome de él y de mi hijo mayor", subraya la creadora de contenido entre lágrimas.
Justo en este momento, Eugenia Osborne se ha roto recordando este doloroso momento y ha confesado: "Se aprende a vivir con ello, pero no se supera. No creo que se pueda superar. Yo a veces sigo sintiendo a Leticia moviéndose dentro de mí, probablemente es cosa de mi cabeza, pero llego a sentir que está aquí, en mi barriga, es una sensación súper rara, y no lo olvidas". La hija de Bertín Osborne ha confesado que a pesar de que han pasado casi 12 años, el dolor sigue presente y que sufre el síndrome del miembro fantasma, que se refiere a la sensación de que un miembro amputado todavía esté presente, aunque físicamente no. "Me llevaron en silla de ruedas a la zona de neonatos, y cada una estaba en una incubadora, eran muy chiquititas. Sandra pesó 800 gramos y Leticia 750, no parecían bebés", ha contado.
Su tercer embarazo
Posteriormente ha relatado cómo fue su tercer embarazo dos años después de esta tragedia: "Aviso, el DIU falla. No me lo esperaba. No me vi preparada después de todo lo que había pasado, pasé mucho miedo. Mi útero no aguanta el peso de los niños, y eso se sabe a partir del segundo embarazo, y por desgracia algunos niños se quedan en el camino. Me tuve que someter a un procedimiento médico para no abortar: un cerclaje cervical. Me cosieron el cuello del útero para evitarlo, manchaba de vez en cuando y era un susto...". A pesar de ello, Tristán nació sin complicaciones y de forma "maravillosa".
La muerte de su madre
"Éramos su vida, nació para ser madre", ha comenzado explicando la hija de Bertín al hablar de su madre. Bertín y Sandra se divorciaron en 1991 tras convertirse en marido y mujer en 1977 cuando él tenía 21 años y ella 22. Pese a tomar caminos separados, "hablaban todos los días por teléfono, se querían mucho, eran como íntimos amigos", ha explicado Eugenia. La vida de su familia cambió de manera drástica cuando en 2003, Sandra fue diagnosticada de leucemia. Finalmente falleció el 13 de agosto de 2004 en Sevilla, a los 50 años. "Una semana antes de que falleciera mi madre a mí me habían operado en el mismo hospital en el que se encontraba ella, y yo estaba en la habitación de al lado. Recuerdo que antes de sedarla estaba agarrándome la mano para ver que yo estuviera bien. Para ella lo éramos todo, hasta cuando se estaba muriendo. Y esa fue la ultima vez que la vi despierta", ha contado.
"Ese es el segundo peor momento de mi vida, me enteré por la televisión. En esos momentos mi padre estaba intentando hacerlo bien, se estaba esperando a llegar a casa para contárnoslo. Él estaba con Alejandra, que se encontraba destrozada, ten en cuenta que fue ella quien cuidó a mi madre. Pero a mi padre no le dio tiempo y salió primero en la prensa. Llegó mi padre y llamó al timbre, algo que nunca hacía, y se quería morir de pensar que me había enterado por televisión. Le abrí la puerta, le eché la bronca y cuando terminé, él estaba con los ojos rojos y la lágrima cayendo, y me dijo: '¿Me puedes dar un abrazo?'. No fui capaz de llorar en todo el día, estuve súper enfadada", ha explicado Eugenia con el corazón en un puño.