La impactante confesión de Jordi González sobre su destino: 'Sé que moriré a los 78 años'

Jordi González ha regresado a la televisión y se ha mostrado como nunca antes lo había hecho, más humano, sincero y con una historia que estremece y emociona a partes iguales. El que fuera presentador de Supervivientes, de 62 años, ha roto su silencio para compartir la experiencia más dura de su vida, una vivencia que, según él mismo, le ha cambiado para siempre.

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Todo comenzó a principios de año, durante unas vacaciones en Medellín, Colombia. Lo que prometía ser un viaje de descanso se convirtió en un mal sueño. Jordi González comenzó a sentirse mal, tenía dificultad para respirar y una sensación de ahogo que no presagiaba nada bueno. "Salí de casa por la mañana y, al volver, me faltaba el aire”, ha recordado con angustia en una entrevista a la TV3 en el programa Col·lapse .

Después de acudir al médico, tuvo que ser ingresado de urgencia y, a partir de ahí, se vio inmerso en una espiral sin retorno. Le diagnosticaron una bronconeumonía bilateral, una grave infección en los pulmones y que se agravó con una crisis renal, que le condujo directamente a la UCI. "Me dejaron ingresado y ya no recuerdo nada más hasta muchas semanas después", ha confesado. Fueron dos meses en cuidados intensivos, tres de esas semanas en coma inducido, en los que se debatió entre la vida y la muerte.

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El despertar fue desconcertante. Una enfermera tuvo que explicarle que no llevaba dos días en el hospital, sino casi dos meses. "Fue en ese momento cuando fui consciente de lo mal que había estado", ha confesado Jordi, aún sorprendido por la magnitud de lo vivido. La recuperación no fue fácil. Una traqueotomía le obligó a reaprender a hablar, algo especialmente duro para alguien cuya voz es su herramienta de trabajo. Pero, con esfuerzo y mucha fuerza de voluntad, el presentador ha vuelto a ser el de siempre, aunque con una percepción de la vida distinta, en la que no puede obviar que existe un antes y un después. 

Jordi González ha confesado, con una sinceridad aplastante, que siempre ha sentido que su final llegará mientras duerme en un avión, en uno de esos vuelos cruzando el Atlántico, y que lo sabe desde que tenía 14 años. Además, ha expresado su deseo de que, cuando ese momento llegue, suene en concreto una canción como el último homenaje a su vida y sus recuerdos. "Sé que moriré a los 78 años en un vuelo yendo o volviendo de América, durmiendo en un avión; lo sé desde los 14 años. Pido que cuando me muera suene la canción de Always in my mind, de Elvis Presley", señaló en una declaración que dejó a todos sin palabras. 

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En su reaparición televisiva, Jordi ha decidido contar su historia sin contraprestación económica alguna. Ha preferido hacerlo voluntariamente en TV3 y regresa dispuesto a disfrutar de cada instante. “Me gustaría hacer una televisión más de autor que la que he estado haciendo en los últimos 20 años”, señaló después de abordar una historia de superación que ha conmovido a la audiencia  y con la que ha querido dejar claro que este renacer personal también marcará un nuevo rumbo profesional.