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Si hablamos de familias carismáticas y con peso en nuestro país, los Arguiñano son una de ellas, pero en el ámbito de la cocina. Karlos, el patriarca de esta saga culinaria, ha marcado generaciones con su estilo inconfundible de cocinar y de transmitir sus conocimientos gastronómicos a través de sencillas recetas. Ahora, su hijo Joseba, continúa con el legado, aportando su propia esencia. Padre e hijo acudirán esta noche al plató de El hormiguero, donde serán entrevistados por Pablo Motos. Pero no en igualdad de condiciones porque, mientras para cocinero más mediático de la televisión, esta será su 14ª visitas al programa de Motos, su hijo se sentará por primera vez en el plató de las hormigas para compartir anécdotas y hablar de su trayectoria en el mundo de la cocina.
© josebaarguinanoKarlos Arguiñano fue pionero en nuestro país en llevar el mundo de la cocina a la televisión. Empezó en este medio hace 35 años y con su lema “rico, rico y con fundamento” y su inconfundible hoja de perejil para decorar sus platos se metió a la audiencia en el bolsillo. Joseba es el único de los siete hijos del cocinero que ha seguido sus pasos en el mundo de la televisión, además de la cocina. En realidad, los siete hijos del cocinero están vinculados a los negocios de la familia, bien directamente en los restaurantes y sus fogones y bodegas, o en ala administrativa de los mismos.
© GTRES
© Rubén BlythSin embargo, Joseba es el más parecido a su padre, y no solo físicamente. Este ha seguido los pasos de su padre, aunque su enfoque ha sido diferente: mientras Karlos ha conquistado a los espectadores con recetas tradicionales y su inconfundible sentido del humor, Joseba ha encontrado su pasión en la panadería y la pastelería, siguiendo más la línea de su tía Eva Arguiñano, reconocida experta en dulces, a la que hemos visto en Bake Off: famosos al horno. De hecho, tiene distintos negocios en Zarautz (una bombonería y un obrador de pan).
© karlos_arguinanoDesde pequeño, Joseba mostró interés por la cocina y debutó en televisión con solo 14 años, preparando una mayonesa para unos huevos rellenos en el programa de su padre. Años después, se ha convertido en un rostro habitual de la televisión autonómica vasca y colabora en Cocina abierta de Karlos Arguiñano, el espacio que su padre lidera en Antena 3.
Identidad propia y padre de tres hijos
A sus 40 años, Joseba ha logrado consolidarse como un chef con identidad propia. Su estilo fresco y moderno ha conquistado a miles de seguidores en redes sociales, donde comparte recetas y consejos culinarios. Compagina sus apariciones en televisión junto a su padre y en Historias a Bocados, con sus dos obradores, situados en el País Vasco. Además, su faceta como repostero le ha permitido diferenciarse dentro del legado Arguiñano, aportando un toque dulce a la tradición familiar.
© josebaarguinanoEn lo personal, Joseba es un apasionado del surf y ha viajado por el mundo en busca de las mejores olas, desde Australia hasta Bali. También le gusta la pelota vasca, a patinar, montar en skate y dar paseos por el monte. Mantiene una relación estable con Natali Fuentes, una colombiana que llegó a España gracias a una beca universitaria y se quedó en el País Vasco. La pareja tiene tres hijos, el pequeño de solo unos meses.
© josebaarguinano
© josebaarguinanoPor su parte, Karlos Arguiñano, a sus 76 años, sigue siendo un referente en la cocina televisiva. Con más de tres décadas en pantalla, su programa ha pasado por diversas cadenas y sigue liderando la audiencia en Antena 3. Su estilo cercano y su habilidad para combinar recetas con chistes han hecho de él un icono de la gastronomía española. Aunque ha mencionado en varias ocasiones que su retiro podría estar cerca, sigue disfrutando de su trabajo y de la compañía de su familia.
La visita de Karlos y Joseba a El Hormiguero promete ser una velada llena de humor, anécdotas y, por supuesto, buena cocina. Padre e hijo compartirán su experiencia en los fogones y hablarán sobre cómo es trabajar juntos, además de revelar detalles sobre sus próximos proyectos. Sin duda, será una oportunidad para conocer más de cerca a la familia Arguiñano y descubrir cómo Joseba ha sabido mantener vivo el legado de su padre, pero con su propio sello.
