Cincuenta años? ¿Que Angelina Jolie, la musa rebelde de un Hollywood en flor, ha cumplido, este 4 de junio, cincuenta años? Increíble, pero cierto. Ella ha logrado, a lo largo de su extensa carrera, ser un punto y aparte siempre imprevisible; una continua exclamación cada vez que desfila por las alfombras rojas, un interrogante al pasar de un amor a otro en su juventud salvaje, y unos puntos suspensivos del tamaño del mundo, cuando protagonizó uno de los procesos de divorcio más tristes y desgastantes de los últimos años hollywoodienses.
Porque si sus cincuenta años nos dejan ojipláticos, no menos impactados nos quedamos al recordar que el amor se le acabó (con Brad Pitt) hace nueve años. La hija de Jon Voight —con quien no ha mantenido una relación siempre fácil— y Marcheline Bertrand —cuya muerte, en 2007, trastocó toda su vida— ha sorteado mil y una dificultades, pero ¿qué hace que mantenga esa dualidad entre la extremada sensibilidad y fragilidad, con una fortaleza que le permite seguir reinventándose en un espacio a veces tan hostil como Hollywood? He aquí diez claves que podrían ayudarnos a ponernos en su piel.
En la actualidad, la actriz vuelca toda su energía en sus hijos, en su deseo de prestar su voz a los más necesitados y en su carrera artística, delante y detrás de las cámaras
1. Cosmopolita de la cabeza a los pies
Por las venas de la actriz corre sangre germanocheca, por parte de su padre; y francocanadiense, por vía materna. Además, comprometida con el país de origen de su hijo mayor, tiene doble nacionalidad, estadounidense y camboyana.
2. Amores de cine… literales
Se ha casado tres veces y, como no podía ser de otra manera, a sus tres maridos los conoció durante un rodaje. Con Jonny Lee Miller, con quien se casó vestida de cuero negro, compartió set en Hacker. De Billy Bob Thornton se enamoró en Fuera de control. ¿Y qué decir de Brad Pitt? En el rodaje de Mr. & Mrs. Smith, saltaron chispas. Formaron un squad de cine, con sus seis hijos abanderando su amor; sin embargo, el cristal de la felicidad se quebró en mil pedazos.
En septiembre de 2016, un jarrón de agua fría cayó sobre la cabeza de los más románticos del planeta, después de que la actriz solicitara el divorcio de manera unilateral. Y no, no hubo vuelta atrás. Mientras que el actor parece haber recompuesto su corazón roto al lado de Inés de Ramón, Angelina Jolie parece haber invisibilizado sus sentimientos por el género masculino, y vuelca toda su energía en sus hijos, en su firme convicción por prestar su voz a los más necesitados —estuvo vinculada con ACNUR veinte años— y en su carrera, con papeles tan demandantes como el que le hizo ponerse recientemente en la piel de Maria Callas.
3. Extraña relación con la muerte
Comenzó muy joven su carrera como modelo. Su 1,69 de estatura, su delgadez y su rostro anguloso y matemáticamente perfecto le abrieron las puertas al mundo de la moda. Sin embargo, ella estuvo tentada a dejarlo todo obsesionada con la idea de ser… ¡directora de una funeraria!
4. Tensas relaciones con su padre
Cuando los hijos de Angelina Jolie y Brad Pitt han mostrado su claro distanciamiento a su padre, retirándose el apellido Pitt… no hacían más que lo que hizo su madre, décadas atrás, cuando decidió borrar la sombra de Voight. Por otro lado, la separación de sus padres, cuando apenas tenía un año, no ayudó a que Angelina Jolie tuviera una relación distendida con el famoso actor que le dio vida.
5. De familia
Lo que es más que obvio es que, más allá de las disputas, desde que era una niña, Angelina Jolie se movió como pez en el agua por los sets de rodaje. De hecho, Jacqueline Bisset fue su madrina y, como tal, le dictó las directrices de una carrera muy meditada.
6. Infancias rotas
Aunque aparentemente tuvo de todo en su infancia, a veces le faltó lo básico: el amor y la comprensión. Sufrió bullying en la escuela y esto la llevó a experimentar con el dolor propio como forma de rebeldía. Llegó a confesar que se autolesionaba la piel con objetos punzantes. En su día, explicó que lo hacía porque se sentía enjaulada y no sabía cómo liberar toda la energía creativa que tenía. También sufrió trastornos alimentarios. Sin embargo, su delgadez es fruto, en buena parte, de su genética.
7. Nunca digas "nunca"
Curiosamente, esta madre de familia numerosa no tuvo, durante su adolescencia y primera juventud, ningún instinto maternal. Más bien, aseguraba que nunca sería madre biológica. Sin embargo, hoy en día es la orgullosa madre de seis jóvenes: Maddox, Pax, Zahara, Shiloh, Knox y Vivienne. En 2006, con el nacimiento de Shiloh, se convirtió en madre biológica por primera vez.
8. Un cuerpo escrito
El cuerpo de la actriz se ha convertido en un lienzo en el que sus tatuajes cuentan su historia. Uno de los más curiosos es el siguiente con números romanos: XIII V MCMX, la fecha en la que Winston Churchill pronunció la siguiente frase: "No tengo nada que ofrecer más que sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas". Las coordenadas geográficas del lugar de nacimiento de sus hijos también están impresas en su piel.
9. "Rarita"
Su papel de Lara Croft le vino como anillo al dedo, a mediados de los 90. Su obsesión explícita por la muerte la llevó a coleccionar cuchillos y a ser una gran aficionada a las artes marciales. Solo para este papel, dio clases de kickboxing, lucha callejera, submarinismo, además de dar clases de dicción para reproducir un perfecto acento inglés.
10. Todo por sus hijos
Aquella mujer, que coqueteaba con la muerte en su juventud, se convirtió en alguien convencido de que quería vivir para no perderse nada de la vida de sus hijos. En 2013, Angelina Jolie reveló, en un artículo de opinión en The New York Times, que se había sometido a una doble mastectomía después de que los doctores le indicaran que corría un alto riesgo de padecer cáncer, la enfermedad que sufrió su madre y que acabó con su vida, a la temprana edad de los cincuenta y seis años.