Este sábado amanecíamos con una noticia inesperada que rápidamente ha generado numerosos comentarios: la posible relación entre María Dolores de Cospedal, de 59 años, y Fernando Portillo, padre de Ana Cristina Portillo, hija menor de la recordada Sandra Domecq. Tanto El Mundo como Vanitatis publicaban que la ex secretaria general del Partido Popular y expresidenta de Castilla-La Mancha habría sido vista compartiendo planes en Sevilla con el empresario, desde una jornada en la Feria hasta momentos distendidos de tapeo por la ciudad. "Ella está contenta y feliz", aseguraban.
En ¡HOLA! nos hemos puesto en contacto con personas del entorno más cercano de los protagonistas para contrastar esta información. Según nos explican estas fuentes, que prefieren mantener el anonimato, "es cierto que son amigos por amigos en común". Una versión que insisten en matizar: "Que sepamos son amigos", añaden. Y concluyen con cautela: "Esto es todo lo que sabemos".
Cospedal, a quien vimos el pasado jueves en Las Ventas disfrutando del arte de Roca Rey, se separó en octubre del empresario Ignacio López del Hierro, con quien estuvo casada durante 15 años, de 2009 a 2024. La propia expolítica explicó entonces que el motivo de la ruptura fueron "las desavenencias en la convivencia".
Antes de este matrimonio, la que fuera ministra de Defensa estuvo casada durante tres años con el aristócrata canario José Félix Valdivieso-González y Bravo de Laguna. La boda se celebró por la Iglesia y, en 1998, obtuvieron la nulidad eclesiástica.
A los 40 años, Cospedal tomó una decisión que marcó su vida: convertirse en madre soltera. "Lo hice consciente y responsablemente, tras esperar cuatro años una adopción de un niño o una niña búlgara que nunca pudo ser y después de someterme a una fecundación in vitro. Quería ser madre y no tenía pareja", confesó en una entrevista con Yo Dona. Un deseo profundamente meditado y, como ella misma ha dicho, su mayor compromiso vital. "Educarle y tenerle entre mis brazos es la gran apuesta de mi vida", añadió sobre su hijo Ricardo.
Por su parte, Fernando Portillo es una figura discreta y poco dada a los focos, a pesar de haber formado parte de una de las familias más conocidas del panorama social. Estuvo casado con Sandra Domecq, exmujer de Bertín Osborne, con quien tuvo a su única hija, Ana Cristina Portillo.
Además de empresario, cultiva con gran sensibilidad su pasión por la fotografía. La última vez que se le vio públicamente fue el pasado 28 de septiembre, cuando acompañó a su hija en un día muy especial: su boda con Santiago Camacho en la catedral de Jere