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Para Claudia Jiménez Revuelta, conocida en el mundo artístico como Claudia Ula, el próximo 21 de junio será un día muy especial. Tras un noviazgo de ocho años con Vicente Benítez, la mayor de los tres hijos de la empresaria y modelo Raquel Revuelta está a punto de dar el 'sí, quiero' al analista de inversión, de 30 años, en una boda íntima y llena de significado. Sin embargo, tras la alegría de este paso tan importante, se esconde una profunda emoción marcada por la ausencia irreparable de su padre, el empresario y abogado Miguel Ángel Jiménez, que falleció el 13 de febrero de 2020, a los 55 años de edad, tras no poder superar una operación en la que le iban a implantar una válvula cardíaca.
Claudia ha vivido, desde entonces, un camino de amor, pérdida y superación que se refleja en cada detalle de esta boda tan esperada. "Hace cinco años te di el último beso en los pasillos de la sala de espera... aún lo llevo en mi mejilla", confesó, en una ocasión, con la voz entrecortada, recordando ese instante que marcó para siempre su vida. Un recuerdo que, aunque doloroso, también es el símbolo de un amor que trasciende la distancia y el tiempo.
© Victoria MuñozDe ahí que la elección del lugar no es casualidad. Zahara de los Atunes, ese rincón mágico del sur de España que Claudia y su familia han hecho suyo, será testigo de su promesa de amor. Allí, donde su prometido le pidió matrimonio y donde descansan las canizas de su padre, la novia sentirá su presencia de una manera especial. “Casarme cerca de donde está él es mi forma de mantenerlo cerca, de sentir que me acompaña en cada paso”, confiesa.
Los hermanos de Claudia, Miguel Ángel y Nicolás, serán quienes la acompañen hasta el altar, convirtiéndose en el símbolo vivo del legado paterno que sigue latiendo en su familia. Un gesto lleno de fuerza y cariño que le brinda el soporte que necesita en un día tan cargado de emociones ya que, como ella misma dice, “a mi padre le hubiese encantado llevarme al altar, estaba muy orgulloso de mí”.
© Victoria Muñoz"Casarme cerca de donde está él (mi padre) es mi forma de mantenerlo cerca, de sentir que me acompaña en cada paso"
La historia de amor entre Claudia y Vicente es una historia de resiliencia y apoyo mutuo. Su padre siempre fue un pilar que aprobó y bendijo su relación, incluso en los momentos de distancia.”Tengo la tranquilidad de que conoció bien a Vicen. Compartió muchos años de nuestra relación, cuando éramos más jóvenes, y siempre le dio su visto bueno. De hecho, más de una vez le decía: “Déjala, déjala. No es tu novia ahora. Vive, disfruta… ya volverá”. Y así fue. Estuvimos separados durante cuatro años”. La vida les dio un giro inesperado cuando Vicente regresó justo el día que su padre falleció, una coincidencia que para ella es un signo poderoso de que está con ellos, cuidándolos desde donde esté: “Fue muy significativo. Vicen siempre ha sabido lo que mi padre significaba para mí. Y que regresara a mi vida justo ese día fue como una señal. Fue muy fuerte, muy simbólico”.
Para este día tan especial, Claudia ha elegido un vestido diseñado por Victorio & Lucchino, un reflejo de su elegancia y sensibilidad, que combinará a la perfección con la emotividad del momento cuando entre en la iglesia del brazo de dos de sus personas más queridas, sus hermanos Miguel Ángel y Nicolás. “Son mi apoyo, mi fuerza y lo más parecido que tengo a mi padre ahora mismo”, asegura.
Ese día será, sin lugar a dudas para todos, una celebración de vida, amor y memoria. Un día donde el pasado y el presente se entrelazarán para dar paso a un futuro lleno de esperanza y felicidad de la pareja.
© Victoria Muñoz
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