Los bailarines Joaquín de Luz y Kayoko Everhart se han casado en un escenario de auténtica película, tras cinco años de relación y un hijo en común.
Ha sido el propio artista quien ha compartido la feliz noticia a través de sus redes sociales, con una imagen impresionante en la que aparece con su mujer, posando como si bailaran sobre las rocas, con un mar infinito de fondo y un cielo espectacular pintado de azul y salpicado de nubes blancas. "Recién casados", ha escrito dentro de un corazón, unas alianzas y la canción Simple Love Song, de Anuhea.
Formado con Víctor Ullate y con una brillante carrera internacional, Joaquín de Luz, de 49 años, dirige actualmente la programación de Veranos de la Villa 2025.
Por su parte, Kayoko, de 42 años y origen japonés, es la primera bailarina de la Compañía Nacional de Danza. "Mi primer contacto con la danza fue en Japón, cuando tenía cinco años. Mi abuela, mi madre y yo nos vestíamos con un kimono e íbamos a clases de danza tradicional", contó la artista en una entrevista a ¡HOLA!.
En esa conversación con la revista, Kayoko compartió algunas de sus otras pasiones: la moda, la joyería, la jardinería y, sobre todo, la familia. Aunque evitó pronunciarse específicamente sobre su historia de amor con el bailarín madrileño, sí habló abiertamente de su papel como madre: "Una vez que termino los ensayos, salgo corriendo a recoger a mis hijos del colegio", desveló cuando le preguntaron como era un día en su vida.
Cabe recordar que Kayoko es madre de una niña, Ayo, de seis años, fruto de su anterior relación con uno de los actores más atractivos del panorama español, Martiño Rivas.
Todo parecía felicidad a su alrededor, hasta que el controvertido ascenso de la bailarina a primera figura de la Compañía Nacional de Danza en 2020 destapó dos grandes secretos: su ruptura con el actor y el inicio de su romance con Joaquín de Luz, entonces director de la compañía. A pesar del revuelo mediático, las estrellas del ballet continuaron con su historia de amor y, el 13 de septiembre de 2021, se convirtieron en padres de un niño llamado Kairo.
Aunque Joaquín de Luz y Kayoko son muy discretos con su vida privada, las muestras de cariño en sus redes sociales son frecuentes. El bailarín dedica habitualmente mensajes de amor a su esposa, a quien llama cariñosamente "mi roca". "Es una compañera fuerte, independiente, sensible, talentosa, hermosa, realizada, madre, amante, amiga, hombro donde llorar y mi crítica más exigente… mi admiración por ella no tiene fin. Sin duda, me ayuda en mi búsqueda constante de ser mejor".