La llegada de Emmanuel Macron y su esposa Brigitte a Vietnam, primera parada de una gira presidencial por el Sudeste Asiático, ha dejado de lado la agenda diplomática para convertirse en el epicentro de un revuelo mundial. Todo sucedió por un gesto inesperado y captado en vídeo, que ha dado la vuelta al mundo y ha desatado un auténtico tsunami en redes sociales y medios de comunicación.
¿Qué ocurrió exactamente?
A su llegada a Hanoi y nada más abrirse las puertas del avión oficial, se puede ver cómo Brigitte propina un manotazo a su marido en el rostro. Macron, confundido, mira al exterior consciente de que las cámaras han sido testigos de un momento aparentemente incómodo. No obstante, segundos despué, vemos cómo el presidente se recompone y se asoma sonriente para saludar a los presentes. Al bajar las escaleras, Macron se gira para ofrecerle el brazo a su esposa, como suele ser habitual, pero Brigitte lo ignora y prefiere apoyarse en la barandilla para bajar del avión, lo que aparentemente deja entrever cierta tensión entre la pareja.
Mientras algunos ven ese instante como un manotazo, otros se empeñan en decir que no va más allá de un gesto cómplice. Lo que está claro es que la polémica está servida. El video se viralizó de inmediato, generando una avalancha de comentarios y especulaciones. Desde el Elíseo han intentado restar importancia al asunto, llegando incluso a sugerir en un principio que las imágenes podían haber sido manipuladas digitalmente. Sin embargo, tras confirmarse la autenticidad de las mismas, la versión cambió y los portavoces del entorno presidencial calificaron el incidente como una “pequeña disputa” o incluso "una broma" entre el matrimonio. "Fue un momento en el que el presidente y su esposa se relajaban antes del inicio del viaje, estaban bromeando. Es un momento de complicidad”, explicaron fuentes del entorno presidencial.
La escena reúne todos los ingredientes para convertirse en uno de los momentos más comentados del año: una pareja presidencial bajo los focos, un gesto inesperado, (tal vez polémico) y una reacción espontánea ante las cámaras. Mientras algunos interpretan el gesto como una simple broma de pareja, otros lo ven como un signo de tensión en la relación. Lo cierto es que, más allá de la agenda política, la supuesta 'bofetada' de Brigitte Macron ha eclipsado cualquier otro titular de la visita oficial y sitúa a la pareja francesa en el centro de la atención mundial.