Megan Montaner y Eva Ugarte han acudido a El Hormiguero este jueves para presentar la nueva película que protagonizan juntas, La buena suerte, que llegará a los cines el próximo 6 de junio. Pero también hubo tiempo para hacer un repaso por sus carreras como actrices, revelaron la oportunidad que les cambió la vida y hablaron de los trabajos que tuvieron antes de lanzarse al mundo de la interpretación.
Sus 'golpes de suerte'
Las dos actrices explicaron que su nuevo trabajo es un thriller romántico en el que la suerte juega un papel fundamental para todos sus protagonistas, algo por lo que Pablo Motos aprovechó para preguntarles: "¿Cuál diríais que fue vuestro golpe de suerte a nivel profesional?"
"Mi golpe de suerte fue el casting que hice con Berto Romero para 'Mira lo que has hecho', que además fui la última, fue una cosa muy mágica, y eso me cambió la carrera. En ese momento yo pensaba que me había equivocado de profesión, echaba currículums para dar clases de teatro porque llevaba un año y medio en el que no pasaba nada", desvelaba Ugarte sobre el punto de inflexión que marcó su futuro profesional.
En cambio, Megan no lo tenía tan claro a la hora de decidir: "A mí 'Sin identidad' me cambió bastante", recordó sobre la ficción de Antena 3. "Luego también la llegada de 30 monedas con Álex de la Iglesia fue un cambio bastante drástico, pero la buena suerte está continuamente, a la hora de que nos siguen saliendo proyectos", añadió la acriz de Entre Tierras.
Pablo Motos también quiso compartir su golpe de suerte: "A mí me pasó que un día vino Will Smith al programa y cantó el 'Torito Bravo' del Fary, ese vídeo se hizo famoso en todo el mundo y a partir de ahí fueron las cosas mejor", recordó el presentador.
Eva Ugarte fue Blancanieves en DisneyLand
Pero antes de adentrarse en el mundo de la interpretación, ambas cuentan con un abanico de profesiones. "Era camarera de las que aguantan un montón porque cuando vienen los típicos, a las tres o las cuatro de la mañana, ya un poco borrachos", explicaba Montaner. Ugarte también sumaba anécdotas: "Fui Blancanieves en Disneyland París. Vendía joyas y figuritas de cristal. Quería ir a aprender francés y una amiga se animó a venir conmigo, y nos vestían de princesas, con una tiara y todo, y tenías que echarle morro", explicó.