Los protagonistas de Una nueva vida han conquistado al público con la historia de amor (y desamor) entre Seyran y Ferit, marcada por los conflictos y presiones familiares, las decisiones personales y una química innegable que traspasa la pantalla. Pero, más allá del drama que viven sus personajes, también hay escenas que han supuesto un auténtico reto para Afra Saraçoğlu y Mert Ramazan Demir, los actores que les dan vida. Ha habido momentos muy intensos: grandes peleas, enfrentamientos, bodas por obligación, terribles pérdidas y un sinfín de instantes dramáticos, tantos que nos costaría averiguar cuál ha podido ser el más difícil para ellos. ¿Sabes cuál es? ¡Los propios actores lo desvelan y puede que te sorprendan!
Dada la impulsividad de los dos personajes y la fuerza y pasión con la que viven su relación, en las buenas y en las malas, uno se inclinaría a pensar que el momento más complejo del rodar para ambos podría ser alguna de sus monumentales riñas en las que la rabia hablaba por encima del amor, sin embargo, cada uno tiene una visión y una toma diferente que les ha marcado de manera especial. En el caso de Mert, la escena más difícil que le ha tocado interpretar, y eso que ha tenido unas cuantas, no está relacionada directamente con Seyran, sino con uno de los miembro de su familia.
Hace tan solo dos semanas vivíamos uno de los momentos más desgarradores de la ficción: el trágico fallecimiento de Fuat (Doğukan Polat) en un accidente de tráfico. Una noticia que dejaba rota a la familia y al público y que fue el momento más complicado de rodar para Demir en los tres años que ha durado la serie. Además de ser una secuencia emotiva e intensa, era muy exigente también técnicamente debido a los efectos especiales y a la climatología.
¿Quién no recuerda a Ferit vagando destrozado por los pasillos del hospital en busca de un lugar donde protegerse del dolor? En la puerta del centro médico se derrumba desconsolado mientras un aguacero cae sobre él, como si eso pudiera limpiar lo que acaba de suceder y su sufrimiento, mientras Seyran permanece a su lado apoyándolo sin poder hacer nada. Aunque su sentimiento nos atravesó, el actor tuvo que estar pendiente de muchas cosas, además de transmitir sus emociones, para que todo saliera perfecto.
“Fue un estrés increíble”, reconocía el protagonista de Şahmaran en una entrevista con una marca de bebidas de la que es imagen al recordar esa jornada como una de las más extenuantes de todo el rodaje. “Tenía que grabarse una sola vez, el día se iba. Había un sistema de aspersores y cada vez que me metía bajo la lluvia, tenía que salir de nuevo”, explicaba. Esa presión por capturar la emoción en una única toma, sumada al frío y a la incomodidad del agua, convirtió la secuencia en uno de los momentos más complejos de su carrera. Sin embargo, el resultado final fue tan impactante y real que se ha convertido en una de las escenas más recordadas por los seguidores de la serie, que llegaba a su final en Turquía el pasado 4 de abril.
Para Afra Saraçoğlu, su mayor desafío fue una escena submarina para el avance de la tercera temporada del exitoso drama, no solo por su carga emocional, sino también por las exigencias físicas del rodaje. En la secuencia, Seyran y Ferit se abrazan bajo el agua, se miran, se sonríen… Pero, de repente, una fuerza invisible los separa, llevándolos en direcciones opuestas, a pesar de sus intentos por resistirse. Una imagen cargada de simbolismo y una metáfora perfecta de su relación: dos personas que se aman, pero que parecen condenadas a luchar contra los condicionantes externos que les impiden estar juntos.
“Fue un proceso muy intenso y emotivo retratar la lucha de Seyran”, aseguraba la protagonista de La señora Fazilet y sus hijas en una entrevista con Elle Arabia. Aunque la escena no estaba tan cargada de acción como otras más dramáticas, el hecho de estar sumergida en el agua y tener que mantener la calma mientras interpretaba esa complejidad emocional fue todo un reto. “Hacía mucho tiempo que no buceaba y esa escena siempre será la que me llevó al límite, tanto mental como físicamente, en mi carrera”, afirmaba. dejando constancia de que las cosas detrás de las cámaras no son tan sencillas como las vemos en la pantalla .
Como han demostrado los dos intérpretes, más allá de la carga emocional de estos instantes, hay un esfuerzo físico y técnico que, aunque a menudo pasa desapercibido, es esencial para transmitir esos sentimientos al espectador. Ambas situaciones, la de Afra y la de Mert, tienen en común el agua —en un caso, bajo el mar; en el otro, bajo la lluvia—, pero también el hecho de haber marcado a sus protagonistas y de haberse quedado grabadas en la memoria del público, transformándose en momentos que, por distintas razones, se han convertido en dos de los más recordados de Una nueva vida.