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Después de un tiempo alejada del foco, Maite Zaldívar ha reaparecido en el programa de Y ahora Sonsoles siete meses después de la muerte de Julián Muñoz para hablar de algunos de los episodios de su tumultuosa relación con el exalcalde de Marbella. Ha compartido detalles inéditos, como las palabras exactas que Julián le dijo el día de su segunda boda, celebrada tan solo nueve meses antes de su fallecimiento. A muchos les sorprendió que se casaran después de haber vivido tantos desencuentros en el pasado, y ahora ha confesado el motivo real por el que volvió a contraer matrimonio.
© GtresonlineDetalles inéditos del día de su boda
"El día que nos casamos estábamos en el notario, fueron mis hijas y mis yernos que fueron los testigos”, confesó, revelando un detalle hasta ahora desconocido. En el momento del enlace “Me dijo: ‘Somos una familia otra vez’. Porque era muy clásico, dentro de lo golfo que era. Le dije toma que te dejaste esto hace 20 años”, refiriéndose a su alianza de boda. "El anillo de bodas que tuvimos te lo doy otra vez y se puso a llorar como un niño", confesó. Mayte reveló que dos años antes de morir quería dejar de vivir porque pensaba que ya había hecho su cometido. Sin embargo, los dos últimos años se aferró a la vida de una manera, pero era porque nos tenía a todos. Y me tenía a mí que yo era un apoyo, le regañaba mucho. A él le gustaba que yo le regañase”, contaba.
El expolítico antes de morir revelaba que atravesaba una complicada etapa a nivel de salud, pero que a su vez estaba viviendo "uno de los momentos más felices de su vida". Julián Muñoz y Maite Zaldívar habían compartido casi tres décadas de matrimonio cuando se produjo su mediático divorcio y 17 años después de aquella ruptura, la expareja volvía a pronunciar el sí, quiero dejando atrás polémicas y rencores. La empresaria explicó que no era porque estuviese muy enfermo, sino una decisión que él había meditado y desde que salió dela cárcel quería compensar todo el daño que la había causado a la madre de sus hijas. Después de que Mayte estuviera un tiempo dándole largas, finalmente se casaron el 30 de enero de 2024 a las 10:00 horas en una notaría de Marbella.
© GTRESSu pareja, Fernando Marcos
Maite quiso aclarar que legalmente volvía a estar casada con Julián Muñoz, pero fue un hecho simbólico porque ella continuaba su relación con su pareja Fernando Marcos, con el que lleva dos décadas y quien se mantiene al margen del foco mediático después de que participaran juntos en Supervivientes 2018. "Julián tenía muchas ganas de casarse. Yo seguía y he seguido con Fernando, para mí no cambió nada, pero cuando los médicos ya dijeron que su enfermedad había llegado al fin, yo no quise que se muriera con esa pena. ¿Y por qué no? Dos personas que se han querido tanto, que han tenido una familia tan bonita..", señaló. "Hay que perdonar y yo cuando perdono olvido y olvidé todo lo malo que había hecho", quiso añadir.
© GTRESSus palabras hacia Isabel Pantoja
La que fuera esposa de Julián Muñoz no quiso despedirse sin antes recordar los años más convulsos de su historia de amor, aquel triángulo amoroso que se fraguó sin esperárselo con Isabel Pantoja. "Yo a ella la culpo de meterse en mi casa. Viene a Marbella, yo soy muy amiga de la familia de su primer marido, y haces confianza con ella y haces amistad. Pero si te estás acostando con mi marido, no vengas a contarme tus penas, a mí déjame en paz", afirmó de un modo rotundo. La empresaria recordó con dolor aquella época: "Julián y yo hablamos sobre aquello cuando había pasado mucho tiempo. Él perdió la cabeza, me confesó que la fama le volvió loco y que por eso se fue con ella. Nos dejó a todos, abandonó a sus hijas y a su nieto, y eso no se lo pude perdonar nunca". Además, reveló que Pantoja fue la última, pero no la única en la lista de traiciones: "Yo le pillé una vez una infidelidad y le dije que sería la última. Luego me enteré de que habían sido muchas. Conmigo fue un golfo y un sinvergüenza, lo de corrupto lo dijeron los jueces, todavía no se le hademostrado nada".
© GTRESSu primera noche en la cárcel
El relato de Maite no se detuvo ahí. La cárcel también forma parte de sus recuerdos más amargos. “En la cárcel, mi ventana daba al patio y la suya también. Lo veía saludándome y yo le reprochaba todo el tiempo”, confesó. Sobre su primera noche en prisión, habló con crudeza. "La pasé en una celda con una mujer holandesa que no hablaba español. Yo estaba en un rincón de mi cama, porque tenía miedo y lloré mucho, lloraba porque no entendía nada, de sufrimiento y pena, por lo que había dejado fuera". La dureza de aquel día aún la persigue: “Fue un día muy amargo. Estuve por la mañana con mi familia, que estaba deshecha. Les dije que del cementerio no se salía, pero de ahí sí. Hay olores y sonidos de la cárcel que no olvido".
