Es uno de los juicios más mediáticos de los últimos tiempos en Estados Unidos, el que ha comenzado este lunes en Nueva York y que tiene a Sean 'Diddy' Combs como protagonista. El cantante estadounidense de 55 años se sentará en el banquillo por una serie de presuntos delitos que habría cometido durante dos décadas, por lo que se espera sea este un proceso complejo y con muchas aristas. El primer paso ha sido la selección del jurado popular en el Tribunal Federal de Manhattan, mientras que los alegatos iniciales se han programado para el 12 de mayo.
El afamado productor musical se enfrenta a múltiples cargos, que van desde encabezar una organización criminal hasta la agresión sexual o la trata y explotación de mujeres. Unos hechos que se remontan a 2004 y se habrían mantenido en el tiempo, supuestamente, con la ayuda de sus socios y empleados. A la que fuera estrella internacional del hip-hop también se le imputan también otras acusaciones como secuestro, trabajo forzado, soborno, chantaje, incendio provocado, ocultación de pruebas, fraude y obstrucción a la justicia. Esto es, que no parece tener demasiada escapatoria, mientras actualmente sigue encarcelado desde que fuera arrestado el pasado 17 de septiembre.
El intérprete de I'll Be Missing You, quien se ha declarado inocente, rechazó llegar a un acuerdo con la fiscalía en su última audiencia previa al juicio, que se prevé dure unas ocho semanas. Esta sostiene que el ganador de tres Grammys "incurrió en un patrón persistente y generalizado de abuso y manipulación" hacia sus víctimas, que era tanto "verbal, como físico y emocional". Al mismo tiempo, se cree que ordenaba que estas personas fueran trasladadas en avión privado hasta él, organizando fiestas que duraban varios días y donde se consumían todo tipo de drogas para mantenerlas "sumisas y obedientes".
El artista conocido anteriormente como Puff Daddy, que lleva casi ocho meses recluido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, habría agredido repetidamente a mujeres durante muchos años, con puñetazos, arrastrándolas, arrojándoles objetos y pateándolas. Una violencia extrema que llegaba hasta tal punto de casi arrojar por el balcón de un apartamento a una de ellas, a la que dejó suspendida en el aire y sujeta solo a la barandilla. Las controlaba con dinero, sustancias estupefacientes y amenazas, advirtiéndolas que hundiría sus carreras si estas no accedían a sus deseos y pretensiones. Por todo ello, se cuenta con al menos de estas cuatro afectadas para que testifiquen contra él durante el proceso.
En cuanto a la pena que le puede caer, la petición que se ha formulado es unos 50 años de prisión pero, si finalmente es declarado culpable de todos los cargos, podría ser condenado incluso a cadena perpetua. Su equipo legal liderado por Brian Steel, a quien veíamos llegar este lunes a la Corte, señala que estas chicas que han denunciado al cantante son "exnovias que mantuvieron con él relaciones duraderas y consentidas, sin ningún tipo de coacción".
Pese a ello, hay un vídeo de 2016 registrado por las cámaras de seguridad de un hotel de Los Ángeles (California) que, ahora, se antoja como una evidencia clave para que el peso de la ley recaiga sobre el acusado. En dicha grabación, se ve a P. Diddy atacando ferozmente a su entonces pareja, la cantante de R&B Cassie, tirándola al suelo y humillándola. Unas imágenes que difundió la CNN, por las que el agresor habría pagado en su día 50.000 dólares al establecimiento para que no vieran la luz.
La selección del jurado popular
Doce personas serán las responsables de decidir el destino de Sean Combs, y para su elección han tenido que rellenar previamente un cuestionario. Ahí, se les ha preguntado si conocían este caso, si se han visto involucrados en sucesos de índole sexual, qué opinan sobre la aplicación de la ley, cómo ven a los artistas de hip-hop o si aprueban el hecho de que alguien tenga varias parejas sentimentales a la vez.
Asimismo, se ha querido saber si conocían 'celebritries' como Kanye West, el actor Michael B. Jordan o el cómico Mike Myers, pero eso no implica que estos sean llamados como testigos o nombrados nuevamente durante el procedimiento. Antes de que los posibles jurados entraran en la sala, tal y como recoge People, el juez Arun Subramanian bromeó diciendo que la lista de nombres en este caso era particularmente larga. "Me sentí como si estuviera leyendo un apéndice de El Señor de los Anillos", dijo.