Derrumbe en un restaurante de Palma de Mallorca: al menos cuatro muertos y más de una veintena de heridos

El 'Medusa Beach Club' se encontraba lleno de clientes cuando la terraza de la primera planta del local se vino abajo

Por HOLA.com

Los clientes del restaurante 'Medusa Beach Club' se encontraban disfrutando de una animada y cálida noche cuando, de repente, se produjo el desastre. La terraza del local ubicado en la primera línea del mar en Playa de Palma, concretamente en  el número 35 de la calle Cartago, sufrió un colapso en su estructura y se desplomó estrepitosamente sobre la primera planta, dejando a numerosas personas atrapadas y según las últimas informaciones, cuatro personas han fallecido. Además hay al menos 27 heridos, de los cuales siete de ellos estarían en estado crítico y nueve en estado grave, según datos del centro de coordinación de emergencias 112.

El jefe de Bomberos de Palma, Eder García, apuntó como causa probable del hundimiento el sobrepeso en la terraza. Según su relato, la terraza de la primera planta se habría venido abajo seguramente por sobrepeso y del impacto -de tres o cuatro metros- ha caído sobre la bóveda, que también ha cedido. Debajo, en el sótano, estaba ubicada la zona de los comensales, que es donde se han encontrado más víctimas.

Todo ocurrió en torno a las 20.30 horas de la tarde de ayer mientras algunos de los clientes, en la mayoría extranjeros, bailaban en la zona de chill out  cuando la terraza se desplomó bajo sus pies provocando una lluvia de cascotes sobre aquellos que se encontraban disfrutando de la gastronomía de la isla en la planta inferior. Los que lograron salir por su propio pie y salvar su vida comenzaron a gritar pidiendo ayuda logrando que se organizara así uno de los mayores dispositivos de emergencias que se recuerdan en Palma de Mallorca en los últimos años para intentar sacar lo antes posible con vida a las personas que se encontraban atrapadas.

 'Operativo silencio'

Durante las labores de rescate, los responsables del operativo pidieron, en castellano e inglés, completo silencio a los cientos de turistas y ciudadanos congregados en torno al establecimiento siniestrado por si algún ruido pudiera revelar la presencia de víctimas atrapadas.

Al lugar del siniestro además de los Bomberos de Palma también acudió la Policía Local que se encargó de desalojar los locales de hostelería anexos así como el servicio de emergencias sanitarias 061, que movilizó más de una decena de ambulancias. Todos ellos han estado trabajando hasta altas horas de la madrugada escudriñando con minuciosidad la zona tanto por si aún se encontraban personas con vida bajo los cascotes como si había peligro de otro posible derrumbe.

Tanto la presidenta del Govern balear, Marga Prohens como el alcalde de la capital balear, Jaime Martínez acompañados por el Jefe Superior de Policía de Baleares, José Luis Santafé, se desplazaron hasta la zona para seguir sobre el terreno las operaciones de rescate. 

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lamentado lo sucedido y ha trasladado a la presidenta de Baleares, la disposición del Ejecutivo a colaborar “con todos los medios y efectivos que sean necesarios”. “Quiero mandar mis condolencias a las familias de las personas fallecidas y mi deseo de pronta recuperación a los heridos”, ha escrito en su cuenta oficial de X. 

Investigaciones

Según informa el diario Última Hora, el Grupo de Homicidios y la Policía Científica de la Policía Nacional se han hecho cargo de la investigación y tratan de aclarar si el local realizó algún tipo de reforma. El Ayuntamiento también investiga si 'Medusa Beach Club' contaba con todos los permisos de apertura. 

El Ayuntamiento de Palma ha decretado tres días de luto y ha convocado para este viernes un pleno extraordinario y un minuto de silencio. Según ha informado el consistorio, las tres jornadas de luto comenzaron la pasada medianoche y se prolongarán hasta el domingo.

Los otros graves derrumbes de la isla 

El siniestro ocurrido este jueves en Palma ha recordado irremediablemente a otras tragedias similares ocurridas en la isla como fue el desplome de dos plantas del hotel Can Picafort Park en el año 2000, en el que afortunadamente no hubo que lamentar  víctimas mortales; el derrumbe del edificio de la calle Rodríguez Arias, en la barriada palmesana de Camp de'n Serralta, de 2009, que se cobró la vida de siete personas o la torrentada de Sant Llorenç de 2018, con 13 muertos.