HA REUNIDO A LOS SUYOS EN SU CASA DE MADRID

La conmovedora historia tras la última gran celebración de Beatriz Espejel

La empresaria y su esposo, el futbolista Koke, esperan su segundo hijo, que vendrá al mundo a principios del próximo año

Por Carla Calvo

El otoño no ha podido empezar mejor para Beatriz Espejel y su familia, que no hacen más que encadenar alegrías y festejos. Si hace dos semanas la empresaria y su marido, el futbolista Koke Resurrección, anunciaban emocionados que ampliaban la familia con su segundo hijo, que llegará al mundo en el primer trimestre del próximo año, y unos días después celebraban la victoria del Atlético de Madrid en el derbi madrileño que acogió el Estadio Cívitas Metropolitano, ahora el clan ha vivido otro gran evento que ha emocionado mucho a la futura mamá: su tía Toñi ha soplado las velas de su 70º cumpleaños. Una cita muy señalada para la que el feliz matrimonio, que lleva más de una década de relación sentimental y cinco de vida conyugal, ha recibido a sus seres queridos en su residencia en la capital y que tiene tras de sí una conmovedora historia. "70 años eran inimaginables", ha comenzado contando la influencer en su perfil social.

Un cumpleaños muy especial 

Ha sido este primer fin de semana de octubre cuando Beatriz ha festejado, rodeada de sus padres, sus tíos y más miembros de su familia este gran día para su tía Toñi, la hermana de su madre, a quien ha definido como "un ángel". Pese a que tiene una discapacidad elevada casi desde que nació, pudo vivir con alegría y emoción su aniversario, una cita muy especial en la que se convirtió en la auténtica protagonista, recibió regalos, sopló las velas e incluso lució una banda. Tras la velada, y ante las preguntas que los admiradores de Espejel le plantearon, la maestra de Educación Física e Inglés ha querido compartir un pedacito de la vida de Toñi, que no ha sido fácil: "Mis abuelos la cuidaban hasta que nos dejaron. Ella tiene una discapacidad alta, prácticamente desde nacimiento, no sabe hacer casi nada por sí sola aunque tiene independencia motora", ha empezado contando, al tiempo que ha recordado cómo fue su desarrollo en la época de Franco y más tarde en la postguerra.

Por aquel entonces, según ha relatado, "se tenía a los hijos en las casas e incluso quisieron llevársela a un 'manicomio'". Pero con su fortaleza y el incondicional apoyo de los suyos, Toñi pudo seguir adelante y, aunque "se ha quedado en un desarrollo de tres añitos de edad aproximadamente, de ahí los juguetes que nos pide", nunca la han dejado sola. "Siempre hemos estado con ella, aparece en todos los planes de nuestras vidas y nuestra abuela nos enseñó a todos a cuidarla, ya que tiene su propio idioma y expresión corporal", ha continuado, para después deshacerse en halagos con ella y su encantadora personalidad.

La familia de Beatriz encadena alegrías

En palabras de la eposa del centrocampista rojiblanco, su tía materna es toda "una disfrutona, le gustan los mimos, las fiestas y la compañía, tiene un oído brutal y, aunque es ciega, reconoce la voz de todo el mundo", un auténtico referente de mujer luchadora que ha sido capaz de sobreponerse a las adversidades de la vida arropada por sus seres queridos. Tal y como ha señalado Beatriz, "este tipo de niños no suelen durar tantos años": "Así que, abuela, algo hemos hecho todos bien para que ayer celebráramos todos juntos este cumpleaños. Seguro que desde ahí arriba lo disfrutaréis mucho", ha concluido. Además, en este aniversario tan mágico e inolvidable Toñi ha bailado con su sobrina y ha tocado su incipiente barriguita, pues "le encantan los bebés y cuidarlos".

Será a inicios de 2024 cuando Leo, el primogénito de Beatriz y Koke, que ya habrá cumplido dos años, reciba a su hermanito, el mejor compañero de juegos y travesuras. Mientras tanto, la familia de tres vive con alegría y entusiasmo la dulce espera, en la que habrá novedades muy pronto: "¡En pocos días sabremos si es niño o niña!", ha confesado Beatriz este lunes, cuando ha aprovechado para mostrar sus curvas premamá.

Las imágenes del idílico fin de semana de Beatriz Espejel: de la alfombra roja del Festival de San Sebastián al Metropolitano