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Andrés Roca Rey ya descansa en casa. El torero peruano de 26 años ha abandonado la clínica Viamed-Santa Ángela de la Cruz de Sevilla este lunes por la tarde después de dos días de ingreso hospitalario. Ataviado con unos pantalones blancos, camiseta negra y gafas de sol, el diestro ha salido de las instalaciones caminando por su propio pie, aunque ayudado por unas muletas.
A pesar de que aún tiene un largo camino por delante en su proceso de recuperación, Roca Rey se ha mostrado bastante animado y también ha expresado su deseo de pisar el albero de los ruedos lo antes posible. “Estoy muy bien, ya saliendo. La verdad es que con ganas de recuperarme y empezar otra vez. No sé cuándo volveré, espero que muy pronto, nada más me recupere”.
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Cabe recordar que el torero tuvo que ser ingresado en este centro médico el sábado por la tarde después de sufrir una cornada de 18 centímetros en el gemelo derecho en El Puerto de Santa María (Cádiz) mientras lidiaba el primer toro de la jornada. Tras ser operado en la enfermería de la plaza, Roca Rey volvió al ruedo para rematar la faena logrando cortar una oreja al segundo animal. Sin embargo, al terminar el festejo, fue trasladado a la capital hispalense, donde ha estado bajo observación y cuidados de Octavio Mullet (cirujano jefe en la Plaza de la Maestranza). Ya fuera de peligro, continuará con un programa de rehabilitación en su hogar, en el que se incluye vigilancia y cura de las heridas así como un tratamiento antibiótico.
Está siendo una temporada bastante accidentada para el buen amigo de Victoria de Marichalar. A finales del mes de julio en la plaza de Santander, uno de los astados se lo llevó por delante. La ayuda de Cayetano Rivera fue imprescindible en ese momento de nervios, ya que el segundo hijo de Paquirri saltó rápidamente al ruedo para intervenir y coger al toro por los pitones para alejarlo.
Osado como pocos, Roca Rey intentó complacer a su público en el segundo toro. De nuevo sin suerte, puesto que el animal le acorraló contra la barrera. Una situación muy peligrosa en la que Cayetano también tuvo un papel clave para evitar una desgracia mayor. Tras esta arriesgada actuación, el exmarido de Eva González acabó con una costilla rota. De la misma manera, en la plaza de Huelva el cuatro de agosto, sufrió dos volteretas fortísimas que le obligaron a suspender las actuaciones que tenía previstas en su Perú natal.
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