Carla Barber conoció a Joseph, su prometido y padre de sus hijos, hace dos años en su isla, Gran Canaria. Un amigo común les presentó “y hubo una conexión súper especial”, nos contaba la gurú de la medicina estética a finales del año pasado. “Fue increíble. Al conocerlo supe que quería tener hijos con él y eso no me había pasado nunca, con nadie”, proseguía.

Sin embargo, hace tres meses, siendo ya padres de un bebé de diez meses, Bastian, y con otro en camino que nacerá en unas semanas y se llamará Romeo, la doctora decidió poner fin a su relación sentimental. Tal y como nos desvela en el último número de ¡HOLA!, “él no es como me esperaba”.

Nada hacía sospechar a Carla — “ni a nadie de mi entorno, están todos muy sorprendidos”, asegura— que el hombre del que se había enamorado “no es quien yo pensaba que era”. Volviendo a la conversación que mantuvimos en diciembre pasado con la que fuera Miss España 2015, poco antes de que ésta decidiera cortar con el empresario francés, nos hablaba de lo que la había llevado a querer formar una familia con él: “Encontrar a una persona con la que realmente tengas esa sintonía y que te despierte el amor de verdad, no es fácil”.

La guapa canaria vio cómo su vida personal daba un giro de 180 grados cuando, en enero de 2022, estando ya embarazada, Joseph le pidió matrimonio. Su idea era casarse en octubre del año pasado, pero con Bastian recién nacido, la intensa agenda de trabajo de Carla y todos los preparativos de la boda por organizar, decidieron aplazarlo a este otoño.

“Ha sido todo muy pasional, una relación muy intensa desde el primer momento, pero por mucho que yo le haya querido, llega un punto en el que ya no puedes seguir adelante”, confiesa la que también fuera concursarte de Supervivientes 2016 en las páginas de ¡HOLA!, donde aclara los motivos por los que tuvo que tomar la decisión más difícil de su vida. No fue debido a terceras personas, “sino a que en muchos aspectos de nuestra vida me ha vendido que es una persona que no es. Yo, como soy una persona transparente, me creo lo que me dice la gente. Y cuando ves que alguien no está a la altura de las situaciones, no queda más remedio que tomar una decisión, por mucho que te duela y por mucho que lo quieras”.