Penélope Cruz vive unos Goya muy familiares junto a sus hermanos Eduardo y Mónica y con guiño especial a su hija Luna

La mayor y el menor de los Cruz están nominados por su trabajo en 'En los Márgenes', película de Juan Diego Botto

Por Carla Calvo

Esta noche es especial para la familia Cruz. Los tres hermanos, Penélope Cruz, Mónica Cruz y Eduardo Cruz se han reunido visiblemente emocionados y deslumbrantes en el Palacio de Congresos y Exposiciones FIBES de Sevilla este sábado para celebrar los éxitos que En los márgenes está cosechando. La película, dirigida por Juan Diego Botto y producida por Penélope Cruz, es una de las cintas protagonistas de esta 37ª edición de los Premios Goya y por la que Penélope está nominada en la categoría de mejor actriz de reparto, mientras que el menor de sus hermanos, Eduardo, lo está a mejor canción original por la composición homónima del mismo filme junto a la cantante Rozalén.

Los tres han llegado a la gran velada del cine español exultantes, de igual modo que su madre, Encarna Sánchez, aunque esta no ha posado frente a las cámaras. Y no es para menos, porque los motivos que tienen para festejar esta noche señalada en su calendario por todo lo alto no son pocos: es la primera vez que el músico, que soplará las velas de su 38 cumpleaños dentro de dos semanas, se lleva una mención por parte de la Academia de Cine Español en los premios más importantes de la industria del séptimo arte patrio, por lo cual ha reconocido estar "bastante nervioso, aunque muy contento porque es una locura"; esto, unido a que comparte reconocimiento profesional, en distinta categoría pero por la misma cinta, con la mayor de sus hermanas, Penélope, de 48 años, es una razón de peso para reunirse, y hacerlo por todo lo alto: "Somos uña y carne. Para mí es muy emocionante esto que está pasando (...) Es un genio como músico. Me llena de felicidad", ha señalado la mujer de Javier Bardem tras recordar que cogió por primera vez una guitarra con 4 años y subrayar que "preferiría que se lo dieran a él mil veces antes de que me lo dieran a mí".

Además, este debut del cineasta Juan Diego Botto, nominado al Goya a mejor dirección novel, ha supuesto el regreso del vocalista y compositor a España junto a su pareja, la actriz y modelo argentina Eva de Dominici, con la que ha asistido a la gala. Ambos viven desde hace años en Los Ángeles junto al hijo que tienen en común, Cairo, de tres años, motivo por el cual sus hermanas le echan de menos. 

Para esta memorable ocasión, Mónica, que lleva cinco años sin asistir a este evento y en aquella aparición en 2018 impresionó con un vestido dorado de Rubén Hernández Costura, ha elegido un diseño color burdeos de terciopelo y silueta clásica hecho a mano e inspirado en la cultura detrás del vinto tino D.O. Rioja de Victoria, firma de Vicky Martín Berrocal que ya ha lucido en otros actos. Para completar el outfit ha recogido su melena en un moño alto con el que ha lucido los pendientes. Por su parte, Penélope ha apostado por el clásico negro, símbolo de elegancia, en sintonía con su admirado hermano Eduardo, a quien le ha dedicado unas cariñosas palabras a su paso por la alfombra azul. 

Antes de la entrega de los galardones, los hermanos han protagonizado varios momentos cargados de ternura, en los que han hecho referencia a otros miembros de su familia. Mientras Mónica ha enviado un beso a su hija Antonella, de 9 años, Penélope ha mencionado las dotes como maquilladora de la pequeña Luna, de la misma edad, que ha sido la encargada de hacerle el colorete.

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Este reencuentro de los tres artistas es especial, algo que Mónica, de 45 años, ha calificado como el auténtico premio de la cita, en la que sus hermanos y el resto del equipo están recogiendo todo lo que sembraron con su trabajo en En los márgenes. Precisamente la película, que acumula un total de cinco nominaciones entre las que también está Luis Tosar en la candidatura a mejor actor protagonista y Christian Checa a mejor actor revelación, es un drama social que aborda asuntos vinculados a valores como la familia, el amor y la solidaridad, principios que unen a los Cruz más allá de su reconocido talento.

Eduado, el más desconocido de los Cruz, empezó a estudiar música con solo 13 años y tras terminar la ESO fue a una escuela en el centro de Madrid para especializarse. Con 21 años lanzó su primer disco, pero poco después decidió cambiar el rumbo de su carrera. Su nominación le llega diez años después de su primer trabajo en la industria del cine, que empezó con la composición de la banda sonora de Volver a nacer en 2012. Desde entonces, ha participado en más de una decena de títulos en el departamento musical, incluyendo anuncios, videoclips y películas, entre ellos el videoclip de Miguel Bosé Decirnos Adiós o las películas Tomb Raider y Piratas del Caribe: en mareas misteriosas.