Aguas turquesas, palmeras sobre arena blanca, agua de coco, juegos en las olas, noches de cena y estrellas… El balón de oro Luis Figo y su mujer, Helene Svedin, han disfrutado de una de las zonas más paradisíacas del planeta para despedir un año de claroscuros y dar la bienvenida, con la familia al completo, a un 2023 que, con un comienzo así, solo puede estar repleto de cosas buenas.
Tulum ha sido el lugar elegido por el matrimonio para pasar estas luminosas vacaciones acompañados de sus tres hijas, Martina, Daniela y Stella, que acaba de cumplir dieciocho años. Las hermanas, herederas de la belleza de su madre, han posado en algunos de los rincones más exclusivos de esta zona de ensueño en la Rivera Maya. Martina y Daniela, además, junto a sus chicos, Luis Osorio y Beltrán Lozano.
Tras superar la crisis sentimental que llevó a Luis Figo a cambiar su domicilio por un hotel el pasado febrero, la salud del matrimonio es hoy envidiable y sus muestras de cariño, enternecedoras
El emblemático hotel Azulik, uno de los más codiciados del Caribe mexicano, fue el escenario perfecto para pasar estos días de familia, desconexión y descanso, dado que uno de los grandes lujos de este núcleo vacacional, entre el mar y la jungla, es ese: dejarse llevar por el placer y por el azar de una Naturaleza caprichosa. Los árboles crecen libremente, incluso dentro de las habitaciones; las zonas comunes están únicamente iluminadas con velas; ni siquiera son necesarias las sandalias porque la arena cubre todos los espacios...
Efectivamente, el lugar ideal para reconectarse con uno mismo. De hecho, quizá, ese haya sido el mayor atractivo para el matrimonio: volver a este paraje privilegiado, donde ya vacacionaron en julio de 2020, antes de que su compromiso se pusiera a prueba el febrero pasado. Una crisis que, a tenor de este reportaje gráfico, está más que superada.
