Hoy la relación de ambas no puede ser más rica y comprensiva
La tensa y difícil conversación de Gloria Estefan y su hija Emily
Emily no se sintió respaldada por su madre cuando le contó que estaba enamorada de otra mujer
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“Nacer en una familia artística no siempre te asegura que te comprendan”. Emily Estefan es la hija pequeña de uno de los matrimonios más importantes de la música de todos los tiempos. Cerca de treinta Grammys se hacen hueco entre las estanterías de Gloria y Emilio Estefan. Rompieron las reglas de la industria. De repente, cantaban en inglés con ritmo latino o en castellano al más puro estilo Barbra Streisand o Dona Summer. Les decían que eso no iba a funcionar y ¡vendieron 130 millones de discos! Revolucionaron los cánones y abrieron las puertas del mercado anglosajón a la música latina. Gloria, primero como vocalista de Miami Sound Machine; después, en solitario, convirtiéndose en una de las voces más celebradas de la Historia del Pop. Emilio, detrás de Ricky Martin, Shakira, JLo, John Secada... controlando las mesas de mezclas, multiplicando por mil la envergadura de sus carreras… No cabe duda de que lo suyo era estar a la vanguardia, fuera de prejuicios, abanderando la libertad pero, no, nos olvidemos, ambos habían formado una familia y las familias también tienen sus normas, sus secretos, sus problemas y hasta sus miserias.
Esta semana publicábamos en las páginas satinadas de ¡HOLA! una entrevista a la familia Estefan. Hoy, abuelos, Gloria y Emilio se reunían con su nieto Sasha, hijo a su vez de Nayib, el primogénito de la pareja, y de Emily, la niña de sus ojos, para grabar un álbum navideño, Estefan family Christmas, un disco en el que han reproducido lo que son sus cenas de Nochebuena. Esas canciones con las que celebran unas fechas tan especiales alrededor de su mesa repleta de exquisiteces de los dos lados del Caribe, los frijoles cubanos y el pavo y el gravy de Estados Unidos, una noche tan mágica que hasta el propio Emilio se ha arrancado con el micrófono. La primera vez en sus más de 40 años detrás de los escenarios. Sin embargo, como en todas las familias, unidas, amorosas, inspiradoras como lo es ésta, no siempre todo ha sido fácil para todos sus integrantes ni todos los momentos han sido igual de felices…Y ya sabemos, en Navidades parece como que las rencillas soterradas afloran a la superficie con la misma facilidad que un corcho de una botella de champán agitada...
Solo el perdón y la comprensión consiguen cimentar con más fortaleza aquellos pilares que parecen quebrarse. En casa de los Estefan, sus lazos familiares son ahora más fuertes que nunca. Porque Emily parecía que lo podía tener todo allanado para poder desarrollarse tal y como era, para mostrarse al mundo tal y como había venido a él. Sin embargo, no era así. O al menos, de puertas para adentro de casa. Paradójicamente, no podía expresar abiertamente su orientación sexual. Su madre le pidió paciencia. Que esperara. Sí, Gloria, una “diva gay” como se ha escrito tantas veces a estas artistas de carácter, femineidad y personalildad tan acusada como atrayente, que enfervoriza a la comunidad LGTBI como paradigma de orgullo, fuerza y libertad. Ella le pedía que fuera más easy going en respeto a su madre, la abuela, “que estaba muy viejita”. Y no. A Emily aquello no le gustó. Es más, le hirió. Hoy, que ha escrito el tema Te extraño, incluido en este LP dedicado a la matriarca, nos cuenta Emily que la herida ha cicatrizado y no hay ni rastro de ella y solo hay agradecimiento. “De mis padres, el premio más grande que he recibido ha sido su calidad como seres humanos. Si ha habido algo que nos han enseñado a mi hermano y a mí es que nadie puede cambiar lo que somos. Que nadie tiene derecho a cambiar nuestra forma de vida”.
Pero, en aquel momento, como en toda familia hispana, tradicional, el cliché del ‘qué dirán’ y el silencio eran aniquiladores para ella. “Para Emily –dice Gloria- ha sido muy importante hablar sobre ello, y por esa misma razón, teníamos que poner ese tema sobre la mesa. Los ánimos se caldearon y Lily (Estefan) tuvo que hacer de moderadora”. La cantante se refiere al programa de televisión Red table talk que, en su versión hispana (la norteamericana cuenta con Jada Smith como conductora), presenta su sobrina Lily Estefan y, delante de los focos, se abrió por primera vez la Caja de Pandora o mejor dicho, el armario de Emily quien, desde hace más de un lustro, comparte felizmente su vida y sus quehaceres laborales con Gemeny Hernández con graba, con notable éxito, el podcast In our own world.
Gloria había pedido a su hija que, hasta que su madre viviera, fuera discreta con su homosexualidad. “Yo estaba como, ‘Oye, estoy enamorada de esta chica’ y ‘lo primero que dijiste tú fue: ‘Si se lo dices a tu abuela, ella muere”. La madre de Gloria Estefan moriría en 2017 a los 88 años y demostró que era mucho más moderna de lo que su hija pensaba porque asumió la revelación de su nieta con naturalidad y cariño. Emily entendió que las palabras de su madre procedían de un instinto de “protección exagerado”, que “no estaba preparada”, pero aún así, la punzada de dolor fue entonces intensa. “ Estaba tratando de proteger a mi mamá enferma de cualquier impacto que pudiera afectar su salud”, explica arrepentida la cantante de Mi tierra.
Afortunadamente, aquel extraño interludio fue eso, efímero. “Y ahora puedo decir que nací, gracias a Dios, en un entorno que me apoya, y eso me da más fuego para reivindicar lo que soy. Por toda esa gente en el mundo que no tiene esa opción, que tiene que esconderse, que no tiene donde dormir porque no tiene el apoyo que yo tengo, que les impide ser quienes son. Para mí, decir lo que soy es una responsabilidad”, nos cuenta Emily mientras su madre le coge de la mano. “Somos una familia de mujeres valientes –apostilla Gloria-. Mi abuela, mi mamá, fueron mi ejemplo. Yo, en mi casa, nada más que veía mujeres haciendo cosas. Haciendo más de lo que podían hacer. Eran mujerones”.
“Sí mamá, pero debemos dar gracias por un papá y un esposo latino, cubano, como el que tenemos, que es difícil de encontrar. Porque es bonito guardar las tradiciones antiguas pero otras, hay que cambiarlas. En casa, los hombres nos apoyan a las mujeres y las mujeres apoyamos a los hombres y eso no pasa mucho. Yo he tenido la fortuna de tener un papá en mi vida que me ha enseñado de la importancia de que todos los seres humanos somos iguales”, sentencia Emily quien, cuando comunicó a sus padres cuáles eran sus sentimientos, recibió el abrazo sin condiciones de su padre Emilio. “Yo solo quiero que mis hijos sean felices. Para nosotros, para Gloria y para mí, lo principal es su felicidad, que tomen sus decisiones, sean consecuentes y tengan salud, porque la vida puede cambiar e la noche a la mañana, por eso hay que disfrutar del momento como si fuera el último. Sin miedo”.
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