A Paula Gallo y Javier de Mingo les unió su pasión por la música. El 28 de diciembre de 2017 se conocieron en un concierto en el que tocaban Taburete y los Hombres G, en el Wizink Center de Madrid; y, desde entonces, no han vuelto a separarse.
El pasado 18 de junio celebraron su boda en la Iglesia de San Miguel Arcángel de las Rozas (Madrid). El Padre Gonzalo Pérez-Boquerini Stampa presidió la ceremonia en la que la madre del novio, Amelia Urbán, y el padre de la novia, Francisco Gallo, ejercieron como padrinos.
Para la especial ocasión Paula eligió un vestido, de corte clásico, creado por la diseñadora María Baraza, que combinó con unos zapatos de Calzados Franjul -regalos de sus hermanas- y un ramo de Los Rosales Taller de flores -que también se ocupó de la decoración del templo-. Del peinado y del maquillaje se encargó Macarena Gros.
Por parte de la novia, firmaron como testigos: su madre, Elena Moltó Chinarro; su abuela, Elena Chinarro Molina; sus hermanas Elena y Alejandra Gallo Moltó; sus cuñados, Rafael Santiañez y Stefano Tommasin; su padrino de bautismo, Álvaro Moltó Chinarro; sus primos, María Muñoz-Cobo, Daniel Carlander-Reuterfelt Gallo, Almudena Muñoz Moltó, Eugenio Moltó Rey, Javier Moltó Rey, Mónica Moltó Rey; y sus íntimas amigas Ana Valentín-Gamazo Valle, Blanca Baladrón Herrera y Paula Valiente Peláez.
Y, por parte del novio: su padre, Javier De Mingo Egido; su abuelo, Antonio Urbán Peña; su hermana, Natalia De Mingo Urbán, y sus amigos Alberto Gutiérrez Mesa, Alberto López García, Antonio Bullido Hernández, Carlos Mayoral Vega, Daniel Del Sol, Eduardo Doncel Capella, Francisco Cabañas Robledo, Luis Fernández-Villamea, Néstor García, Pablo Moreno López, Salvador Fernández Lizana y Sandra González Díaz.
Una vez finalizó la ceremonia, los recién casados y sus invitados se trasladaron a la finca El Tomillar, donde disfrutaron de un almuerzo en el que los novios ofrecieron numerosos detalles y leyeron unas palabras de agradecimiento, llenas de emoción, a sus seres queridos. El broche de oro al ‘sí, quiero’ lo puso un baile que duró hasta altas horas de la madrugada.