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Corría el mes de octubre del año 2001 cuando Televisión Española emitía la primera gala de Operación Triunfo, sin saber el gran éxito que le iba a deparar al concurso musical. En aquel entonces se ponía al frente de la Academia Anna Maria Agustí Flores, conocida artísticamente como Nina, para dirigir y sacar el mayor partido a los 16 concursantes que pasaban por allí, entre los que se encontraban David Bisbal, Rosa López, David Bustamante, Manu Tenorio, Nuria Fergó, y un largo etcétera.
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Unos chicos jóvenes que, además de aprender, querían pasárselo bien. Sin embargo, ahí estaba la cantante para poner un poco de orden, algo que dio lugar a las críticas por su rígido carácter. Ha sido la propia Nina la que, haciendo balance de su carrera y de su paso por ese programa que se volvió todo un éxito, ha explicado el motivo que le llevó a tener ese papel dentro de OT. Todo concursante necesitaba un mínimo de horas de sueño para estar descansado y rendir lo mejor posible: "Tenías un papel muy complicado, porque para cantar necesitas descansar, dormir tus horas… tú tenías que decirles ‘oye, esto no es así'", le comentaba Jorge Javier Vázquez en el Deluxe.
A lo que la cantante de musicales respondía lo siguiente: "Tenía que preparar una gala con 12 canciones. Cuando me pongo a trabajar pierdo el mundo de vista y, cuando te hacen un encargo soy muy obediente y responsable". Ella era la que tenía esa responsabilidad de sacar adelante todas las galas con lo que eso conllevaba: "Si me encargan una gala o parte de esa gala pues yo voy a destajo. Y eso es lo que pasaba. Por eso cogí esa fama, pero yo soy un angelito en el fondo. Bueno, soy un angelito con carácter, digámoslo todo", explicaba Nina riéndose, recordando lo dura y exigente que fue en su paso por Operación Triunfo.
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Nina continuaba hablando de cómo era esta profesión y lo dura que era: "Hay mucha gente que se queda en el camino", señalaba, añadiendo que, "hay mucho talento en este país. Poca industria para tanto talento y no es fácil. Hay que trabajar mucho y hay que estar siempre, siempre preparado por si llega ese tren". A pesar de ese carácter duro, Nina también tuvo momentos de dulzura dentro de la Academia que le llevaron a ganarse el cariño de todos los concursantes que han pasado por ahí.
En la actualidad, la artista acaba de cumplir 40 años sobre los escenarios -entre el teatro, la música y la televisión- y ahora está inmersa en la preparación de un nuevo musical, Los puentes de Madison. Será a partir del 9 de noviembre cuando la podamos ver otra vez en acción, en el Teatro EDP Gran Vía de Madrid. Además de sus compromisos profesionales, Nina no deja de lado su Academia, en la que continúa formando a alumnos desde hace ocho años, en la voz y la comunicación -para ganar solvencia a la hora de expresarte de cara al público-, y para aquellos talentosos del canto.
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