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Se han vivido escenas de pánico esta noche en el Opium Beach Club de Marbella. Decenas de personas disfrutaban en la zona VIP de la música del DJ sudafricano Black Coffee cuando comenzaron a oírse varios disparos. Entre los asistentes se encontraba Felipe de Marichalar, que se encontraba junto a un grupo de amigos en uno de los reservados de la discoteca. Así lo ha confirmado la periodista Ángela Portero en el programa Ya es mediodía, donde ha explicado que una de sus hijas estaba en el mismo grupo de amigos, de unas veinte personas, que el hijo de la infanta Elena. "De repente empiezan a oír tiros" -señala la periodista- "creían que era un atentado".
En lugar de huir del lugar, tanto la hija de Portero como Felipe de Marichalar y otros amigos lo que hacen es esconderse detrás de unos sillones "hasta que notan que se empieza a calmar la situación". En medio, "no se atreven a mirar, con lo que no saben muy bien lo que está ocurriendo hasta que un amigo de Felipe le llama y le explica que ya han sido reducidos los agresores y que se puede salir sin ningún problema". En ese momento, "salen corriendo hacia la playa y se van de allí", continúa la veterana periodista, que subraya que “no ha habido ninguna maniobra especial para sacar a Felipe de la discoteca”, puesto que no tiene ningún equipo de seguridad con él.
El tiroteo se ha saldado con cinco heridos, dos de los cuales se debaten entre la vida y la muerte. Las dos personas que están graves son una mujer de 32 años, que ha tenido que ser intervenida de urgencia en el Hospital Costa del Sol por heridas de bala en el estómago y en la zona pélvica, según informa Europa Press. El otro herido de gravedad es un hombre de nacionalidad irlandesa y también de 32 años al que las balas le han provocado un traumatismo torácico. Ambos se encuentran en la UCI en espera de evolución.
Los otros heridos son un chico de 18 años, herido por los disparos en la cadera, y un hombre de 36, en la espalda. También ingresados en el Hospital Costa del Sol, sus lesiones en principio no revisten gravedad. Tampoco las del presunto autor de los disparos, de 40 años y nacionalidad holandesa. Las heridas que él presenta son por arma blanca y se encuentran localizadas en distintas partes del cuerpo.
Mientras la Policía Nacional investiga el suceso, vecinos de Marbella cuestionan la seguridad del local por no percatarse de que uno de los asistentes había entrado con un arma de fuego. Un exclusivo club que cobra un alto precio por la entrada, se quejan en las redes sociales, debería registrar a todo el que entra en él: "Ya se pueden poner las pilas poniendo arcos de seguridad y personal cualificado", comenta una usuaria de Instagram.
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