Como protagonista de la campaña ‘Porque oír bien importa’
Nerea Garmendia nos habla abiertamente de la enfermedad que sufre: ‘Me afecta en el aspecto personal y el laboral’
‘Quiero gritar al mundo que, si se tienen problemas auditivos, se vaya al médico competente. En mi vida hay un antes y un después gracias a que lo he hecho’
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Nerea Garmendia acostumbra a hacer gala de su sentido del humor. La actriz es una apasionada de la comedia e intenta llevarse su vida personal a este terreno para llevarlo todo lo mejor posible. Pero esta vez ha cambiado de actitud para hacer un llamamiento importantísimo. Como protagonista de la campaña Porque oír bien importa, puesta en marcha por GAES en las redes sociales para concienciar sobre la importancia de prevenir y cuidar la salud auditiva, la intérprete, de cuarenta y dos años, se ha abierto en canal para hablar de su pérdida de audición, que hizo pública para sorpresa de todos en su cuenta de Instagram el pasado mes de enero.
-Del mundo del cine y la televisión a amadrinar la campaña ‘Porque oír bien importa’. ¿Qué te llevó a ello?
-Tengo una discapacidad auditiva del treinta y tres por ciento que me afecta en el aspecto personal y en el laboral. Por eso quiero insistir en que es muy importante ir al especialista para identificarla y poner medios para tener calidad. Yo lo hice hace poco y ahora puedo oír la vida. Y por eso quiero gritar al mundo que, si se tienen problemas auditivos, se vaya al médico competente. En mi vida hay un antes y un después gracias a que lo he hecho.
-¿Cuándo y cómo comenzaron tus problemas auditivos?
-No puedo dar una fecha concreta, porque no lo sé exactamente. De lo que sí soy consciente es de que no oigo bien desde hace muchos años y siempre me he hecho audiometrías para asegurarme de que no vaya a más.
-¿Qué te llevó a hacerte las pruebas y qué te dijeron los médicos?
-No entendía las conversaciones y, como te decía, eso afectaba a mi vida personal y, sobre todo, a la laboral. Llevo muchos años haciéndome el seguimiento, pero no ha sido hasta que me he puesto en buenas manos cuando he sabido exactamente lo que tenía: hipoacusia neurosensorial bilateral.
-¿Qué solución te dieron?
-Me dijeron que, en mi caso, con cirugía ganaría poca audición y apenas notaría mejoría, pero que con un audífono recuperaría un elevado porcentaje de audición. Y, efectivamente, así ha sido.
-¿Te costó adaptarte a él?
-¡Nada! Me dieron un periodo de prueba para ver cómo me sentía y fue increíble. Desde que me los puse no puedo vivir sin ellos. Consiguen que sólo por la noche, cuando me los quito, recuerde la pérdida auditiva que tengo.
-¿Alguna vez te has sentido acomplejada?
-No, acomplejada no. Pero sí en desigualdad de condiciones. En muchas conversaciones me siento excluida porque no puedo estar interrumpiendo cada dos frases para preguntar qué han dicho. Muchas veces desconectaba resignada y parecía que no me interesaba la conversación, o a veces la gente creía que no me enteraba de nada.
-Hay muchas personas que lo necesitarían y no lo emplean. Háblanos de las ventajas que ha supuesto para ti usarlos.
-Yo he sido esa persona durante muchos años, la que lo necesitaba y no lo sabía. Por eso quiero gritar al mundo que se cuiden y revisen su salud auditiva, que hay una vida que se están perdiendo y muchas veces tiene solución. A mí, por ejemplo, me ha supuesto poder relacionarme al cien por cien en las reuniones y oír sonidos que no existían en mi vida. Es un regalo.
- ¿Por qué quisiste hacer público tu problema ahora?
-Porque a mí me hubiera encantado que me dijeran que hay una solución y me veo en la necesidad de difundirlo para ayudar a quienes están en mi situación. También porque quiero quitar ese estigma que hay en la sociedad con el tema de los problemas auditivos. ¿Dónde está el problema? El que tenga problemas de visión se pondrá gafas o se operará, el que tenga problemas en los pies se pondrá plantillas o alzas y yo me pongo audífono. Y si lo hubiera de colores elegiría uno fluorescente para que se vea. ¡Y a mucha honra! Soy perfecta con mis imperfecciones. A la gente le da vergüenza decir que no oye bien y necesita aparato. Basta ya de tanta tontería, como diría la canción. Estamos hablando de salud y vamos a darle la importancia que tiene.
-No es frecuente ver en el mundo de la interpretación a personas así, ¿supone realmente una desventaja?
-No es frecuente verlas porque quizás se escondan por vergüenza o tengan miedo a que no les den un trabajo. Yo, gracias a que llevo audífono, soy una más. Oigo perfectamente. A veces demasiado… oigo hasta lo que no quiero oír (risas)
-¿Qué cosas te representan más esfuerzo?
-Cuando estoy en un sitio cerrado con mucha gente hablando a la vez, cuando me hablan con la mascarilla puesta o con las personas que tienen el tono de voz bajo o agudo.
-Como persona conocida, puedes mostrar a otras personas que no oír bien no es una barrera para conseguir sus metas. ¿Qué les dirías?
-Les diría que, cuando tienes un propósito, no hay barrera que te detenga. Que luchen por sus sueños y confíen en sí mismos. Que todas las discapacidades te hacen ser más fuerte y te hacen único. Yo, por ejemplo, ahora con el audífono no tengo problemas pero cuando no lo tenía me buscaba la vida para cumplir mis propósitos.
-Cambiando de tema, entre tus proyectos está hacer una película de cine mudo, Hogar. ¿Qué nos puedes contar de él?
-Nunca he hecho cine mudo y trabajar desde la gestualidad como única vía de expresión es un reto para mí. Con todo lo que hablo a ver si consiguen callarme, jajaja. Es una película de cine mudo, en blanco y negro. Un homenaje a a Charles Chaplin, una cinta inspirada en El Chico, escrita y dirigida por Julio de la Fuente, y con un reparto de lujo: Luis Mottola, Carlos Iglesias, Valentín Paredes y Manolo Zarzo, entre otros.
-¿Continúas con la gira Vaya pack de vascos?
-Sí, sigo con la gira junto a Víctor Amilibia. También con mi espectáculo unipersonal, Con taras y a lo loco, donde hablo de mis taras, entre ellas, la sordera, para normalizar que todos las tenemos pero que hay que aceptarse y quererse con ellas porque nos hace únicos. También estoy de gira con Dos pájaras y media y Pink comedy con Carolina Noriega y Carmen Alcayde, con La rumana y la vasca junta Bianca Kovacs y con Esto no es serio con Carolina. Esta gira la compagino con mis proyectos de televisión y los de Culturismo con Campermendia. Este es un proyecto cuyo objetivo es impulsar la cultura y el turismo en España, centrándonos en la ‘España vaciada’.
-También has retomado tu proyecto de Monólogos inclusivos, ¿de qué hablas en ellos y a quien van dirigidos?
-Efectivamente. Los monólogos inclusivos se llaman Contágiate de risa. Este proyecto nació antes de la pandemia y lo creé junto a mi compañera Bianca Kovacs. Son monólogos para todos los públicos y gracias a los subtítulos conseguimos la inclusión de las personas con discapacidad auditiva que pueden disfrutar del espectáculo al cien por cien, sea cual sea su grado de discapacidad. Yo me he perdido muchos espectáculos por no entender lo que decían y no quiero que suceda eso con el nuestro. Ojalá subtitularan todos.
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