Julia Otero cuenta lo primero que pensó cuando supo que tenía cáncer

La periodista ha estado un año alejada de la radio para tratarse de la enfermedad

Por Marina Ortiz Cortés

Feliz, recuperada, y guapísima, Julia Otero ha vuelto a los medios de comunicación después de un año apartada de la radio para recuperarse del cáncer. Unos días después de reaparecer en su programa ha visitado El Hormiguero para hablar de cómo ha vivido los últimos meses y de cómo se encuentra ahora, a pesar de que ha empezado su intervención explicando que no quiere ser abanderada de nada porque hay muchísima gente que sufre esta enfermedad en España. Tal y como ha explicado, el comienzo de este difícil proceso fue de lo más inesperado, porque fue a una revisión rutinaria sin ningún síntoma: "Cuando te despiertas de la anestesia de la colonoscopia empiezas a ver que hay caras raras", ha recordado. 

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"Es un shock traumático de tal magnitud que es muy difícil contarlo", ha confesado Julia, que ha revelado que fue un amigo de la familia quien le dio la noticia. Además, ha admitido que tembló de miedo al escuchar la palabra "cáncer", aunque no está de acuerdo con una conocida expresión que se utiliza en estos momentos: "Dicen 'te pasa toda la vida por delante', sí, pero no te pasa la vida pasada. Te pasa la vida futura que tú has soñado que aún te queda. No es el pasado lo que vuelve, es la melancolía del futuro para el que tal vez no estés presente". La periodista ha confesado que en ese momento te pones a pensar en tus hijos, en los nietos que quizás no verás, en la casa que te estás haciendo en el campo... 

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Por supuesto, otro de los primeros pensamientos de Julia Otero fue para sus oyentes. "Alguien que hace un programa diario en radio o televisión no puede escoger no decirlo, tienes que hacerlo. Porque cómo vas a faltar un año de antena sin decir nada", ha contado, explicando también que sentía cierta responsabilidad. "Por otra parte porque también creo que comunicar que uno tiene una enfermedad que tienen 300.000 compatriotas cada año pues está muy bien. Soy uno más de ellos", ha añadido. Y a pesar de ver el lado bueno de la situación, la periodista ha admitido que se enfrentó a ello sin ser consciente de lo que implicaba, pese a haber entrevistado y hablado de cáncer en la radio muchas veces: "Hablar de que tú tienes cáncer, cuando pones el sujeto y el verbo en primera persona las cosas cambian".

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Julia ha explicado también que estuvo durante seis días haciéndose pruebas después de que descubrieran las primeras células cancerígenas y antes de comunicar a sus oyentes lo que estaba ocurriendo. "Hay que ponerle nombre y apellidos", ha explicado la periodista, que ha sido muy sincera sobre el proceso y no ha dudado en admitir que todavía tiene miedo a día de hoy de que haya alguna "célula egoísta", como la han calificado en el plató, viajando por su torrente sanguíneo para producirle una metástasis en otra parte del cuerpo. La comunicadora ha confesado que durante su tratamiento quiso estar informada en todo momento, no solo de su progonosis sino también de los usos y utilidades de las medicaciones que le ponían y de todos los detalles a los que estaba siendo expuesta.

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Eso sí, ha sido clara con su familia sobre su nueva visión de la muerte y eso no terminó de gustarles. Ni las bromas ni las afirmaciones en las que hacía saber que iba a revisar su testamento, solo por si acaso, funcionaban entre sus seres queridos, que han estado pendientes de ella en todo momento. También sus amigos y compañeros de profesión, entre los que había algunos que la escribían sin saber muy bien qué decir. Pablo Motos ha confesado ser uno de esos, diciendo que solo quería hacerle llegar su cariño y fortaleza, como tantos seguidores de la locutora han pretendido también.