La británica Ghislaine Maxwell, examante y mano derecha del magnate Jeffrey Epstein, ha sido declarada culpable de varios delitos sexuales por un juzgado de Nueva York y se enfrenta a una posible condena de 60 años de cárcel. Tras varios días de deliberaciones y cuando parecía que la balanza se inclinaba en favor de las tesis de la defensa de Maxwell, el jurado respondió "culpable" a cinco de los seis cargos que se le imputaban relacionados con facilitar el tráfico sexual de menores para el multimillonario Epstein, que se quitó la vida en su celda el 10 de agosto de 2019 antes de que pudiera ser juzgado.
El cargo más grave que se le imputa a Maxwell es el de tráfico sexual de una menor entre los años 2001 y 2004, cuando la víctima tenía 14, 15 y 16 años. Por este delito, podría ser condenarla a 40 años de cárcel. Hay que sumarle, además, la pena de los otros cuatro cargos, "conspiración", "transporte" e "incitación". Tan solo se ha librado de un cargo de captación de menores, cuya pena maxíma ascendía a cinco años de prisión.
Según varios testigos presentes en la sala, Maxwell, que se ha declarado en todo momento “no culpable” de los seis delitos que se le imputaban, no se inmutó al escuchar el veredicto del jurado y mantuvo la compostura bebiendo agua mientras susurraba algo al oído de su abogada. La jueza del caso, Alison Nathan, tiene ahora un tiempo indeterminado para pronunciar la sentencia, que la defensa de Maxwell piensa recurrir. “Creemos firmemente en la inocencia de Ghislaine. Evidentemente, estamos muy decepcionados con el veredicto. Ya hemos empezado a trabajar en la apelación y estamos seguros de que se reivindicará su inocencia”, ha dicho Bobbi Sternheim, jefa del equipo de abogados defensores.
La fiscalía ha tratado de ceñir el juicio a Maxwell a episodios concretos y reales de abuso sexual, pero sobre el proceso ha planteado todo el tiempo la sombra de numerosas personalidades de cuya amistad se jactaba Epstein y que en un momento u otro pasaron por sus mansiones. En las diferentes sesiones se ha menciado a los expresidentes de Estados Unidos Donald Trump y Bill Clinton, al fundador de Microsoft Bill Gates, al príncipe Andrés, el actor Kevin Spacey y varios senadores estadounidenses.
Tras el suicidio de Epstein, Maxwell estuvo huida y en paradero desconocido durante un año entero. A principios de julio de 2020 fue detenida en una mansión rural de New Hampshire y el juez, al apreciar riesgo de fuga porque era poseedora de tres pasaportes (británico, francés y estadounidenses), decretó para ella prisión provisional.
Ghislaine Maxwell nació el 25 de diciembre de 1961 en Francia, en el seno de una importante familia británica. Su infancia la pasó en el campo, en Oxfordshire, una vida opulenta proporcionada por su padre Robert Maxwell, ex diputado laborista en la Cámara de los Comunes británica y dueño del grupo de prensa Mirror. Estudió en la Universidad de Oxford, donde era una habitual de las fiestas y eventos de sociedad. Tras la extraña muerte de su padre en 1992, Maxwell e marchó a Estados Unidos. Allí se relacionó con empresarios y representantes de la política como los Clinton y los Trump, y su camino se cruzó con el del empresario Jeffrey Epstein.
