Bella Hadid y Emily Ratajkowski: medidas perfectas… vidas imperfectas

Guapas, ricas y famosas, no todo son días de vino y rosas para dos de las súper modelos más cotizadas

Bottega Veneta - Backstage - Milan Fashion Week SS18

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Bella Hadid y Emily Ratajkowski son dos de las mujeres más bellas del mundo y pertenecen al exclusivo club de las súper modelos más cotizadas. Admiradas por una legión de seguidores, acumulan cerca de 48 y 29 millones, respectivamente, en Instagram; su vida parece un sueño para miles de jóvenes que aspiran seguir sus pasos.

Sin embargo, después de los testimonios que tanto Bella como Emily han hecho públicos —la segunda a través de su libro Mi cuerpo—, sabemos que en su mundo de lujo, fiestas y glamour hay más sombras que luces.

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Bella Hadid, de 25 años, reveló hace dos años que sufría depresión crónica. “Me siento culpable por poder vivir esta vida increíble, tener las oportunidades que tengo, pero de alguna manera sigo deprimida. No tiene sentido”, dijo en 2019 durante el Vogue Fashion Festival en París.

Bella Hadid©GettyImages
La modelo confesó que se sentía triste pese a que su carrera estaba en lo más alto.

La modelo decía sentirse mal por estar triste cuando su carrera estaba en lo más alto, tras haber desfilado para grandes de la moda como el fallecido Karl Lagerfeld y Tom Ford. “Lloraba todas las mañanas, lloraba durante las pausas del almuerzo, lloraba antes de dormir”, contó. “Estuve muy inestable emocionalmente durante el tiempo que trabajaba 14 horas al día durante cuatro meses seguidos, desde que tenía 18 años. Creo que solo quería respirar un poco. Y así es como entré en una espiral”.

La supermodelo californiana es un ejemplo más de que esta enfermedad que padecen 280 millones de personas en el mundo, nada tiene que ver con la condición social, la belleza o las circunstancias personales. Recientemente, la hermana pequeña de la también top model Gigi Hadid volvía a impactar con una publicación en Instagram, en la que a través de una serie de selfies en los que aparecía visiblemente deteriorada y entre lágrimas, confesaba que la lucha por su salud mental es ya una constante en su vida.

Gigi Hadid y Bella Hadid©GettyImages
Bella Hadid, a la derecha, junto a su hermana Gigi, que también triunfa en las pasarelas.

“El desequilibrio químico no es lineal y es casi como una montaña rusa de obstáculos que fluye, tiene sus altibajos y de lado a lado”, relataba Bella, que subrayaba que “estar deprimida no significa estar llorando todo el día”, sino que se puede estar enferma y tener al mismo tiempo momentos de felicidad.

La top tembién decía a sus fans “siempre hay luz al final del túnel” y “la cosa mejora”, algo que le costó “mucho tiempo” aprender, pero lo hizo después de “suficientes colapsos y agotamiento”. “Si te esfuerzas lo suficiente en ti mismo, pasas tiempo a solas para comprender tus traumas, desencadenantes, alegrías, y rutina, siempre podrás comprender o aprender más sobre tu propio dolor y cómo manejarlo, que es todo lo que te puedes pedir”, reflexionó. “Puede tratarse de días, semanas o meses, pero todo acaba mejorando”, añadió.

Bella se sinceró sobre su fragilidad en respuesta a un vídeo en el que la actriz Willow Smith —hija de Will Smith y de Jada Pinkett Smith— contaba su propia batalla en pro de la salud mental. “Te adoro a ti y a tus palabras. Me han hecho sentir un poco menos sola y por eso quiero publicar esto”, explicó Hadid. La modelo ponía de relieve cómo influye la presión de las redes sociales, de las que ya en enero se tomó un descanso para concentrarse en su propia salud. “Las redes sociales no son reales. A veces lo único que necesitas oír es que no estás solo. Así que yo te digo: no estás solo. Te quiero, te veo y te escucho”.

Emily Ratajkowski©GettyImages
Emily Ratajkowski es una de las modelos mejor pagadas del mundo. Sin embargo, vender su imagen también ha supuesto muchas pérdidas a nivel emocional.

Al igual que Bella, Emily Ratajkowski es una de las modelos mejor pagadas del mundo. Sin embargo, vender su imagen como modo de vida no solo le ha reportado grandes ganancias econónicas. También muchas pérdidas a nivel emocional, como ella misma reflexiona en Mi cuerpo, el libro que apareció el mes pasado y que se publicará en español en marzo. En sus páginas recuerda las experiencias de abusos que ha sufrido como mujer y como modelo, y en el que a través de una recopilación de ensayos hace “una exploración personal sobre el feminismo, la sexualidad y el poder”.

En su libro, explica las presiones que ha sentido para plegarse a los hombres, entre ellas cuando tuvo que bailar con una tanga color carne para Robin Thicke en el vídeo clip de Blurred Lines, un trabajo que fue criticado por degradante y también por hacer apología a la violación, y considera la misoginia y su papel en ese proyecto. En ese momento tenía 21 años y la experiencia le pareció “estimulante”, escribe, una oportunidad para acoger su sexualidad ante la cámara y utilizarla en su beneficio. Ahora que tiene 30 años, analiza lo ingenua que era.

Emily Ratajkowski©GettyImages
En ‘Mi cuerpo’, Emily Ratajkowski recuerda las experiencias de abusos que ha sufrido como mujer y como modelo.

En el ensayo Bc Hello Halle Berry, Ratajkowski pasa por una crisis existencial debido al hecho de que le paguen por publicar una foto de su trasero en unas vacaciones patrocinadas en las Maldivas, y escribe: “Quería ser capaz de ganar dinero a través de Instagram, vendiendo bikinis o cualquier otra cosa, y al mismo tiempo ser respetada por mis ideas y mi política, y, bueno, por todo lo que no sea mi cuerpo”. Escribe que su hipocresía le da dolor de cabeza.

La modelo detalla varios casos de agresión sexual a lo largo de su carrera, sucesos sobre los que reflexionó mucho antes de publicar el libro. “Tuve mucho cuidado con lo que elegí incluir y por qué”, dijo. “La razón por la que escribí sobre esas experiencias no fue en plan: ‘Oh, voy a (escribir) una lista de momentos en los que fui agredida sexualmente’. Fue más bien: ‘Voy a volver a los momentos por los que siento mucha vergüenza, por los que tengo sentimientos realmente sin resolver, y me interesa explorar por qué’”.

A pesar de que en Mi cuerpo describe el mundo de la moda como depredador y desorientador, Emily admite que no piensa dejar de ser modelo, porque le gusta y porque quiere “seguir ganando dinero”. Además, aunque lo dejara, dijo, “voy a seguir conectada a la celebridad, porque todos lo estamos”.