La princesa Delphine de Bélgica no será la primera royal que participe en ¡Mira quién baila! , el programa de televisión en el que celebridades interpretan varios tipos de baile junto a sus parejas de bailarines profesionales. Hace ya doce años, el príncipe Manuel Filiberto de Saboya, nieto del último rey de Italia, lo hizo en la versión transalpina. Sin embargo, el debut de la hermana del rey Felipe de los Belgas en este talent show es algo histórico. Es la primera vez que un miembro de la familia real belga concursará en este exitoso formato de la pequeña pantalla. De hecho, también es el primer miembro de una familia reinante en Europa que se atreverá a hacerlo.

El anuncio de la participación de Delphine Sajonia-Coburgo-Gotha en el programa de Play4, uno de los canales más populares de Bélgica, ha causado un enorme revuelo en ese país. Hace un año, la artista de cincuenta y tres años fue reconocida por los tribunales belgas como hija legítima del rey Alberto II, padre del actual monarca, fruto de una relación extramatrimonial con la baronesa Sibila de Selys Longchamps. Desde entonces, Delphine ostenta el título de princesa de Sajonia-Coburgo y el tratamiento de Alteza Real, para sí y para sus dos hijos, Josefina y Óscar. Algunos se han tomado este nuevo paso de la princesa como un acto de rebeldía. Pero hay un fin solidario detrás de su salto a la televisión, ya que lo hará a beneficio de Make a Wish, una ONG que cumple los deseos de niños enfermos y hospitalizados.

-Esta es la primera vez que una princesa de la familia real belga participará en un programa de televisión. ¿Es consciente de lo que eso significa?

-Tuve que pensarlo durante un largo tiempo. Había mucho que considerar, incluida mi edad y el hecho de que no tengo ningún entrenamiento de baile. Pero ayudar a la Fundación Make A Wish despejó cualquier duda que tuviera. Más directamente a su pregunta, no hay contradicción con la monarquía porque una princesa está para ayudar como mejor pueda. Es verdad que es un enfoque poco convencional, pero va a lo importante, que es ayudar a los demás. Además, así doy ejemplo a otros de que no hay tener miedo y no hay que pensar que uno es demasiado mayor para asumir desafíos.

-Hay un propósito altruista detrás de todo esto…

-Mis principales razones para participar son dos: apoyar a la Fundación Make A Wish y explorar el arte de la danza. Siempre me han encantado los principios fundamentales de Make A Wish. Ellos celebran la vida tratando de desatar los poderes curativos de la esperanza y el amor. Para mí, la danza también es una celebración de la vida. No puedo soportar ver a los niños tener que pasar por enfermedades graves, perder su infancia, y también me siento terrible por las familias que tienen que pasar por estas pruebas. Estas familias prácticamente tienen que vivir en hospitales y soportar la agonía de no saber si los tratamientos funcionarán. A eso hay que añadir la complicación del covid. Ahora, estos niños están aún más aislados y, a veces, solo una persona de su familia puede estar con ellos durante los meses de tratamiento hospitalario. Esto, para mí, es una pesadilla. Me complace que mis esfuerzos en la pista de baile aporten algo de alegría a un niño y su familia. Este viaje puede ayudarlos a enfocarse en algo diferente a la realidad de vivir con una enfermedad mortal todos los días.

-¿Es tan buena en el baile como en la pintura y el arte?

-Tendré que dejar que otros juzguen mis habilidades artísticas, pero si tengo que hablar sobre mis propias habilidades de baile, definitivamente necesito más práctica. Como mucha gente, la mayor parte de mi experiencia en el baile proviene de hacer algunos movimientos incómodos en bodas familiares y reuniones sociales. No tengo ninguna experiencia con el aprendizaje o la ejecución de la técnica de danza formal, excepto cuando tenía 8 años en Inglaterra y me vi obligada a hacer ballet. Me sentía como un hipopótamo muy torpe con tutú. No es un buen recuerdo. De todos modos, la danza para mí es otra forma de expresión artística como la pintura y la escultura, así que disfruto de los momentos de aprendizaje y exploración.

-¿Qué es lo que más le asusta de su aparición en ¡Mirá quien baila!?

-Prácticamente todo. Bailar en la televisión en vivo frente a una audiencia enorme suena aterrador y me hace sentir muy vulnerable. Pero este desafío no es nada comparado con lo que atraviesan estos niños enfermos y sus familias. Encuentro valor al ayudarlos.

-¿Cuál ha sido la reacción de su marido y sus hijos cuando les dijo que participarías en este show?

-Mis hijos estaban encantados. Jim me apoya mucho y entiende por qué estoy haciendo este desafío de baile. Está muy contento de que preste más atención a las buenas obras de la Fundación Make A Wish. También se lleva muy bien con mi entrenador de baile, Sander Bos.

-¿Cree que una iniciativa como esta puede acercar la monarquía o la realeza al pueblo llano?

-Todos vivimos juntos en sociedad. Y cada uno de nosotros debería encontrar la manera de mejorar el mundo que nos rodea de la manera que podamos.

-Recientemente pasó al covid. ¿Cómo vivió la experiencia?

-Me sorprendió el diagnóstico de covid ya que me han vacunado dos veces desde principios del verano. Me ha golpeado fuerte y me siento exhausta todo el tiempo. Lo único que he podido hacer es descansar y aislarme. Mi familia está bien, pero fue muy difícil alejarme de mi vida diaria con ellos para cumplir con el autoaislamiento. El covid definitivamente ha tenido un gran impacto. Me siento afortunada de estar recuperándome bien sabiendo que mucha gente sufre efectos terribles. Volver a bailar ahora es difícil porque me falta el aliento, pero practicaré tanto como mi cuerpo pueda soportar y no voy a rendirme. Lo que estoy pasando no es nada comparado con lo que atraviesan estos niños y sus familias.

-¿Cree que verán en Palacio sus apariciones televisivas?

-Todo el mundo tiene sus agendas llenas y sé que esto no será una prioridad. Ciertamente no haré que sea necesario que me vean (risas).