Fallece Raffaella Carrà a los 78 años

Sergio Japino, el que fuera su pareja y compañero durante gran parte de su carrera, ha anunciado la triste noticia y ha explicado que sufría una enfermedad desde hacía tiempo

Por hola.com

Raffaella Carrà ha fallecido a los 78 años, según ha informado el que fuera su compañero de vida, además de director y coreógrafo de muchos de sus proyectos, Sergio Japino. "Raffaella nos ha dejado hoy a las 16.20 horas. Se fue a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento brillarán para siempre", ha dicho, explicando que la artista polifacética, conocida sobre todo por sus trabajos como cantante, bailarina y presentadora sufría una enfermedad que "desde hacía un tiempo había atacado ese cuerpo suyo tan pequeño y, sin embargo, tan lleno de energía desbordante". "Tenía una fuerza imparable, que la puso en la cima del star system mundial; una voluntad de hierro que nunca la abandonó hasta el final, asegurándose de que nada de su profundo sufrimiento se filtrara. Fue el enésimo gesto de amor hacia su público, y hacia quienes compartían su afecto, para que su calvario personal no perturbara su brillante recuerdo", ha añadido. Al dolor que ha expresado su colaborador, se unen los adorados sobrinos de la intérprete de En el amor todo es empezar, Federica y Matteo; además de los amigos de toda la vida y colaboradores más cercanos Bárbara, Paola y Claudia Boncompagni.

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Su nombre completo era Raffaella Maria Roberta Pellon y había nacido el 18 de junio de 1943 en Bolonia (Italia), por lo que acababa de cumplir los 78 años. Conocida en todo el mundo por éxitos musicales como Explota mi corazón o Hay que venir al sur, participó en programas de televisión de varios países, europeos y americanos. El que fuera su pareja, Sergio Japino, la ha descrito como una "mujer fuera de lo común pero dotada de una sencillez sorprendente, no tuvo hijos pero sí -decía siempre- tenía miles de ellos", aquellos que apadrinaba a través de ONGs. Lo hizo públicamente en el telemaratón de TVE Contigo, y posteriormente en Amore de Rai 1, de similar formato, para garantizar el futuro de miles de menores en países en desarrollo.

Nunca se casó ni tuvo hijos, aunque se enamoró a lo grande en dos ocasiones. La primera de Gianni Boncompagni, autor de alguna de sus canciones y con quien trabajó hasta la muerte de él. Más adelante, ya entrados los ochenta, con Sergio Japino, de quien nunca se separó incluso cuando su relación sentimental había terminado ya. El director y coreógrafo siguió acompañándola y colaborando con ella hasta sus últimos proyectos, y ha sido el encargado de dar la noticia de su muerte. 

¡Hola Raffaella! La artista italiana despliega su energía en el escenario con nuevas canciones

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El comienzo de su carrera fue en el cine

Raffaella Carrá empezó su carrera profesional a la edad de nueve años, en 1952, tras ser elegida para un pequeño papel en la película Tormento del pasado. Después de su debut se matriculó a los quince años en el Instituto de Cinematografía, formándose como bailarina, y antes de cumplir la mayoría de edad volvió a mostrar su faceta como actriz en el filme La larga noche del 43. En 1963 trabajó en Los Camaradas y la cinta El coronel Von Ryan, de 1965, supuso su salto a Hollywood, donde compartió escenas con Frank Sinatra. En 1970 se cruzó en su camino la música, que fue la que le dio el éxito definitivo con más de una veintena de trabajos: Tuca tuca Rumore fueron de los primeros temas que la catapultaron a lo más alto. Sus bailes no pasaban desapercibidos y la convirtieron en una de las vedettes más conocidas. Su naturalidad y simpatía hicieron que se ganara a varias generaciones.

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Su éxito en España

En 1975, Raffaella aparece por primera vez en la televisión española durante una aparición en el programa ¡Señoras y señores! Canta Felicita ta ta, Ballet Carra y Rumore. Todas en italiano, pero se gana al público y termina lanzando un disco recopilatorio con versiones en nuestro idioma, convirtiéndose en un enorme éxito. Un año más tarde tenía un programa que llevaba su nombre en TVE, La hora de... Raffaella Carrà. También llegó a los países latinoamericanos y en cuestión de tiempo se convirtió en un icono, que volvía a la cadena pública española en los noventa con ¡Hola Raffaella!, un espacio en directo con entrevistas, actuaciones y conciertos. Era tan querida que llegó a presentar incluso las Campanadas de 1998 junto a Ramón García.

Las dificultades que vivió el último año

En diciembre de 2020, nueve meses después de que comenzara la pandemia de coronavirus en el mundo, dio una de sus últimas entrevistas al medio italiano Corriere della Sera en la que aseguraba que había pasado un año especialmente difícil: "He tenido y tengo mucho miedo. No salgo y por eso este 2020 se ha convertido en un año sabático", decía. En cambio, justo antes de que el mundo se paralizara estaba trabajando en un programa para la televisión italiana inspirado en el Mi casa es la tuya de Bertín Osborne: "Ya habíamos organizado todo para rodar los cuatro nuevos episodios", compartió. Sin embargo, fue ella misma quien decidió parar la producción ante las noticias y la preocupación por esa nueva enfermedad que se extendía en silencio por el mundo. 

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En la última década, Raffaella trabajó fundamentalmente en diversos programas de televisión italiana, como presentadora, colaboradora y también como actriz. Fue jueza de La Voz Italia en dos ocasiones, en 2013 y 2014, y también produjo y presentó otro talent show que llevaba el nombre de una de sus canciones, Forte forte forte. Su último disco de temas originales, Replay, incluía algunos en inglés y corte dance, se publicó hace ocho años y hace tres estrenó uno con temática navideña en el que versionaba clásicos. 

En 2012 demostró una vez más su lado más solidario al producir un concierto que se emitió en televisión para ayudar a las víctimas de los terremotos que sacudieron Italia en mayo de ese mismo año. Concerto per l'Emilia, como se llamó, se celebró en Bolonia, la ciudad natal de Raffaella, para recaudar fondos y reconstruir la zona que había quedado arrasada por los sismos de hasta 6,3 en la escala Richter, que acabaron con la vida de 26 personas.