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El bebé de Meghan Trainor tiene cuatro meses, un tiempo suficiente en el que la artista se ha enamorado, un poco más cada día, del pequeño Riley. Su hijo nació el 8 de febrero, apenas unos días antes del día de los enamorados, una jornada que le resultará difícil de olvidar no solo por la alegría que sintió, sino también por la preocupación y la angustia. Ahora ha recordado las circunstancias que rodearon el nacimiento y las define como “aterradoras” en declaraciones a Today Parents. “Fue una de esas terribles historias en las que el bebé no lloraba… No hizo ningún ruido cuando nació. Me pregunté ‘¿por qué no llora?’” cuenta Meghan, detallando que se sintió muy confusa.
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Apenas le dio tiempo a ver a su niño antes de que los médicos se hicieran cargo de él, lo que aumentó su preocupación. “Pude verle un segundo antes de que se lo llevaran. Fue probablemente la peor parte” añadió. Ya había contado hace unas semanas que el bebé requirió de cuidados especiales, por lo que tuvo que permanecer varios días ingresado en el hospital. Cinco días tras los que, afortunadamente, se lo pudieron llevar a casa.
Un regalo inigualable por San Valentín
“¡Bienvenido al mundo, Riley!", exclamaba la cantante de 27 años junto a unas hermosas y tiernas imágenes de su bebé, fruto de su relación con el actor Daryl Sabara. "Estamos muy enamorados” apuntaba, dando las gracias al intérprete por “el mejor regalo" posible. Por su parte, el exultante papá dedicó entonces unas palabras de amor y afecto a su chica "por haber dado a luz a nuestro pequeño”, que nació por cesárea.
Apenas dos meses después, la intérprete de All about that bass se reencontró con sus seguidores para enseñarles cómo habían sido esas primeras semanas como madre. Con un precioso vídeo, cuya banda sonora era una balada suya titulada If you love her (Si la amas), mostraba la evolución y crecimiento de Riley. Se podía ver que tanto su marido como ella estaban pendientes del bebé en todo momento. Abrazos, mimos y hasta una sonrisa en el rostro del pequeño, con la que parecía responder a tanto amor de sus papás.
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