Televisión Española recurre la sentencia sobre la muerte de José María Iñigo

La cadena pública alude que los niveles de amianto que había en sus estudios no eran tan altos como para provocar el fallecimiento del presentador

Por hola.com

El pasado 8 de mayo se cumplieron tres años de la muerte de José María Íñigo, a los 75 años edad, tras una larga enfermedad. Su viuda y sus cuatro hijos expusieron ante la justicia que las causas de su muerte fue debido a un tumor cancerígeno provocado por su exposición al amianto que había en los estudios de Televisión Española en Prado del Rey. A mediados del mes de marzo un tribunal dio la razón a la familia del periodista y presentador tras la demanda interpuestaEl dictamen, que sitúa los hechos en los años 1975, 1976, 1978 a 1981 y 1982 a 1985, señala que la actividad de Íñigo se llevó a cabo de forma continuada y prolongada en el tiempo en el que era el set "de mayor tamaño y con una gran presencia" de este material de construcción.

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Ahora Televisión Española ha recurrido la sentencia y ha elevado el caso al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, aludiendo que los niveles de amianto no eran tan altos como para provocar el fallecimiento del presentador.  A José María Iñigo se le diagnosticó en 2016 un mesotelioma maligno epiteloide y falleció el 5 de mayo de 2018. El tipo de cáncer que sufrió el periodista, un tumor muy poco común llamado mesotelioma, suele estar causado por la alta exposición al amianto. De ahí que la familia emprendiera una batalla judicial para esclarecer las causas de su fallecimiento.

Tras conocer la sentencia, su hija Piluca mostraba en HOLA su satisfacción por haber ganado el pleito que su padre emprendió hace cinco años para que se reconociera el tumor que padecía como una enfermedad laboral. La sentencia, que ahora ha sido recurrido por la cadena pública, declara que la pensión de viudedad reconocida deriva de enfermedad profesional en lugar de enfermedad común.

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El caso de José María Íñigo en Radio Televisión Española no es el único. Según la sentencia, una gran parte de los edificios de ese complejo se edificó en los años 70 y 80 y se recurrió a un aislamiento de amianto para su acondicionamiento acústico. Con posterioridad, ese material se consideró cancerígeno, por lo que ya, desde 1986, RTVE emprendió su retirada. Desde entonces, la corporación lleva años peleando por limpiar su sede del material con la demolición y reconstrucción de varios edificios.