FOTOS EXCLUSIVAS: Anya Taylor-Joy, su conexión con Audrey Hepburn y 700 mil euros en diamantes
Compartimos con la nueva reina de Hollywood los preparativos de su nueva gran noche
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Se ha llevado todos los aplausos y premios posibles por su interpretación en Gambito de Dama. En un Hollywood expectante siempre por encontrar nuevas caras, Anya Taylor-Joy es la actriz que ha enamorado a todos este año. Y como nueva reina ha coronado su gran momento con el reconocimiento de sus compañeros… y rodeada de diamantes. Diferente, enigmática, fascinante, son algunos de los adjetivos con los que se refieren a ella directores como David O. Russell, que la ha fichado para su nueva película repleta de reconocidos intérpretes: Robert De Niro, Mike Myers, Chris Rock, Margot Robbie, Rami Malek, Zoe Saldana, Christian Bale… A sus veinticuatro años, Anya es ya una más entre todos.
“Da mucho miedo. Esos vestidos, esos looks, esos trajes son otro tipo de armadura: me permiten dar vida a un personaje, como si no fuera yo en realidad. Si no fuera así, estaría mucho más asustada, me sentiría muy expuesta”, reconocía recientemente en una entrevista en ¡HOLA! Fashion, como imagen del perfume Flowerbomb de Viktor & Rolf. Por eso la actriz ha depositado su confianza en el estilista Law Roach, junto al que prepara sus impactantes apariciones… incluso cuando las alfombras rojas se han convertido en un asunto virtual por culpa de la pandemia.
“El español es mi lengua, la que hablo con la familia, con los amigos, la que es parte de mí...”
Para su última gran noche, en la que recibió el premio Sag como Mejor Actriz de Miniserie por su maravillosa Beth Harmon, eligieron un diseño exclusivo de Vera Wang, con el que volvieron a hacer un guiño al glamour de los años cincuenta inspirándose en los camisones de la edad dorada de Hollywood, con un resultado retro y sexy a la vez, gracias a la abertura del diseño a lo Angelina Jolie. La otra firma presente en la habitación del hotel donde se preparó, la conecta directamente con Audrey Hepburn.
La histórica joyería Tiffany & Co la ‘vistió’ de diamantes con un valor de 700 mil euros: el collar de 280 mil, los pendientes de 140 mil, y tres anillos que alcanzaban los 280 mil. “Las joyas y también la historia de la casa siempre hacen que mis chicas se sientan extremadamente glamurosas. En cuanto vi a Anya con el collar, sentimos la presencia de Audrey, Jackie y Marilyn” comenta Roach. Con la actriz compartimos ese momento en que terminó de prepararse. Unas imágenes que la muestran en los momentos previos a culminar el look de su particular ‘Desayuno con diamantes’.
“Nunca me he visto y no creo que nunca me vea guapa. Suena patético y mi novio (el fotógrafo Ben Seed) me advierte de que la gente pensará que soy una absoluta idiota por decir estas cosas, pero creo que tengo una imagen rara”.
Las claves para conocer a Anya Taylor-Joy
Las claves para conocer a Anya Taylor-Joy
A los dieciséis años, fue descubierta por Sarah Doukas, la agente responsable de lanzar las carreras de Kate Moss y Cara Delevingne mientras paseaba a su perro por las calles de Londres y fue así como se abrió camino en el mundo de la moda primero y después de la interpretación.
“Estoy conectada a todos esos lugares: si escogiera solo uno, no sería fiel a quien soy, porque todos forman parte de mi personalidad. Soy afortunada por proceder de tantos lugares maravillosos. De niña me preocupaba, porque la gente siempre quería saber cómo etiquetarme, pero yo no encajaba en esas etiquetas porque me siento conectada a todos” nos decía en ¡HOLA! Fashion. De padre argentino-escocés y madre británico-española, nació en Miami, se crió en Argentina hasta los seis años y después en Londres.
“El gazpacho es uno de mis platos favoritos, y el primero que aprendí a hacer. Lo hago muy picante, ¡me temo que a veces demasiado para los demás (risas)! Y el español es mi lengua, la que hablo con la familia, con los amigos, la que es parte de mí... Amo y adoro el inglés, pero siento que es el idioma que uso para trabajar, mientras que el español es el de la gente más cercana”.
“¡Había muchísima energía (risas)! –recuerda de su infancia-. Mis hermanos son mucho mayores, y cuando te llevas tantos años, tienes que desarrollar cierta madurez. Estar rodeada de tantos adultos me preparó para el cine, porque cuando debuté en un set de rodaje no me sentía como la niña del grupo, sino como una colaboradora más”.
“Necesito libros, poder escribir –apunto todo en libretas–, música y me encanta bailar. Me basta cualquier habitación para ponerme música y bailar durante horas. Y me encanta pasar tiempo en la naturaleza. Estar en ella, rodeada de los elementos, te recuerda que eres solo una pequeña parte del universo y que, generalmente, tus preocupaciones no son tan grandes como parecen, es una lección de humildad”.
“Era demasiado inglesa para ser argentina, demasiado argentina para ser inglesa, demasiado americana para ser nada. Los niños simplemente no me entendían de ninguna de las maneras. Me encerraban en las taquillas”, explicó la actriz. “Pasé mucho tiempo llorando en los baños. Estaba muy sola de niña. Me sentía aislada”, ha confesado. También que lo que hoy la convierte en única, sus grandes ojos y la expresividad de su mirada, fueron causa de burla. “Mis ojos estaban muy separados, eso es un hecho”.
“Nunca me he visto y no creo que nunca me vea guapa”, dijo a ‘The Sun’. “Suena patético y mi novio (el fotógrafo Ben Seed) me advierte de que la gente pensará que soy una absoluta idiota por decir estas cosas, pero creo que tengo una imagen rara”.
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