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Britney Spears ha luchado durante años para librarse de la tutela paterna, batalla que se dirime en los tribunales por el momento. Su caso ha sido seguido y apoyado por cientos de fans que incluso han puesto en marcha un movimiento denominado Free Britney que ha generado mucho revuelo, casi tanto como el documental que vio la luz recientemente sobre su vida, Framing Britney Spears, del New York Times. Tal es el debate que se ha generado en torno a este caso, que la situación de la intérprete ha llegado al Congreso de Estados Unidos. Dos diputados han llamado la atención sobre el asunto, pidiendo una audiencia para discutir el hecho de que muchos estadounidenses se vean privados de libertad para manejar sus asuntos y poniendo como ejemplo a la artista.
Britney Spears, la princesa del pop que resurge de sus cenizas pidiendo libertad
En la carta dirigida al Congreso se pone de manifiesto que es necesario buscar soluciones a estos casos, pues el Gobierno debe garantizar ciertos derechos. “Dadas las libertades constitucionales en juego y la opacidad de estos acuerdos, corresponde a nuestro comité convocar una audiencia para examinar si hay estadounidenses que están atrapados injustamente en una tutela” señalaron los dos congresistas republicanos. Hace años que la intérprete de Ups! I did it again está tratando de librarse del control de su padre en los tribunales, un intento que de momento le va dando pequeños triunfos.
Una pequeña victoria
En una de las últimas vistas judiciales, el juez denegó a Jamie Spears el control absoluto de los asuntos financieros de su hija, por lo que seguirá compartiendo su gestión con unos asesores elegidos por ella. Un varapalo para Jamie que pretendía ejercer la tutela en solitario. El documental Framing Britney Spears ha vuelto a poner de relieve la situación tan complicada a la que se lleva enfrentando estos últimos años, no solo por este férreo control que ejerce su padre, sino por cómo ha sido tratada a lo largo de su carrera. La constatación de que la imagen que se ha dado de ella públicamente se ha centrado en muchas ocasiones más en las polémicas personales que en su música ha generado un intenso debate sobre las opiniones que se expresan de la salud mental de las estrellas.
“Recordad que lo que pensamos que sabemos acerca de la vida de una persona no es nada comparado con lo que está viviendo realmente tras los focos” dijo ella misma tras ver el documental. La situación le ha pasado tanta factura que ha asegurado de manera tajante que no volverá a un escenario hasta ser completamente libre, pues teme a su padre. Ella que en el pasado, cuando era apenas una adolescente, estuvo en el centro de todas las miradas por su talento, se convierte ahora, a sus 39 años, en adalid de una lucha más grande. Un debate que ha transcendido el territorio fan para llegar nada menos que al campo de batalla político. ¿Quizá el último escalón para alcanzar su objetivo? El tiempo tiene la respuesta.
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