Los espíritus de Liria y Monterrey

Cayetano Martínez de Irujo nos habla de los fantasmas en los palacios de los Alba

‘A veces, se oían pasos o ruidos extraños. Antes de irme a dormir, yo cerraba con llave la puerta de mi habitación’

Cayetano Martínez de Irujo en Liria
M.B.

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Un palacio sin fantasmas no es un palacio. El de los marqueses de Linares, en Madrid, tiene a Raimunda; el de los Monsalves, en Sevilla, a Rocío, y el de Pedraza, a Elvira y Roberto. Pero solo hay uno en España que cuente con un espectro de sangre azul y que, además, haya sido Reina de Francia. Se trata del palacio de Liria, el hogar de la familia Alba.

Cayetano Martínez de Irujo en el palacio de Liria©Javier Alonso
Según la tradición oral de los Alba, el espíritu de Eugenia de Montijo, Emperatriz de Francia, se pasea por los salones del palacio de Liria. La Reina francesa fue hermana de una duquesa de Alba y falleció, en el palacio madrileño, en 1920.
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“Siempre se ha dicho en mi familia que en Liria vive el fantasma de la Emperatriz Eugenia”, cuenta Cayetano Martínez de Irujo, duque de Arjona y conde de Salvatierra, a ¡HOLA!. La mujer de Napoleón III era hermana de María Francisca, duquesa de Alba y tatarabuela de Cayetano, y murió en Liria, en 1920, a los noventa y cuatro años. Según el duque de Arjona, su espíritu, vestido de blanco, aún vaga por los salones.

Cayetana de Alba nunca creyó en esas cosas, pero en sus Memorias sí que reconoció la existencia del fantasma y reveló que, en una ocasión, Eugenia de Montijo se le presentó a Jesús Aguirre: “Son historias que me contaban cuando era pequeño, pero las contaban como si fueran ciertas”, apunta Cayetano. Y ese no sería el único espíritu que se pasea por los dominios de los Fitz-James Stuart.

Palacio de Liria©Ricardo Labougle
“Son historias que me contaban cuando era pequeño, pero las contaban como si fueran ciertas”, dice Cayetano

Cadenas en Monterrey

La tradición marca que cuando el Rey de España pasa una noche en un palacio, se colocan unas cadenas como recuerdo de la regia visita. En el palacio de Monterrey, residencia de los Alba en Salamanca, cuelgan sobre la puerta de entrada, indicando que allí han dormido dos monarcas, Alfonso XIII y Juan Carlos I. Pero también habría otras cadenas… “A mi padre siempre se le encendía una luz al final de un pasillo en Monterrey. Y cuando se acercaba, la luz se apagaba. También oía ruidos de cadenas y pasos por la noche”, explica Cayetano. “Eso también lo he experimentado yo. No sé si estaba sugestionado o no, pero cuando iba a los concursos de hípica y dormía solo, a veces, oía pasos o ruidos extraños y distorsionados. Antes de irme a dormir, cerraba con llave la puerta de mi habitación. Por las dudas…”.

Revista ¡HOLA! 3993©Hola