'La isla de las tentaciones'

Marina e Isaac hacen sonar por primera la 'luz de la tentación'

La novia de Jesús y el soltero jugaban a pasarse el hielo cuando la sirena sonaba en Villa Playa

Por Gtresonline

Tras la primera semana en República Dominicana, las parejas de La isla de las tentaciones y sus respectivos solteros ya comienzan a tener más feelingJesús y Marina, Hugo y Lara, Raúl y Claudia, Manuel y Lucía y Diego y Claudia ya están separados en sus respectivas villas y han tenido las citas con los tentadores que eligieron la semana pasada. Mientras que algunas han pasado sin pena ni gloria, en otras parece haber empezado a surgir algo. Así, Marina, que ya había confesado a sus compañeras qué era lo que más le preocupaba sobre la relación con su novio, hacía sonar la primera luz de la tentación de la edición. Al comenzar la aventura, chicos y chicas pusieron sus límites ante Sandra Barneda y decidieron en qué punto no habría marcha atrás si sus respectivas parejas hicieran algo en el concurso. En el caso de Jesús, explicaba a la presentadora que no soportaría que su novia tuviera "complicidad, afinidad o miradas con otro", algo que ella sobrepasaba en la primera noche. 

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En Villa Montaña, donde se encuentran las chicas y los solteros, todos se disponían a jugar a la botella mientras estaban de fiesta. Y entre bailes y muchas risas, entre verdad, beso o atrevimiento, retaban a Marina e Isaac a que se pasaran el hielo durante diez segundos. Ni cortos ni perezosos ambos comenzaban el juego que haría saltar la sirena en la otra villa sin que los chicos y las solteras supieran qué es lo que había pasado, solo conociendo que una de sus parejas habría cruzado el límite. Jesús, Hugo, Raúl, Manuel y Diego no daban crédito a lo ocurrido, pero tras ver unas imágenes en las que ellas se lo pasaban bien y bailaban con todos, decidían que cada vez que sonara o se encendiera la luz se beberían un chupito para intentar dejar el tema de lado. "Vamos chicos, chupito", decía una de las solteras de La isla de las tentaciones mientras Hugo se llevaba las manos a la cabeza. 

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Para sorpresa de todos, mientras Hugo y Raúl dormían y los otros chicos se daban un baño en jacuzzi con algunas solteras a altas horas de la madrugada, alguien volvía a hacer sonar la luz de la tentación. Pero esta vez no era Marina sino Lola, novia de Diego. Sus miradas, risas y gran acercamiento con Simone provocaban que la alarma saltara en Villa Playa. Ellos, anonadados con que en el mismo día se volviera a encender el dispositivo, despertaban a sus compañeros para que lo supieran y empezaban a pensar quién habría podido ser. Mientras tanto, la participante del reality que había tonteado con el italiano se arrepentía porque no quería romper su familia. "Es que hombres hay muchos, pero un perro... Él solo es él", explicaba entre lágrimas al hablar de su mascota. Aunque lo cierto es que se le olvidaba rápido, ya que pocos minutos después volvía a saltar la alarma por tercera vez tras un abrazo bastante cariñoso con el soltero.