Anitta, la revolución brasileña del pop, se sincera acerca de su carrera y confiesa sus ganas de ser madre

La artista, que acaba de estrenar su documental en Netflix, ha hablado acerca de su trabajo y su vida personal en HOLA! USA

Por hola.com

Estamos a punto de dejar atrás el 2020, un año que estará siempre marcado en rojo en el calendario de Anitta. La rutina de la cantante, su pasado y todos los secretos que se esconden detrás de su meteórica carrera se pueden ver en Anitta: Made In Honório, un documental de Netflix que repasa los momentos más felices de su vida, pero también los episodios más complicados. Además de tener su propio espacio en este gigante del streaming, la intérprete de temas como Downtown, Me gusta o Tócame, entre otros, ha conseguido formar parte con solo 27 años de la lista de las 100 artistas más escuchadas de Billboard y se ha consagrado como la reina brasileña del pop. Así, ha cumplido con creces el sueño que la acompaña desde niña: triunfar en la música. Con cinco álbumes de estudio publicados y uno en camino que verá la luz en los próximos meses, Larissa de Macedo Machado -así se llama realmente la artista- atraviesa una etapa inmejorable de la que ha hablado en exclusiva para HOLA! USA, donde ha adelantado también cuáles son sus planes de futuro.

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Te has convertido en toda una reina del pop a nivel global, ¿cómo te ves a ti misma en este momento de tu carrera?

Intento no pensar tanto en eso para no volverme loca, porque son demasiadas cosas que pasan, eventos, gente… cosas nuevas que pasan en mi vida que intento no confundirme con el peso que representa. Prefiero estar tranquila y pensar que las cosas sí han cambiado, pero no estoy al pendiente del tamaño que mi trabajo lleva o de cómo las personas me ven a mí porque creo que estoy bien así.

Tienes 27 años, casi 10 de carrera y estás en tu mejor momento, ¿es cierto que tienes planeado retirarte a los 30?

No sé si exactamente a los 30, pero sí que es un plan porque llevo ya 10 años trabajando mucho en Brasil y soy muy exigente. Quiero tener mi momento de familia, así que para eso prefiero parar de cantar porque con toda esta vida de cantante que es muy pesada, una rutina que exige mucho de mí, me gustaría tener tiempo para mi familia. Aparte, tengo otros trabajos, no soy solo cantante: fui mi propia mánager, fui mánager de otros artistas aquí en Brasil.... No quiero pasar de los 35 y no ser mamá.

Eres una chica de orígenes humildes, ¿qué recuerdas de tu infancia en las favelas de Río de Janeiro?

Era una niña muy juguetona y todavía lo soy. Sigo teniendo esa misma personalidad que tenía de pequeña porque tuve siempre esta manera de ser con mucha broma, muy relajada. Me acuerdo que jugaba mucho en la calle con mis amigos. Las cosas malas tenían que ver con la realidad que veía de los otros niños. Mi familia es de orígenes humildes y la parte difícil era esta de querer hacer algunas cosas y no poder o tener la oportunidad ni los recursos.

¿Cómo fueron tus primeros comienzos en la música?

La verdad que mi abuelo tocaba piano en las iglesias cuando yo tenía siete años. La primera vez que yo canté fue a esa edad, con mi abuelo, en las iglesias en Río de Janeiro durante casi 10 años sin parar. Ahí fue mi primer contacto con la música y donde aprendí todo junto a mi abuelo.

¿Y en qué momento te diste cuenta que te querías dedicar a la música?

Desde muy joven. Decía que quería ser una cantante famosa y le repetía siempre a mi familia lo mismo: “cuando sea cantante, voy a hacer esto o lo otro”. Fue una cosa muy presente en mi cabeza, estaba muy segura desde niña. No sé de dónde sacaba esta ideas, pero desde los cinco años se lo decía a mis padres.

¿Quién era tu ídolo de niña?

Escuchaba mucho a Mariah Carey y Luis Miguel. Mi mamá y mis tías son fans de ellos desde siempre. Se pasaban todo el día escuchando su música, así que terminé convirtiéndome también en una fan. A Mariah he podido conocerla, es un amor conmigo. A Luis Miguel, aún no. Hablo mucho con Maríah y el día que la conocí me trató muy bien y le conté que me convertí en cantante por ella. Mi primer contacto con la música fue al escuchar su álbum muy pequeña. Fue un momento muy emocionante.

¿En qué momento saltaste al estrellato?

Cuando subí un video a YouTube cantando y tenía unos amigos que trabajaban en fiestas locales en Río de Janeiro, en favelas. Me llamaron para hacer una prueba a ver si empezaba a cantar en las favelas y fue cuando me di cuenta que tenía una puerta abierta para darme a conocer.

¿Y tus padres no se oponían a que cantaras en las favelas?

¡Claro! Para muchos, como por ejemplo mi papá, no le gustaba la idea y me decía: “¡no vas a hacer eso! ¿estudiaste tanto para acabar así, cantando en las favelas?” Yo dije: “sí, esto es lo que quiero porque es un camino que me va servir hasta que llegue a ser conocida”. Ahí fue cuando pensé que realmente tenía una oportunidad para empezar en el mundo de la música. En las favelas no hay problema, porque yo soy de ahí. No me asustaba de nada, no me daba miedo como a mi papá, por ejemplo. Nunca he tenido ningún problema. La gente me trata muy bien y me apoyan. Para mí es algo normal, es como estar en mi lugar. Yo pertenezco a ese mundo, entonces es algo que no me incomoda.

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¿Te acuerdas qué hiciste con tu primer sueldo?

Fue una etapa de crecimiento, porque no gané de repente un montón de dinero. Fui ganando de poquito a poquito y juntaba hasta que un día guardé suficiente. La primera cosa que hice fue comprar un coche, pero un coche muy malo, usado y todo. Pero me sirvió para ir a mis conciertos y no pagar por transporte. Después junté más dinero e hice mi primer video musical y ahí mi concepto se puso un poco más caro, con vestidos, trajes… me empezó a ir mucho mejor.

¿Y esa misma suerte en la música la has tenido en el amor?

Bueno, ya me casé y me separé (risas). Creo que el amor lo voy a vivir plenamente cuando ponga todo mi enfoque y tiempo en ello. Tengo que parar, porque junto con la carrera y todas las cosas que hago al mismo tiempo no estoy logrando un equilibrio. Por ahora, nada de nada en el amor.

¿Estás soltera?

Sí, ahora sí estoy soltera.

¿Has tenido muchos novios?

¡Muchos! Cada mes una persona diferente o cada semana, depende (risas). Creo en el matrimonio y es algo que tiene que pasar conmigo en algún momento.

¿Y eres muy exigente para elegir un hombre, te gustaría estar con alguien del medio?

Sí. La verdad que con cualquier persona que me quiera y que sea bueno conmigo. No tengo realmente estas cosas de que si tiene que ser alguien del medio o no, si es rico o pobre, no me importa eso. Mientras me dé amor, me quiera y sea bueno conmigo está bien.

¿Qué es lo primero que te llama la atención de un hombre?

La simpatía. La mirada dice muchas cosas. Soy muy buena en leer a las personas, antes no lo era tanto pero hoy en día estoy atenta a la mirada de los hombres.

¿Te han roto el corazón muchas veces?

Dos veces fue suficiente para aprender y de ahí suficiente para no volver a pasar por esto. Aprendo muy rápido, me pegas una vez y ya la próxima, la que te pega soy yo.

¿De dónde viene el nombre de Anitta?

De una telenovela brasileña. Escogí el nombre porque me encantaba mucho el personaje de Anitta, que no le gustaba ser solamente un tipo de mujer. Le gustaba cada día despertar y ser una mujer diferente. Entonces, escuchaba a alguien hablar de ella y pensaba que así quería ser yo, una mujer distinta cada día: hoy loca, mañana romántica, sexy, otro día intelectual... Me encanta la idea de ser muchas mujeres en una.

¿Te arrepientes de algo en tu vida?

Claro que me arrepiento, no todo lo que hacemos nos hace sentir orgullosos, pero todo nos sirve de ejemplo y aprendizaje para algo. Por supuesto que hay ciertas cosas de mi pasado que hice y no me gustan, como actitudes o momentos que pasé. Esos errores, si los quieres llamar así, son importantes porque me han servido para ser la persona que soy ahora. No cambiaría nada.