Ni te imaginas la peculiar mascota que tuvo Pablo Chiapella en su infancia

De pequeño, llegó a llevarlo al colegio y a protagonizar unas cuantas anécdotas

Por hola.com

A Pablo Chiapella, conocido por su papel del carismático Amador en la exitosa serie de televisión La que se avecina le encantan los perros. De hecho, en la actualidad disfruta de la compañía de uno de ellos, en concreto un pomerania de pelaje marrón claro que ha hecho las delicias de toda la familia, pero especialmente de la pequeña Valentina, la hija que el actor tiene con su pareja, Natalia, que trabaja como estilista en la conocida ficción. Sin embargo, y a pesar de que los canes son una de sus pasiones, no es este animal el que le conquisto cuando era tan solo un niño, tal y como él mismo compartía en su visita de este lunes a El Hormiguero.

Pablo Chiapella y el gran secreto de amor tras su personaje de Amador

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"Que yo me invente mascotas a ti no te resultará raro", comenzaba diciendo Chiapella a Pablo Motos, antes de pasar a relatarle qué es lo que se había inventado exactamente de pequeño. "Yo me inventé una mascota y le puse nombre y todo. La llamé Minfli. Entonces era un ovillo de lana que yo me ponía aquí, y yo lo llevaba al cole y dejaba a los compañeros que lo acariciaran. Y para darle más rollo al tema dije que era un animal prodigioso que me había traído mi padre de Arabia Saudí", proseguía.

"Lo flipé a tope. Pero calla que un día dice la profe 'Pablo, guarda a Minfli'. Tu imagínate, le dio credibilidad a la movida. Yo ya estaba que me lo creía hasta yo. Le ponía agua al bicho por las noches", compartía el intérprete, que aseguraba que no era muy proclive a enseñar su tesoro más preciado. "Lo tuve mucho tiempo hasta que se me cayó la caja y ya se descubrió que no había bicho", comentó desvelando así el desenlace de la divertida y curiosa historia.

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No ha sido la única anécdota que ha protagonizado Chiapella en los últimos días. Durante la presentación virtual de la nueva temporada de la serie en la que trabaja tuvo que enfrentarse al boicot que le hizo ¡su propia hija! y que hizo llorar de risa a algunos de sus compañeros, entre los que se encontraba Paz Padilla. "Aquí mi hija ayudándome a concentrarme", admitió el actor tomándose lo con mucho humor, el mismo que derrocha en cada una de sus intervenciones.