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Las buenas acciones acaban teniendo su recompensa, y la historia de José Núñez Romaniz es una muestra de ello. Este joven de 19 años, perteneciente a una familia latina de origen humilde -tiene dos hermanos menores- y residente en la ciudad de Albuquerque, la ciudad más grande de Nuevo México, no imaginaba que un gesto rutinario como ir al banco iba a marcar un antes y un después en su vida. Se dirigió a una de las sucursales que la entidad Wells Fargo tiene muy cerca de su domicilio para ingresar una pequeña cantidad de dinero con la que poder comprar a su abuelo unos calcetines mediante una tienda virtual en la que vio un modelo que le gustaba. Al acercarse vio un bulto junto al cajero automático. Se trataba de una bolsa de plástico en cuyo interior miró y se encontró una gran sorpresa: ¡estaba llena de dinero!, concretamente de billetes de 20 y 50 dólares.
Tal y como el propio José ha contado a CNN, cuando vio tanto dinero en esa bolsa abandonada tardó en reaccionar y la incredulidad se apoderó de él. "No sabía qué hacer. Estaba soñando, en estado de shock. Me miraba a mí mismo y solo pensaba qué es lo que debía hacer", relataba. Además, dejó claro que en ningún momento barajó la posibilidad de quedarse con los billetes porque sus padres así se lo han inculcado desde pequeño. Sin embargo, sí se planteó que pudiera ser un truco e incluso una trampa para secuestrarlo. El joven logró calmar sus nervios y actuó con sensatez. Como el banco estaba cerrado porque era domingo y, por lo tanto, ningún trabajador de la sucursal podía ayudarle, decidió llamar a la Policía de Alburquerque. Solo cinco minutos después, dos agentes se personaron allí y contaron el dinero que él les dio...¡135.000 dólares!
El policía Simon Drobik señaló en varios medios americanos que cree que esa bolsa llena de billetes fue depositada allí por error y consideran que la finalidad era dotar al cajero de efectivo para los clientes. Además, puso de relieve el gran comportamiento de José, al que una cantidad tan importante de dinero podría haber sido de gran utilidad tanto para sus estudios universitarios como para ayudar con los gastos de casa. "Este dinero podría haber hecho una increíble diferencia en su vida si hubiera tomado el otro camino, pero eligió el camino de la integridad e hizo lo correcto", dijo. Tras llamar el joven a sus padres por teléfono para contarles lo sucedido, los agentes lo llevaron a casa y dieron la enhorabuena a sus progenitores, quienes tienen un pequeño negocio de venta de colchones tras emigrar desde México a finales de los 90. Los señores Nuñez se mostraron orgullosos y emocionados por el buen hacer de su hijo, quien al poco de llegar a casa hizo la compra por internet que su abuelo le había pedido.
El agradecimiento de todos los vecinos y un sueño cada vez más cercano
Tras este buen acto, José Nuñez ha tenido su recompensa. En la Academia de Policía de Alburquerque hicieron una ceremonia en su honor por mostrar valores como integridad, justicia, orgullo y respeto, y recibió muchas sorpresas. El jefe de Policía le hizo entrega de una placa y le invitó a pedir trabajo como asistente de servicio público en ese Departamento de Policía. Un importante paso para alguien como este estudiante que acaba de terminar su primer año en la Universidad Comunitaria del Centro de Nuevo México y que tiene la intención de dedicarse a la justicia penal. No en vano, su sueño de la infancia es trabajar como investigador de crímenes, un deseo que parece estar cada vez más cerca. Amante del deporte, también recibió de parte de la emisora de radio de la ciudad un balón firmado por Brian Urlacher -un popular jugador de fútbol americano-, y entradas para ver en directo algunos de los partidos de la temporada. Al conocer la noticia, algunos negocios locales le recompensaron con cheques regalo para sus establecimientos.
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